La verdadera entrega, aquella que nos hará decir como San Pablo, no es la de nuestra vida exterior, sino la del interior, de la voluntad. Nuestra alma es el asiento de nuestra personalidad, es nuestra identidad, lo que nosotros somos.
De cinco congresistas que tiene el Cesar, incluido un Senador, solo dos acudieron a la reunión convocada por los productores para plantear sus necesidades.