Emilia trabajaba en un puesto de comidas a orillas de la carretera que de Valledupar conduce a Bosconia, exactamente donde hoy se ubica el corregimiento de Caracolí.
Juancho y yo nacimos a orillas de la ciénaga de Cerro de San Antonio, en lugares distintos pero que comparten, además de sus aguas, el que no sean conocidos por sus nombres, al de él lo identifican como Caimán, al mío, Charanga.