Valledupar inicia esta semana con un lunes cargado de mucho folclor. A partir de las 8 a.m. es el comienzo de los concursos de la versión número 58 del Festival de la Leyenda Vallenata y qué mejor que la apertura de la competencia sea precisamente con acordeón y con los niños y jóvenes que cimientan la música vallenata.

Este lunes se abrirán un total de 159 acordeones en manos de los concursantes en las categorías de Acordeón Infantil, Acordeonera Menor, Acordeón Juvenil y Acordeón Aficionado, cuyos sonidos le están notificando al mundo que en Valledupar comenzó la fiesta más auténtica de Colombia, el Festival Vallenato.

Competirán 79 acordeoneros aficionados y 80 niños en las distintas categorías infantiles, cifras que nos cautivan para programarnos y asistir a ver a la participación de los menores en el Centro Recreacional La Pedregosa, mientras que a los aficionados los podemos observar en el Parque de Los Algarrobillos, de Valledupar. Es una buena antesala para los 71 participantes del concurso de acordeoneros profesionales que será a partir del miércoles 30 de abril en la plaza Alfonso López.

El solo hecho de imaginar la ejecución del acordeón en los cuatro aires de la música vallenata: paseo, merengue, son y puya, son motivos suficientes para no perdernos esa folclórica programación y vivir de manera presencial esos tonos musicales que ya muy poco se escuchan en las emisoras y demás medios de difusión. Es entonces una gran oportunidad para conectarnos con las raíces de nuestro folclor vallenato.

Precisamente, ante la falta de mayor difusión por razones comerciales, estos concursos se convierten en el último bastión que queda para seguir esa lucha en pro de la conservación de las formas vernáculas de nuestra música vallenata, ahí radica la enorme importancia del Festival Vallenato al permitir la supervivencia y valoración de los cuatro aires musicales y que además se respeten los principios rectores de sus respectivas interpretaciones.

Ante la permanente amenaza de las innovaciones y las ahora llamadas evoluciones musicales, estos concursos son un recorderis todos los años de la importancia de los cuatro aires musicales vallenatos y obligan a que los niños, jóvenes y a todo aquel se inicie en el aprendizaje de la interpretación del acordeón, se esfuercen por lograr el máximo nivel de la calidad de su ejecución, solo así podrá ser competitivo en el Festival de la Leyenda Vallenata.

No debe ser una labor solo del Festival de la Leyenda Vallenata, todos los gestores culturales, empresariales, académicos, medios de comunicación y de cualquier otra índole regional, hemos de estar activos y dispuestos para que durante los 365 días del año se alimente en los jóvenes el amor por la música vallenata raizal a partir de la ejecución del acordeón, pero en su versión original, abordando los cuatro aires vallenatos.

Es preciso echarle una mirada de apoyo y valoración a las distintas escuelas de enseñanza del acordeón existentes en Valledupar y fuera de la región, a estas se les debe un reconocimiento especial.

Ha llegado entonces la temporada más esperada del año para concentrar toda nuestra atención en su majestad, el acordeón.

Lo que falta: paro minero, por huelga laboral

De declararse en los próximos días, ya agotada la negociación directa, una huelga por los trabajadores de Drummond, que podría extenderse en la práctica un trimestre, al cesar el pago de salarios, más otros servicios relacionados con la actividad, se agravaría aún más la situación no solo para los mismos trabajadores directos -y también los indirectos- sino para la economía y el ingreso de la región, bastante afectado en esta época de vacas flacas, escaso poder adquisitivo y poca circulación del dinero.