El ciudadano manifestó que lo mismo le ocurrió a unos amigos, a quienes también les debitaron dinero de sus cuentas bancarias debido a la suscripción no consentida.
La caravana fue suspendida la noche del jueves, sin embargo, Bosconia se cubrió de una tensa calma que llevó al comercio a cerrar y se redujo el tráfico vehicular.