La Ley contra el ruido obliga a los municipios con más de 100.000 habitantes como Valledupar a desarrollar planes de gestión contra el ruido, incluyendo diagnósticos y estrategias específicas para cada territorio.
La Organización Mundial de la Salud señala que la contaminación acústica puede causar estrés, insomnio, ansiedad, disminución de la productividad laboral y problemas de convivencia.