El enfermero empezó a sentir los síntomas días después de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer.
Las heridas las sufrió en el tercio superior izquierdo y brazo del mismo lado, ocasionándole la muerte inmediatamente.
Después de varias horas recluido en la Clínica Pediátrica de Valledupar, murió en la madrugada de ayer German Pardo Galvis, de 36 años, tras aparentemente decidir ingerir veneno en su residencia localizada en Curumaní, Cesar.