La figura del pensador cartagenero Rafael Núñez y su espíritu ha dejado una huella profunda en la historia nacional. Es el arquitecto del Estado autoritario, confesional y de la organización del poder centralista con un fuerte régimen presidencialista.
El Olimpo Radical no le da respiro. Jamás perdonaría la alianza de Núñez con los conservadores. Vargas Vila ya galopaba su desbordada pluma, escribiendo que aquél “pertenecía a la raza triste de los tiranos filósofos: déspotas por hastío”.