Con la música de los territorios, no sé por qué, ese afán de intervenirla, de cambiarla, de fusionarla, de reemplazarla; lo más grave es que se hace el intento por parte de exponentes jóvenes, del seno de la misma comunidad que la practica y que dicen defenderla.
Es un hecho innegable y lo reconocemos: somos cesarenses, pero no vallenatos; nos gusta la música de acordeón, la parrandeamos, nos gustan algunos cantos, pero lo nuestro son las tamboras.
Desde la Oficina Asesora de Cultura que adelanta el Plan Departamental de Música se viene realizando un trabajo de investigación, rescate y visibilización de esta manifestación musical propia del sur y centro del Cesar.
Aunque la planta física no puede ser reparada, los estudiantes de Bellas Artes esperan solución a sus otros problemas.
Los jóvenes que no tienen acceso a la educación o que ya terminaron el bachillerato también tendrán la oportunidad de participar en las escuelas de formación musical.