Hablar de Abel Antonio Villa es transportarse al pasado, es escuchar a un juglar auténtico del folclor vallenato que ayudó a edificar las formas en las que se ejecutaba magistralmente el acordeón.

Como todos, dejó en el camino un legado en su familia, que poco a poco hacen honor y memoria a su aporte musical. No podría el Festival de la Leyenda Vallenata carecer de uno de esos emisarios y por eso este año Ramón Villa Ricardo, se lanza nuevamente a disputarse la corona de Rey Vallenato 2014.

Nació en Corozal en pleno corazón de La Sabana sucreña, aunque sus raíces son netamente magdalenenses por la dinastía de donde proviene, los Villa. Hijo de Ramón Villa, sobrino del legendario cantautor Abel Antonio Villa y primo de Alberto “Beto” Villa, Rey Vallenato en 1988.

Su vida no podría estar destinada a otra cosa, que a ejecutar el acordeón, pero con la connotación de seguir con un legado que durante años ha interpretado magistralmente el instrumento que ha identificado históricamente a su familia.

Sus aspiraciones para querer ganarse la corona este año no son pretensiones. Su primera corona se la ganó en 1998 cuando se alzó con el máximo título en la categoría aficionado, y este año, se presenta por tercera vez en el Festival Vallenato. En las otras dos ocasiones ha llegado hasta la semifinal y siente que este año es la oportunidad de avanzar en el camino.

Es seguidor de la escuela de Colacho Mendoza, a quién siempre admiró y este año viene recargado en compañía de Donaldo Martínez en la guacharaca y Eduar Cabezas en la caja, con quienes ya prepararon los paseos de Diomedes Díaz que presentarán como requisitos en la justa de este año.

Siente que todos sus compañeros son buenos para llevarse a la corona y por eso sigue trabajando fuertemente. “El vallenato es uno solo. Se tiene que preparar e interpretar varios aires con la cadencia que exige la fundación, y eso es lo que nosotros hacemos, por eso esperamos que nos acompañen este año” Expresó el acordeonero.

Por Antonio Peralta Nieto