El procedimiento correspondió a dos denuncias por los delitos de hurtos, receptación abuso de confianza, ofrecimientos engañosos de productos y servicios, falsedad marcaría y usurpación de marcas y patentes.
Según los policías que participaron en el operativo, los paquetes hallados estaban sellados y tenían una especie de logotipos de alas.
La Policía incautó 315 kilos de pescado que no cumplen con las condiciones mínimas para su comercialización, almacenamiento, trasporte y mucho menos venta o consumo.