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Análisis - 8 junio, 2022

Tras audiencia en el Congreso, urge un análisis real de la UPC

“No se puede seguir creciendo con catedráticos y unos cuantos ocasionales, transformando la universidad en una institución que propicia el rebusque de cátedras y ocasionalidades”

Universidad Popular del Cesar.
Universidad Popular del Cesar.

A propósito de la audiencia de rendición de cuentas de la Universidad Popular  del César, UPC, en el Congreso de la República y de un reciente editorial del periódico EL PILÓN; que  bueno sería de verdad un análisis real y no equivocado haciendo apología al desvirtuar la necesidad de contratar profesores de carrera como se ha pronosticado previamente y seguir creciendo con catedráticos y unos cuantos ocasionales, transformando la universidad en una institución que propicia el rebusque de cátedras y ocasionalidades; mientras se siguen desapareciendo y dilapidando  los recursos financieros en aspectos no misionales.

LA ALERTA DEL VICEMINISTRO

Me pregunto por qué no hizo eco la frase del Viceministro sobre que la UPC está muy lejos de la acreditación y además se preguntó qué pasó con los recursos que recibió y sin embargo el ejercicio presupuestal mostró déficit a pesar de haber recibido en el periodo 2018-2022 incrementos del 51.8%.

Este incremento fue en términos corrientes en la base presupuestal, y que seguramente lo único que ha permitido es desbordar las vinculaciones a través de las llamadas órdenes de prestación de servicios (OPS) con repetición de asignaciones de tareas y actividades a  contratistas en oposición a los funcionarios existentes en la planta global universitaria.

Estas vinculaciones de docentes se hacían para satisfacer intereses politiqueros y personales;  además por qué no se dice que los rectores han sido designados por el Consejo Superior Universitario (CSU) equivocadamente, de manera ligera, sin consulta estamentaria la mayoría de veces y luego el Consejo  de Estado  los tumba y en una actitud simplista encargan a otros sin ninguna responsabilidad en sus actuaciones jurídicamente culposas.

Inclusive,  estos encargos se hacen causando sanciones institucionales a través de  ventanas temporales de observación de inspección y vigilancia del MEN originando la aplicación del Artículo 24 literal p del Acuerdo Número 02 del 2022 del CESU  y qué decir de las acciones de los  delegados del MEN y de presidencia, de manera general con una absoluta indigencia  en temas universitarios, sin propuestas de ninguna clase y coadyuvando al desplome académico institucional, permitiendo la aparición de fiducias (segunda Universidad Pública en ese estado) e inspector in situ poco diligente y medidas de vigilancia especial afectando notablemente su autonomía institucional reconocida por la constitución política de Colombia.

La situación de la Universidad Popular del Cesar fue analizada en una audiencia de la Cámara de Representantes. 

EQUIVOCADA DINÁMICA ACADÉMICA

Respecto del comentario simplista de los 76 profesores de carrera, les recuerdo que solo podrían atender máximo 3.000 estudiantes, es decir la misma población estudiantil de la UPC de los años 80 con cuatro programas académicos de solo pregrado; y qué decir del 90% de los funcionarios administrativos provisionales con que cuenta en la actualidad, es decir, la carrera administrativa está desaparecida.

La Universidad necesita vincular al menos 400 profesores de carreras equivalentes de tiempo completo, bien sean  ocasionales, de medio tiempo y/o catedráticos para atender adecuadamente la actual población estudiantil, a través de concurso público de méritos, tal como lo acabó de realizar nuestra vecina universidad pública, en donde la mínima exigencia fue título de doctorado o su equivalente en áreas específicas y estratégicas con producción científica reconocida y egresados de las mejores universidades de Colombia y del mundo y no llenar estas necesidades con doctores de universidades mediocres, sin perfiles específicos y ninguna producción científica.

Los verdaderos profesores universitarios desbordan el simple ejercicio exclusivo de la docencia directa, acientífica y repetitiva, marcando diferencia frente a los profesores de los niveles educativos precedentes, debiendo realizar investigación, extensión creación de nuevos programas académicos de pregrado y formación avanzada, dirección de trabajos de grado y tesis de doctorado, material para eventos y congresos y otras actividades como preparación de material didáctico de apoyo que fortalezcan competencias y resultados de aprendizaje tanto cognitivos, praxiológicos y actitudinales logrando por consiguiente mejorar los resultados Saber Pro en fin su ulterior futuro profesional.

Acá la perversidad estará en reducir la actividad del profesor universitario exclusivamente a la docencia directa y dedicar su capacidad creadora a más de catorce horas semanales, afectando todos los procesos de acreditación y mejoramiento de la calidad institucional con los consecuentes perjuicios. 

Muy a pesar del manejo irresponsable de múltiples actores tanto internos como externos, auspiciados y propiciados por los clanes de la politiquería regional tradicionales, nuestra universidad muestra grandes logros en términos de producción de artículos, grupos de investigación, reconocimiento de investigadores, programas propios de maestrías y doctorados con egresados recientes, lo cual nos ubica bastante distantes de las universidades privadas que funcionan en el Cesar.

VALORES DE LA UPC

Según Scopus, base de datos científica reconocida mundialmente, la UPC tiene más producción científica que otras universidades privadas regionales, colocando en entredicho el modelo de calidad y acreditación colombiano tal como lo manifestaron en la Conferencia Mundial de Educación Superior que acaba de terminar y que fue desarrollada del 18 al 20 de mayo de 2022, en Barcelona, España.

En esa conferencia se expresó que el sistema de aseguramiento de calidad colombiano no desborda el simplismo de “mirarse al ombligo”, de pensar únicamente en su “negocio” de matricular estudiantes, de compararse entre sí a ver cuál es mejor, de creer que su modelo universitario tradicional sigue teniendo vigencia plena, que las mejores universidades son las que tienen antigüedad, presencialidad plena, apellido o recursos, que la única investigación efectiva y de fondo es la que ellas producen, y que un sistema con calidad es aquel que se condiciona con indicadores subjetivos, requisitos, trámites, trabas, formatos, documentos  y modelos predefinidos de evaluación de la calidad.

POR CÉSAR TORRES MORENO/ESPECIAL PARA EL PILÓN 

Análisis
8 junio, 2022

Tras audiencia en el Congreso, urge un análisis real de la UPC

“No se puede seguir creciendo con catedráticos y unos cuantos ocasionales, transformando la universidad en una institución que propicia el rebusque de cátedras y ocasionalidades”


Universidad Popular del Cesar.
Universidad Popular del Cesar.

A propósito de la audiencia de rendición de cuentas de la Universidad Popular  del César, UPC, en el Congreso de la República y de un reciente editorial del periódico EL PILÓN; que  bueno sería de verdad un análisis real y no equivocado haciendo apología al desvirtuar la necesidad de contratar profesores de carrera como se ha pronosticado previamente y seguir creciendo con catedráticos y unos cuantos ocasionales, transformando la universidad en una institución que propicia el rebusque de cátedras y ocasionalidades; mientras se siguen desapareciendo y dilapidando  los recursos financieros en aspectos no misionales.

LA ALERTA DEL VICEMINISTRO

Me pregunto por qué no hizo eco la frase del Viceministro sobre que la UPC está muy lejos de la acreditación y además se preguntó qué pasó con los recursos que recibió y sin embargo el ejercicio presupuestal mostró déficit a pesar de haber recibido en el periodo 2018-2022 incrementos del 51.8%.

Este incremento fue en términos corrientes en la base presupuestal, y que seguramente lo único que ha permitido es desbordar las vinculaciones a través de las llamadas órdenes de prestación de servicios (OPS) con repetición de asignaciones de tareas y actividades a  contratistas en oposición a los funcionarios existentes en la planta global universitaria.

Estas vinculaciones de docentes se hacían para satisfacer intereses politiqueros y personales;  además por qué no se dice que los rectores han sido designados por el Consejo Superior Universitario (CSU) equivocadamente, de manera ligera, sin consulta estamentaria la mayoría de veces y luego el Consejo  de Estado  los tumba y en una actitud simplista encargan a otros sin ninguna responsabilidad en sus actuaciones jurídicamente culposas.

Inclusive,  estos encargos se hacen causando sanciones institucionales a través de  ventanas temporales de observación de inspección y vigilancia del MEN originando la aplicación del Artículo 24 literal p del Acuerdo Número 02 del 2022 del CESU  y qué decir de las acciones de los  delegados del MEN y de presidencia, de manera general con una absoluta indigencia  en temas universitarios, sin propuestas de ninguna clase y coadyuvando al desplome académico institucional, permitiendo la aparición de fiducias (segunda Universidad Pública en ese estado) e inspector in situ poco diligente y medidas de vigilancia especial afectando notablemente su autonomía institucional reconocida por la constitución política de Colombia.

La situación de la Universidad Popular del Cesar fue analizada en una audiencia de la Cámara de Representantes. 

EQUIVOCADA DINÁMICA ACADÉMICA

Respecto del comentario simplista de los 76 profesores de carrera, les recuerdo que solo podrían atender máximo 3.000 estudiantes, es decir la misma población estudiantil de la UPC de los años 80 con cuatro programas académicos de solo pregrado; y qué decir del 90% de los funcionarios administrativos provisionales con que cuenta en la actualidad, es decir, la carrera administrativa está desaparecida.

La Universidad necesita vincular al menos 400 profesores de carreras equivalentes de tiempo completo, bien sean  ocasionales, de medio tiempo y/o catedráticos para atender adecuadamente la actual población estudiantil, a través de concurso público de méritos, tal como lo acabó de realizar nuestra vecina universidad pública, en donde la mínima exigencia fue título de doctorado o su equivalente en áreas específicas y estratégicas con producción científica reconocida y egresados de las mejores universidades de Colombia y del mundo y no llenar estas necesidades con doctores de universidades mediocres, sin perfiles específicos y ninguna producción científica.

Los verdaderos profesores universitarios desbordan el simple ejercicio exclusivo de la docencia directa, acientífica y repetitiva, marcando diferencia frente a los profesores de los niveles educativos precedentes, debiendo realizar investigación, extensión creación de nuevos programas académicos de pregrado y formación avanzada, dirección de trabajos de grado y tesis de doctorado, material para eventos y congresos y otras actividades como preparación de material didáctico de apoyo que fortalezcan competencias y resultados de aprendizaje tanto cognitivos, praxiológicos y actitudinales logrando por consiguiente mejorar los resultados Saber Pro en fin su ulterior futuro profesional.

Acá la perversidad estará en reducir la actividad del profesor universitario exclusivamente a la docencia directa y dedicar su capacidad creadora a más de catorce horas semanales, afectando todos los procesos de acreditación y mejoramiento de la calidad institucional con los consecuentes perjuicios. 

Muy a pesar del manejo irresponsable de múltiples actores tanto internos como externos, auspiciados y propiciados por los clanes de la politiquería regional tradicionales, nuestra universidad muestra grandes logros en términos de producción de artículos, grupos de investigación, reconocimiento de investigadores, programas propios de maestrías y doctorados con egresados recientes, lo cual nos ubica bastante distantes de las universidades privadas que funcionan en el Cesar.

VALORES DE LA UPC

Según Scopus, base de datos científica reconocida mundialmente, la UPC tiene más producción científica que otras universidades privadas regionales, colocando en entredicho el modelo de calidad y acreditación colombiano tal como lo manifestaron en la Conferencia Mundial de Educación Superior que acaba de terminar y que fue desarrollada del 18 al 20 de mayo de 2022, en Barcelona, España.

En esa conferencia se expresó que el sistema de aseguramiento de calidad colombiano no desborda el simplismo de “mirarse al ombligo”, de pensar únicamente en su “negocio” de matricular estudiantes, de compararse entre sí a ver cuál es mejor, de creer que su modelo universitario tradicional sigue teniendo vigencia plena, que las mejores universidades son las que tienen antigüedad, presencialidad plena, apellido o recursos, que la única investigación efectiva y de fondo es la que ellas producen, y que un sistema con calidad es aquel que se condiciona con indicadores subjetivos, requisitos, trámites, trabas, formatos, documentos  y modelos predefinidos de evaluación de la calidad.

POR CÉSAR TORRES MORENO/ESPECIAL PARA EL PILÓN