Soplaban ráfagas de viento, las hojas caídas de los árboles corrían agitándose como intentando adherirse nuevamente a ellos.
En una noche de muchas estrellas y una luna muy brillante, las mejores amigas Amaris y Ayla estaban de pijamada, a ellas les encantaba ver la luna, decían que su brillo era hermoso y que durante la noche las alumbraba.
Mi auto falló en mitad de la nada, a mi alrededor solo había una densa selva, era un fin de semana donde la única persona que tomó ese camino fui yo.
Juan, el que ama a sus hijos, el que poca infancia tuvo, el mismo que jornaleando y recogiendo café levantó lo suyo; aunque me pregunto ¿qué ha levantado aparte de sus hijos? ¿Serán acaso las cuatro paredes donde caben dos camas, medio baño y una estufa de dos fogones?
En la era de los vikingos existía un reino llamado Soindra, era común ver ataques de dragones. El rey y el consejo deseaban eliminarlos y decidió dar la mitad de su reino a quien acabará con ellos, nadie se atrevía a enfrentarlos, aun sabiendo dónde estaban. No sabían cómo atacar. Un joven llamado Perseo se […]
Aquella tarde cuando vi a los guardias del castillo, recuerdo LA MUERTE DE MI PADRE, el hombre que me enseñó cosas prohibidas como escribir y leer. Mi padre fue fusilado. Después de eso quedamos en una gran pobreza. Mi madre pedía que saliera mientras llegaban hombres a casa, sabía que algo estaba mal. Mi madre […]
En un pueblo lejano, un joven pintor ganó un premio muy famoso en un torneo de pintores con su pintura flor carmesí que es un campo de flores que crecían cerca del pueblo donde vivía.
En el poblado donde vivíamos nunca sucedía nada extraño. Era un lugar apacible y seguro, por eso, un día, aprovechando la llegada de mi hermano mayor que estaba de vacaciones, le pedí que fuéramos a conocer un bosque hermoso que estaba del otro lado del río. Pedimos permiso a nuestros padres y salimos.
Un día como cualquier otro, una joven llamada Melani fue a la tienda a comprar un dulce, pero, antes de llegar a la tienda se encontró en el piso un ticket que decía: código para ser princesa.
Todo comenzó en un día cualquiera con un hermoso cielo y una cálida temperatura, estaba caminando por el bosque admirando la naturaleza intentando hallar un lugar que era muy famoso, ya llevaba tiempo caminando y estaba muy cansado, sin duda asombrado por los bellos paisajes; entonces tropecé con una raíz de un gran árbol y caí dándome unos fuertes golpes en mi cuerpo, el dolor y las heridas ocasionadas eran muy graves y aunque comencé a sentir miedo, tomé una rama y me apoyé en ella para poder caminar, estaba tan perdido y mareado que no podía recordar cómo volver.
Desperté en una habitación en la que nunca había estado, pero me resultaba bastante familiar, así que en un tono fuerte dije - ¿hay alguien ahí? Me sentía seguro, era como una extraña sensación de Beja vu, en un instante me levanté de la cama y me dirigí hacia la puerta, mis pisadas se hacían sentir en toda la habitación, abrí cuidadosamente, al salir me encontré con un extenso pasillo lleno de puertas, era realmente escalofriante y parecía no tener fin.
Rosando con mis pies desnudos el sereno mañanero, sentí pasar muy cerca de mis oídos el zumbido de la brisa que golpea fuerte mi cuerpo asegurándose de que esté ahí, mi cabello se eriza moviéndose con prisa, mis poros destilan vapor con fragancia a café, rosadas están mis mejillas, pero no todo lo que veo son maravillas, siento cada vez más cerca, mi peor pesadilla.
1991, distritos de consuegra, Toledo. En un hogar humilde y acogedor vivía una feliz familia, conformada por los padres y su único hijo, llamado Adam, todos los días Adam y su madre salían a la calle a jugar al futbol, o se iban de paseo al parque junto a su padre, eran momentos inolvidables para Adam, tenía la familia perfecta, la que todos podrían desear.
¡Érase una vez! Un día, llegó el alcalde con su esposa a prenderla, ya que ésta era de las farolas que se encendían con fósforos.
Un día me conto mi papá, que mi abuela tenía un mochilón donde ella transportaba todo lo que le regalaban cuando salía a visitar.
Pedro tenía un sueño y le pidió a Dios que se lo realizara… conocer Patillal, pues todos hablaban mucho de él, sus padres en su cumpleaños lo llevaron allí para que lo conociera, le conto a sus amigos de lo emocionado que estaba pues se encontraba en… Patillal. leer
Despierto, me doy cuenta que algo hace falta en casa, me siento a la mesa, pero… - ¡qué soledad!
¡Maldita sea! Dije mientras me levantaba del ya zarrapastroso edredón. Ha pasado el tiempo y siento como aún la miseria se apodera de mí.
Habían caído unas gotas pasmosas la noche anterior, el amanecer se tornaba frio y se veía niebla a través de la ventana, en cama se encontraba una mujer hermosa, la más bella, de las que jamás hubiese podido imaginar.
Había una vez un hombre llamado Juan, era un hombre alto de ojos claros y piel blanca, era agricultor le gustaba sembrar y cosechar sus sembrados y los salía a vender al pueblo.
En una colina muy lejana vivía un conejo aventurero que quería conocer un bosque encantando, pero sus amigos le decían que ere muy pequeño para su aventura.