Confiada que la petición de su corazón será cristalizada por el inmenso poder de Dios, Orieta Díaz asistió con mucha devoción y entusiasmo a los siete viernes de Jericó, actividad de la parroquia La Concepción, que tenía como frase máxima: ‘derribar las murallas de los feligreses’, bien sea espirituales, sentimentales, económicas, de salud, entre otras situaciones.
Los feligreses, vestidos de blanco y con velas en sus manos, enviaron un mensaje de reconciliación y paz al prójimo.
La conmemoración católica promovida por la iglesia ‘Inmaculada Concepción’ de Valledupar se desarrollará el 31 de mayo en la plaza ‘Alfonso López’.