Hoy, en Jóvenes Opinan sobre la Paz. Juan David Vargas, uno de los fundadores de la sociedad de debate ‘Carlos Gaviria Díaz’ de la Universidad Popular del Cesar.
Juan David Vargas es un abogado de 24 años de edad, recién egresado de la Universidad Popular del Cesar. Es también judicante en la Corte Constitucional y fundador de la única sociedad de debate de la costa Atlántica, en la que se promueve un espacio de diálogo y respeto de las diferencias.
Como joven visionario y defensor de los derechos humanos, considera que sólo desde las ciencias humanas y políticas pueden generarse cambios significativos en la sociedad. Por ello, en diálogo EL PILÓN contó su percepción sobre la paz y los escenarios que plantean los cambios socio – políticos que enfrenta el país.
Creería que en el nuevo escenario que se presentaría cuando se firme el acuerdo, los jóvenes tendríamos una participación política mucho más activa, tendremos esencialmente que ser los generadores de cambio. La paz está firmada es para esta nueva generación así que las posiciones y consideraciones políticas van a pasar en gran parte por la ampliación de participación que nos den a los jóvenes. La política pública se va a construir es para nosotros, quienes somos los que vamos a ejecutar esa paz y la vamos a poder disfrutar finalmente.
Creo que la educación actual está en un estado supremamente malo. Nos estamos educando para seguir viviendo en guerra, seguimos solucionando los conflictos en los ambientes escolares, universitarios y además anteponiendo siempre las formas de hacerlo con discordia. Entonces, estamos ante un estado en el que todo se soluciona así y nos educa para ello. Los discursos siguen siendo muy de guerra; históricamente estudiamos las distintas guerras pero nunca encontramos las causas que generaron la esperanza en esos momentos, no leemos cosas que sean significativas, que construyan esperanza a futuro y no solamente pensar que hubo exterminio y guerra. Hacia el futuro creo que tenemos que empezar a educarnos en función de resolver los conflictos a través del diálogo, del respeto por la diferencia, del entendimiento de las diferencias y que en nuestros ambientes educativos nos enseñen a promover el respeto por la singularidad ajena y por el diálogo
El mayor aporte que podemos hacer los jóvenes es aportarle a la discusión nuevas perspectivas. En la paz necesitamos nuevas y renovadas ideas de cómo vamos a empezar a convivir, de cómo esas reglas se van a modificar. Si los que hicieron la guerra fueron finalmente nuestros antepasados, que nos enseñaron a hacer la guerra, nuestro aporte tiene que ser la enseñanza de que todo se puede solucionar mediante el diálogo. El mayor aporte es darle esas nuevas ideas que nosotros tenemos para construir país. Nos entregaron un país que tenía lógicas de guerra, nosotros vamos a dar nuestras lógicas que son de respeto, de tolerancia, de no discriminación.
Creo que una vez se haga la formalización del acuerdo y se ratifique el 13% que en el plebiscito se solicitó, al día siguiente, el 3 de octubre, todos vamos a amanecer desconcertados porque la firma del acuerdo no trae una paz inmediata. No es que se haga la firma y al otro día la sociedad ya está en paz. Pienso que lo que realmente va a suceder después del proceso es que las lógicas de la sociedad colombiana van a tener que empezar a cambiar y es que todos nos vamos a sentir como naciendo de nuevo porque vamos a estar en un país que no es el nuestro, es estar acostumbrados a un estado de guerra y de repente es quizá estar en un país civilizado por fin. Las consecuencias serán básicamente que una vez se firme el proceso todos vamos a estar en un lugar en el que no sabríamos desenvolvernos y pienso que todos vamos a intentar reconocer la individualidad ajena, el respeto por la diferencia y no querer anular el pensamiento diferente.
A los jóvenes del departamento les está haciendo falta entender el momento histórico en el que se encuentran, la responsabilidad que nos ha sido asignada y la comprensión del problema, de la coyuntura, entender que las decisiones que vamos a tomar en este momento van afectar directamente a todas las generaciones futuras. Nos falta comprender la situación histórica en la que estamos inmiscuidos y un poco de sensibilidad hacia las zonas rurales, entender que el problema lo han vivido familias enteras de los campos, los pueblos que han sido marginados y que han sufrido eventualmente las consecuencias de la guerra mientras que a las nuestras, en la comodidad de las ciudades, no les ha tocado.
Por Daniela Marbello / EL PILÓN
[email protected]
Hoy, en Jóvenes Opinan sobre la Paz. Juan David Vargas, uno de los fundadores de la sociedad de debate ‘Carlos Gaviria Díaz’ de la Universidad Popular del Cesar.
Juan David Vargas es un abogado de 24 años de edad, recién egresado de la Universidad Popular del Cesar. Es también judicante en la Corte Constitucional y fundador de la única sociedad de debate de la costa Atlántica, en la que se promueve un espacio de diálogo y respeto de las diferencias.
Como joven visionario y defensor de los derechos humanos, considera que sólo desde las ciencias humanas y políticas pueden generarse cambios significativos en la sociedad. Por ello, en diálogo EL PILÓN contó su percepción sobre la paz y los escenarios que plantean los cambios socio – políticos que enfrenta el país.
Creería que en el nuevo escenario que se presentaría cuando se firme el acuerdo, los jóvenes tendríamos una participación política mucho más activa, tendremos esencialmente que ser los generadores de cambio. La paz está firmada es para esta nueva generación así que las posiciones y consideraciones políticas van a pasar en gran parte por la ampliación de participación que nos den a los jóvenes. La política pública se va a construir es para nosotros, quienes somos los que vamos a ejecutar esa paz y la vamos a poder disfrutar finalmente.
Creo que la educación actual está en un estado supremamente malo. Nos estamos educando para seguir viviendo en guerra, seguimos solucionando los conflictos en los ambientes escolares, universitarios y además anteponiendo siempre las formas de hacerlo con discordia. Entonces, estamos ante un estado en el que todo se soluciona así y nos educa para ello. Los discursos siguen siendo muy de guerra; históricamente estudiamos las distintas guerras pero nunca encontramos las causas que generaron la esperanza en esos momentos, no leemos cosas que sean significativas, que construyan esperanza a futuro y no solamente pensar que hubo exterminio y guerra. Hacia el futuro creo que tenemos que empezar a educarnos en función de resolver los conflictos a través del diálogo, del respeto por la diferencia, del entendimiento de las diferencias y que en nuestros ambientes educativos nos enseñen a promover el respeto por la singularidad ajena y por el diálogo
El mayor aporte que podemos hacer los jóvenes es aportarle a la discusión nuevas perspectivas. En la paz necesitamos nuevas y renovadas ideas de cómo vamos a empezar a convivir, de cómo esas reglas se van a modificar. Si los que hicieron la guerra fueron finalmente nuestros antepasados, que nos enseñaron a hacer la guerra, nuestro aporte tiene que ser la enseñanza de que todo se puede solucionar mediante el diálogo. El mayor aporte es darle esas nuevas ideas que nosotros tenemos para construir país. Nos entregaron un país que tenía lógicas de guerra, nosotros vamos a dar nuestras lógicas que son de respeto, de tolerancia, de no discriminación.
Creo que una vez se haga la formalización del acuerdo y se ratifique el 13% que en el plebiscito se solicitó, al día siguiente, el 3 de octubre, todos vamos a amanecer desconcertados porque la firma del acuerdo no trae una paz inmediata. No es que se haga la firma y al otro día la sociedad ya está en paz. Pienso que lo que realmente va a suceder después del proceso es que las lógicas de la sociedad colombiana van a tener que empezar a cambiar y es que todos nos vamos a sentir como naciendo de nuevo porque vamos a estar en un país que no es el nuestro, es estar acostumbrados a un estado de guerra y de repente es quizá estar en un país civilizado por fin. Las consecuencias serán básicamente que una vez se firme el proceso todos vamos a estar en un lugar en el que no sabríamos desenvolvernos y pienso que todos vamos a intentar reconocer la individualidad ajena, el respeto por la diferencia y no querer anular el pensamiento diferente.
A los jóvenes del departamento les está haciendo falta entender el momento histórico en el que se encuentran, la responsabilidad que nos ha sido asignada y la comprensión del problema, de la coyuntura, entender que las decisiones que vamos a tomar en este momento van afectar directamente a todas las generaciones futuras. Nos falta comprender la situación histórica en la que estamos inmiscuidos y un poco de sensibilidad hacia las zonas rurales, entender que el problema lo han vivido familias enteras de los campos, los pueblos que han sido marginados y que han sufrido eventualmente las consecuencias de la guerra mientras que a las nuestras, en la comodidad de las ciudades, no les ha tocado.
Por Daniela Marbello / EL PILÓN
[email protected]