Alejo quedó inmortalizado a través de toda su gesta musical, la cual arrancó al coronarse como el primer Rey Vallenato en el año 1968, teniendo en su pecho aquel famoso ‘Pedazo de acordeón’.
Las calles de Valledupar y el corregimiento de Guacoche fueron los escenarios escogidos para el rodaje de la miniserie ‘Mi pedazo de acordeón’.