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Editorial - 9 marzo, 2025

Tras 2 años de intervención, Emdupar sigue en incertidumbre

También, con base en los resultados, se escucharon voces críticas frente a si se justificaba o no la intervención de Emdupar por parte de la Superservicios.

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Justo cuando estamos a 12 días de cumplirse dos años de haber sido intervenida, por la Superintendencia Nacional de Servicios Públicos Domiciliarios, la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, la ciudadanía vallenata todavía no tiene suficiente claridad sobre el futuro de esta entidad.

Desde ese 23 de marzo de 2023, fecha en que fue intervenida Emdupar, muchas cosas han pasado alrededor de la empresa: se han designado dos agentes interventores, primero Pablo Jaramillo y el actual Jaime Palomino, que demostró amplitud para que se debatiera sobre la empresa en ejercicio de control político en el Concejo Municipal; y pese a los informes de rendición de cuentas públicas presentados, aún no se vislumbra una solución definitiva frente a la deficiente prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado en Valledupar.

Lo último que se conoce de Emdupar es el debate realizado por el Concejo Municipal el pasado viernes 7 de marzo, allí hubo posiciones encontradas frente a la actual situación general de la empresa, críticas a las cifras que se manejan, a los gastos operativos, pago de nóminas, cobertura y calidad del servicio y cuestionamientos al comportamiento ciudadano en cuanto al uso inadecuado del agua en comparación con ciudades como Bucaramanga. También, con base en los resultados, se escucharon voces críticas frente a si se justificaba o no la intervención de Emdupar por parte de la Superservicios.

El debate del Concejo Municipal había sido convocado para analizar lo relacionado con la creación de una nueva empresa que le prestaría los servicios de acueducto y alcantarillado a las zonas corregimentales de Valledupar, tema en torno al cual han surgido diversas especulaciones, pero terminó concentrándose la atención en la situación actual de Emdupar que sigue siendo preocupante aunque el actual agente interventor, Jaime Palomino, asegura que se han logrado avances importantes, algo que para los concejales y la ciudadanía aún no es suficiente. Palomino ha demostrado dinamismo y presencia en varios ámbitos.

Sin entrar en los detalles pormenorizados de la situación financiera de Emdupar, es evidente que en el momento no se tiene la mejor percepción de esa empresa, ni de la calidad de sus servicios y tampoco se sabe a ciencia cierta cuál será su futuro, si volverá al municipio, si será privatizada o liquidada, si contará con inversión del Gobierno nacional en razón al interés que ha mostrado el presidente Petro de entregársela nuevamente a la administración municipal.

El alcalde Ernesto Orozco ha dicho que Emdupar no será privatizada y que está dispuesto a cogerle la caña al presidente Petro para retomar su administración, pero de esos anuncios a la realidad el vacío sigue siendo inmenso. Ha manifestado que quiere tanto a la empresa pues él inició su vida laboral y administrativa trabajando en esa entidad por lo que de retomarla no la entregará a la politiquería ni al desgreño administrativo.

Compartimos el análisis de nuestro columnista Jesús Daza Castro cuando en su artículo concluye que “la intervención de Emdupar merece una total reflexión profunda y desapasionada, alejada de los discursos simplistas que ignoran la realidad estructural de la empresa. No se trató de información o cifras distorsionadas, sino de una crisis palpable que cada vallenato padecía en su diario vivir: un servicio de acueducto y alcantarillado ineficiente, con una administración negligente, indiferente, ineficiente y tarifas impuestas que, lejos de corresponderse con la calidad del servicio, parecían diseñadas con el propósito de crucificar a los usuarios en lugar de beneficiarlos”.

Editorial
9 marzo, 2025

Tras 2 años de intervención, Emdupar sigue en incertidumbre

También, con base en los resultados, se escucharon voces críticas frente a si se justificaba o no la intervención de Emdupar por parte de la Superservicios.


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Justo cuando estamos a 12 días de cumplirse dos años de haber sido intervenida, por la Superintendencia Nacional de Servicios Públicos Domiciliarios, la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, la ciudadanía vallenata todavía no tiene suficiente claridad sobre el futuro de esta entidad.

Desde ese 23 de marzo de 2023, fecha en que fue intervenida Emdupar, muchas cosas han pasado alrededor de la empresa: se han designado dos agentes interventores, primero Pablo Jaramillo y el actual Jaime Palomino, que demostró amplitud para que se debatiera sobre la empresa en ejercicio de control político en el Concejo Municipal; y pese a los informes de rendición de cuentas públicas presentados, aún no se vislumbra una solución definitiva frente a la deficiente prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado en Valledupar.

Lo último que se conoce de Emdupar es el debate realizado por el Concejo Municipal el pasado viernes 7 de marzo, allí hubo posiciones encontradas frente a la actual situación general de la empresa, críticas a las cifras que se manejan, a los gastos operativos, pago de nóminas, cobertura y calidad del servicio y cuestionamientos al comportamiento ciudadano en cuanto al uso inadecuado del agua en comparación con ciudades como Bucaramanga. También, con base en los resultados, se escucharon voces críticas frente a si se justificaba o no la intervención de Emdupar por parte de la Superservicios.

El debate del Concejo Municipal había sido convocado para analizar lo relacionado con la creación de una nueva empresa que le prestaría los servicios de acueducto y alcantarillado a las zonas corregimentales de Valledupar, tema en torno al cual han surgido diversas especulaciones, pero terminó concentrándose la atención en la situación actual de Emdupar que sigue siendo preocupante aunque el actual agente interventor, Jaime Palomino, asegura que se han logrado avances importantes, algo que para los concejales y la ciudadanía aún no es suficiente. Palomino ha demostrado dinamismo y presencia en varios ámbitos.

Sin entrar en los detalles pormenorizados de la situación financiera de Emdupar, es evidente que en el momento no se tiene la mejor percepción de esa empresa, ni de la calidad de sus servicios y tampoco se sabe a ciencia cierta cuál será su futuro, si volverá al municipio, si será privatizada o liquidada, si contará con inversión del Gobierno nacional en razón al interés que ha mostrado el presidente Petro de entregársela nuevamente a la administración municipal.

El alcalde Ernesto Orozco ha dicho que Emdupar no será privatizada y que está dispuesto a cogerle la caña al presidente Petro para retomar su administración, pero de esos anuncios a la realidad el vacío sigue siendo inmenso. Ha manifestado que quiere tanto a la empresa pues él inició su vida laboral y administrativa trabajando en esa entidad por lo que de retomarla no la entregará a la politiquería ni al desgreño administrativo.

Compartimos el análisis de nuestro columnista Jesús Daza Castro cuando en su artículo concluye que “la intervención de Emdupar merece una total reflexión profunda y desapasionada, alejada de los discursos simplistas que ignoran la realidad estructural de la empresa. No se trató de información o cifras distorsionadas, sino de una crisis palpable que cada vallenato padecía en su diario vivir: un servicio de acueducto y alcantarillado ineficiente, con una administración negligente, indiferente, ineficiente y tarifas impuestas que, lejos de corresponderse con la calidad del servicio, parecían diseñadas con el propósito de crucificar a los usuarios en lugar de beneficiarlos”.