De 3.300 pesos que se conseguía el galón de gasolina venezolana, éste pasó a 5.262 pesos, pero en las calles se disparó a 8 y 9 mil pesos.
Parece una ola que inunda toda la ciudad. Vendedores ambulantes, avisos instalados en los andenes o que impiden la visibilidad de los conductores, construcciones que se toman la vía peatonal, puestos de comidas en las esquinas, entre otros son los ‘pecados’ capitales del espacio público de Valledupar.