SANTIAGO DE CHILE (AP) Un terremoto de magnitud 8,8 que devastó la región central de Chile ayer por la madrugada dejó al menos 82 muertos, destrozó puentes y edificios y desató un maremoto que amenazó casi todos los países con costas sobre el Pacífico. El ministro de interior chileno Edmundo Pérez Yoma dijo que el […]
SANTIAGO DE CHILE (AP)
Un terremoto de magnitud 8,8 que devastó la región central de Chile ayer por la madrugada dejó al menos 82 muertos, destrozó puentes y edificios y desató un maremoto que amenazó casi todos los países con costas sobre el Pacífico.
El ministro de interior chileno Edmundo Pérez Yoma dijo que el más poderoso terremoto en golpear el país en medio siglo mató por lo menos a 82 personas, pero la cifra de víctimas ascendía rápidamente.
La presidenta Michelle Bachelet declaró estado de catástrofe en tres regiones centrales del país y pidió a la nación conservar la calma y evitar salir a las calles.
En Talca, un pueblo a unos 105 kilómetros del epicentro, el periodista de AP Roberto Candia dijo que sintió como si una mano gigante lo hubiera sujetado y sacudido.
El centro histórico del pueblo, con la mayoría de construcciones de adobe, había colapsado casi en su totalidad, aunque la mayoría de edificios albergan comercios que a estaban vacíos a las 3:34 de la madrugada cuando ocurrió el sismo. Lugareños habían sacado al menos a cinco personas de los escombros mientras socorristas desorientados pedían informes a los periodistas mismos.
Varias carreteras quedaron destruidas y los servicios de electricidad, agua y teléfonos no funcionaban en muchas áreas, lo que significaba que no había contacto para conocer de muertes o daños de regiones enteras.
En Santiago de Chile, a 325 kilómetros al nordeste del epicentro, se encontraron media docena de vehículos volcados sobre el asfalto porque el segundo piso de una autopista sobre la que circulaban se desplomó. El museo de Bellas Artes mostraba daños graves, y un edificio de apartamentos con un estacionamiento de dos pisos, al colapsar, aplastó unos 50 autos cuyas alarmas sonaban sin parar.
Pérez Yoma indicó que las posibilidades de un maremoto se habían reducido en los territorios insulares y costeños chilenos después de que se produjeron oleajes altos y una subida de varios metros de la marea, especialmente en el archipiélago de Juan Fernández en donde sí “hubo una ola muy grande que inundó la parte baja del pueblo. Sí hay personas afectadas, pero no queremos dar detalles hasta que no sepamos”.
El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron 11 réplicas, de las cuales tuvieron una magnitud de 6 grados o más. El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros a las 3:34 am.
El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico indicó que se emitieron alertas de maremoto en 53 países de Sudamérica, Hawai, Australia y Nueva Zelanda, Japón, Filipinas, Rusia y varias islas del Pacífico.
Edificios reducidos a escombros o fracturados, autopistas y puentes colapsados, igual que los servicios telefónicos y de electricidad en amplios sectores de Santiago de Chile y la ciudad de Concepción, según podía apreciarse en la televisión chilena y los reportes oficiales.
En Concepción, al sur de la capital, se vieron escenas de camiones caídos en grietas abiertas en la tierra, viviendas derrumbadas y edificios en llamas.
El ministro de interior calificó el terremoto como “devastador”, pero más tarde dijo que las autoridades de defensa civil estaban reaccionando y actuando conforme los planes del país y hasta ahora funcionaban adecuadamente.
El epicentro del sismo se ubicó a 115 kilómetros de Concepción, junto al río Bío Bío y a 96 kilómetros del centro de esquí de Chillán, uno de los destinos de esquí andinos que quedó destruido tras un sismo en 1939. Varias réplicas de 5 y 6 grados se reportaron después del sismo principal.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones René Cortázar pidió a los chilenos hacer llamadas telefónicas y viajes solo cuando sea “absolutamente necesario”. Dijo que las líneas terrestres y celulares han sido afectadas gravemente.
Cortázar también informó que el subterráneo de Santiago ha sido cerrado y que cientos de autobuses no podían salir de la terminal porque un puente cercano se derrumbó.
El aeropuerto internacional de Santiago estaba cerrado y permanecerá así por lo menos 24 horas porque la terminal de pasajeros sufrió daños de consideración, dijo el director del mismo Eduardo del Canto a la televisión local.
Varios hospitales han sido evacuados por los daños provocados por el sismo, dijo Bachelet, y aclaró que por el momento Chile no estaba pidiendo ayuda internacional.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico indicó que “la verificación del nivel del mar indica que se generó un maremoto. Podría haber resultado destructivo en las costas cerca del epicentro del terremoto y también podría ser una amenaza para las costas más distantes”.
El terremoto más fuerte que se ha registrado en la misma zona de Chile ocurrió en 1960. El terremoto de magnitud de 9,5 cobró 1.655 vidas y dejó a dos millones de personas sin hogar. El tsunami que provocó ese terremoto llevó a muertes incluso en Hawai, Japón y Filipinas y causó daños a la costa oeste de Estados Unidos.
SANTIAGO DE CHILE (AP) Un terremoto de magnitud 8,8 que devastó la región central de Chile ayer por la madrugada dejó al menos 82 muertos, destrozó puentes y edificios y desató un maremoto que amenazó casi todos los países con costas sobre el Pacífico. El ministro de interior chileno Edmundo Pérez Yoma dijo que el […]
SANTIAGO DE CHILE (AP)
Un terremoto de magnitud 8,8 que devastó la región central de Chile ayer por la madrugada dejó al menos 82 muertos, destrozó puentes y edificios y desató un maremoto que amenazó casi todos los países con costas sobre el Pacífico.
El ministro de interior chileno Edmundo Pérez Yoma dijo que el más poderoso terremoto en golpear el país en medio siglo mató por lo menos a 82 personas, pero la cifra de víctimas ascendía rápidamente.
La presidenta Michelle Bachelet declaró estado de catástrofe en tres regiones centrales del país y pidió a la nación conservar la calma y evitar salir a las calles.
En Talca, un pueblo a unos 105 kilómetros del epicentro, el periodista de AP Roberto Candia dijo que sintió como si una mano gigante lo hubiera sujetado y sacudido.
El centro histórico del pueblo, con la mayoría de construcciones de adobe, había colapsado casi en su totalidad, aunque la mayoría de edificios albergan comercios que a estaban vacíos a las 3:34 de la madrugada cuando ocurrió el sismo. Lugareños habían sacado al menos a cinco personas de los escombros mientras socorristas desorientados pedían informes a los periodistas mismos.
Varias carreteras quedaron destruidas y los servicios de electricidad, agua y teléfonos no funcionaban en muchas áreas, lo que significaba que no había contacto para conocer de muertes o daños de regiones enteras.
En Santiago de Chile, a 325 kilómetros al nordeste del epicentro, se encontraron media docena de vehículos volcados sobre el asfalto porque el segundo piso de una autopista sobre la que circulaban se desplomó. El museo de Bellas Artes mostraba daños graves, y un edificio de apartamentos con un estacionamiento de dos pisos, al colapsar, aplastó unos 50 autos cuyas alarmas sonaban sin parar.
Pérez Yoma indicó que las posibilidades de un maremoto se habían reducido en los territorios insulares y costeños chilenos después de que se produjeron oleajes altos y una subida de varios metros de la marea, especialmente en el archipiélago de Juan Fernández en donde sí “hubo una ola muy grande que inundó la parte baja del pueblo. Sí hay personas afectadas, pero no queremos dar detalles hasta que no sepamos”.
El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron 11 réplicas, de las cuales tuvieron una magnitud de 6 grados o más. El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros a las 3:34 am.
El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico indicó que se emitieron alertas de maremoto en 53 países de Sudamérica, Hawai, Australia y Nueva Zelanda, Japón, Filipinas, Rusia y varias islas del Pacífico.
Edificios reducidos a escombros o fracturados, autopistas y puentes colapsados, igual que los servicios telefónicos y de electricidad en amplios sectores de Santiago de Chile y la ciudad de Concepción, según podía apreciarse en la televisión chilena y los reportes oficiales.
En Concepción, al sur de la capital, se vieron escenas de camiones caídos en grietas abiertas en la tierra, viviendas derrumbadas y edificios en llamas.
El ministro de interior calificó el terremoto como “devastador”, pero más tarde dijo que las autoridades de defensa civil estaban reaccionando y actuando conforme los planes del país y hasta ahora funcionaban adecuadamente.
El epicentro del sismo se ubicó a 115 kilómetros de Concepción, junto al río Bío Bío y a 96 kilómetros del centro de esquí de Chillán, uno de los destinos de esquí andinos que quedó destruido tras un sismo en 1939. Varias réplicas de 5 y 6 grados se reportaron después del sismo principal.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones René Cortázar pidió a los chilenos hacer llamadas telefónicas y viajes solo cuando sea “absolutamente necesario”. Dijo que las líneas terrestres y celulares han sido afectadas gravemente.
Cortázar también informó que el subterráneo de Santiago ha sido cerrado y que cientos de autobuses no podían salir de la terminal porque un puente cercano se derrumbó.
El aeropuerto internacional de Santiago estaba cerrado y permanecerá así por lo menos 24 horas porque la terminal de pasajeros sufrió daños de consideración, dijo el director del mismo Eduardo del Canto a la televisión local.
Varios hospitales han sido evacuados por los daños provocados por el sismo, dijo Bachelet, y aclaró que por el momento Chile no estaba pidiendo ayuda internacional.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico indicó que “la verificación del nivel del mar indica que se generó un maremoto. Podría haber resultado destructivo en las costas cerca del epicentro del terremoto y también podría ser una amenaza para las costas más distantes”.
El terremoto más fuerte que se ha registrado en la misma zona de Chile ocurrió en 1960. El terremoto de magnitud de 9,5 cobró 1.655 vidas y dejó a dos millones de personas sin hogar. El tsunami que provocó ese terremoto llevó a muertes incluso en Hawai, Japón y Filipinas y causó daños a la costa oeste de Estados Unidos.