Los hijos no deseados de madres y hogares menesterosos nacen con altísimos riesgos de llegar a ser verdaderos caldos de cultivos delincuenciales, poco o nada valiosos para la humanidad, lamentablemente, esto ocurre con más frecuencia en los países subdesarrollados y, desafortunadamente, nuestro país es uno de los tantos carentes de prosperidad.