En las próximas semanas, los liberales del Cesar elegirán a sus directivos, pensando en las elecciones de octubre. Aunque está dividido, el partido quiere ser la principal fuerza del departamento.
Según sus directivos, el partido se ha convertido en una fábrica de avales porque a pesar de tener mayorías en el Congreso, en los últimos años no han logrado tantas representaciones en los territorios.
Además de no aceptar la candidatura de Muvdi a la Cámara, lo de entregar las banderas del partido rojo en el Cesar a Chichí Quintero y su hijo, Carlos Felipe Quintero, quienes vienen de Cambio Radical, “sin consultar a las bases”, no gustó en la familia política.
Cristo estará en asamblea general con víctimas liberales y sin partido.