Las nubes se mecían libres, y la brisa fresca y generosa, acariciaba suavemente las pieles y los espíritus resecos, porque en este pueblo, el día que llueve hace frío y el susurro sutil del viento desgaja raudo y delicioso desde lo alto, un ansiado aguacero que moja y entripa este rinconcito de nuestra patria hermosa que todos queremos, porque según cuentan nuestros viejos, en Sincé todos los años le crecen las alas al viento.
Wilfredo nació con la habilidad excepcional de memorizar y lo puso en práctica aprendiéndose todo lo relacionado con los personajes de la música vallenata.