El hecho ocurrió en la vereda Parabel, zona rural del municipio de Pueblo Bello, Cesar.
El hombre con rasgos indígenas remitido por la EPSI Dusakawi al centro asistencial no revestía grado de gravedad en las heridas recibidas en la espalda por los perdigones de escopeta.
Un menor de 13 años falleció cuando manipulaba una escopeta a escondidas de sus padres, haciendo que el cañón lo expulsara hacia atrás y se le incrustó en el tórax, produciéndole la muerte de forma inmediata.
Según el hombre de 42 años, se salvó de los disparos porque se resbaló en un terreno arenoso y milagrosamente solo fue rozado por las balas en la espalda y rostro.