Se trata de Juan Simón Cantillo Raigoza y su hija Keila Sandrith Cantillo, asesinados por los paramilitares en el año 2002.
Los homicidas purgarán una condena por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo sucesivo y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego agravado.