Los comerciantes del centro histórico se mantienen a la espera de una reunión con la Alcaldía, para establecer un cronograma de obras que pueda cumplirse, para no afectar la dinámica económica del sector.
De no renovar la matrícula mercantil, el empresario se expone a sanciones económicas o al cierre del negocio. Así, la Superintendencia maneja información de quiénes no renuevan respecto al año anterior.