El transporte de los votantes, las visitas a los municipios, los pasacalles y los mercados para incentivar a que las comunidades asistan a los eventos de proselitismo político, son gastos que se ocultan de los registros que envían algunos congresistas al CNE.
No voy a referirme con nombre propio a campaña alguna porque no se trata de criticar el funcionamiento de una de ellas en especial, simplemente enumeraré características que incluso pueden ser comunes a varias y que al calor de la contienda no son percibidas por los protagonistas, pero que al momento de contar los votos pasarán su cuenta de cobro, muy seguramente poniendo en riesgo la elección.
A partir de este lunes, 5 de febrero, la Procuraduría General de la Nación y el Consejo Nacional Electoral inspeccionarán, de manera conjunta, las campañas electorales en el país.
Penas de prisión y altas multas para quienes violen topes de campañas electorales y utilicen recursos de fuentes prohibidas