Cuando se abría la posibilidad para las víctimas y la JEP de tener a Trinidad en Colombia, al parecer, se ha evaporado.
El expresidente de la República, Iván Duque, publicó en su página web una carta, en idioma inglés, dirigida al presidente Joseph Biden, el pasado 27 de noviembre, manifestando reparos a la posibilidad de un indulto al exdirigente de las extintas Farc argumentando razones de democracia y justicia, petición que había venido últimamente apoyando el gobierno colombiano.
Simón Trinidad fue condenado por la justicia norteamericana, luego de su captura en Ecuador en el 2024, su regreso a Colombia y su extradición por parte del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Se le endilgó entonces responsabilidad en el secuestro de las FARC de varios ciudadanos, entre ellos tres norteamericanos, y tráfico de drogas; cargo este que justificó su remisión al país del norte y que fue desestimado por la justicia norteamericana. Sin embargo, fue condenado por el caso de sus ciudadanos a 60 años de prisión, con el argumento de que hizo parte del Secretariado y Estado Mayor de las FARC; señalamiento que negó la guerrilla que si recordó su papel negociador en las conversaciones que adelantó con el presidente Andrés Pastrana en la zona de distensión de El Caguán. Trinidad desde su captura completa más de 20 años en prisión.
Es de anotar que el presidente Uribe, según se conoció en los filtrados archivos, conocidos como los ‘wikileaks’, que revelaron secretos de las relaciones estadounidenses en el mundo, tuvo un papel determinante en ese traslado y lanzó un ultimátum, con plazo, a las FARC para que liberara a los secuestrados a cambio de la libertad de Trinidad, pero la guerrilla no aceptó la liberación de 63. Estaba urgido Uribe en su traslado dice, según ‘wikileaks”, y transcribe un reporte de la propia embajada en Colombia en que manifiesta “… que no tiene conocimiento de ninguna investigación pendiente contra este conocido narcoterrorista, por las agencias estadounidenses de aplicación de la ley WOOD”.
En el ámbito local, en la región natal de Trinidad, Valledupar, cuyo verdadero nombre es Ricardo Palmera Pineda, se le conoció como un economista, profesor universitario y funcionario de banco, que renunció a una cómoda vida burguesa por abrazar a las FARC, mientras sus compañeros visibles, afines políticamente, y profesionales universitarios principalmente, fueron asesinados o tomaron el camino del exilio, como fue la trayectoria en Suecia, de la hoy senadora Imelda Daza. En “esos grupos profesionales se acompañó a Luis Carlos Galán y al movimiento Firmes, del que simpatizó la Cacica Consuelo Araújo Noguera; después en un movimiento cívico denominado Causa Común y posteriormente se aliaron a la Unión Patriótica, un movimiento que surgió de los fallidos acuerdos de paz del gobierno del Conservador Belisario Betancur y la FARC, que también fue eliminada”, se le ha escuchado a la senadora. Consuelo Araújo fue asesinada por las FARC en un intento de rescate del Ejército colombiano en zona montañosa en el norte de Valledupar. Se ha vinculado a Trinidad en el proceso así como a algunas muertes y secuestros de ganaderos en la región de operación del frente 41 de las FARC, del que ejerció como comisario político.
Esos hechos y tiempos los describe, el escritor vallenato Alonso Sánchez Baute, en su libro ‘Líbranos del bien’, en que hace un paralelo de génesis y vida de los paisanos Ricardo Palmera y Rodrigo Tovar Pupo, antes de convertirse en Simón Trinidad y Jorge 40. Libro que solía recomendar la ex primera dama de Uribe Vélez, Lina Moreno. El hijo de Tovar Pupo, Jorge Rodrigo, hoy representante a la Cámara por la circunscripción de víctimas y que laboró en el gobierno de Duque, ha apoyado la petición para que sea liberado Trinidad, en aras de la reconciliación .
El expresidente Juan Manuel Santos, que sucedió a Uribe, firmó un acuerdo con las Farc, precedido de prolongados diálogos en los que la dirigencia se hacía acompañar de un dummy con la foto de Trinidad, insistiendo en su presencia en la mesa.
Iván Duque, que arribó al poder auspiciado por Uribe en una campaña contra las políticas y logros de Santos que gobernó entre 2010 y 2018, intentó restringir las facultades y operación de la JEP, no se reunió con la dirigencia guerrillera (solo lo hizo de forma institucional, a instancias de la ONU) y fue limitado en el Congreso y en la Cortes en sus propósitos de revisar los acuerdos de paz. También demoró el desarrollo de las reformas políticas de los acuerdos, aunque impulsó con vigor los proyectos sociales en los PDET, municipios afectados, identificados como prioritarios. Fue a las zonas de reincorporación en los departamentos y se reunía con los comandantes territoriales de las FARC pero no lo hacía con la dirigencia nacional, convertida en partido político, y representada en el Congreso Nacional.
Sostiene el expresidente Duque en su carta que “para muchos colombianos, Simón Trinidad simboliza el inmenso sufrimiento infligido durante periodos difíciles de la historia de nuestra nación. Indultar a alguien que desempeñó un papel fundamental en la perpetuación de la violencia erosionaría la confianza de las víctimas y sus familias en el sistema de justicia, y legitimaría las acciones de quienes violan los derechos humanos”.
Sin embargo, Simón Trinidad ha sido llamado por la JEP, como miembro de las FARC, atento, por petición también de sus víctimas, a que manifieste sus delitos, revele la verdad, participe reparando a la víctimas, asuma la sanción correspondiente, haga compromiso de no repetición y del proceso de reconciliación surgido de los Acuerdos de 2016 entre el Estado Colombiano y los rebeldes.
El diario EL PILÓN, el rotativo de Valledupar, en páginas editoriales ha reclamado la repatriación de Trinidad, su sometimiento a la JEP, así como de Jorge 40. El 22 de septiembre de 2022 el editorial ‘Dos vallenatos en el laberinto de La Paz total’ sostuvo que “si algún video pudiera registrar qué es para nosotros la paz total mostraría simbólicamente a los ciudadanos Ricardo Palmera y Rodrigo Tovar caminando tranquilamente por las calles del centro de su ciudad, Valledupar, sin escoltas, hablando espontáneamente con la gente, después de años en laberintos de hierros, paredes y privaciones, a causa de su desbordado protagonismo en el infierno de la violencia de Colombia”.
Iván Duque Márquez
27 de noviembre de 2024
Presidente de los Estados Unidos de América
HONORABLE JOSEPH BIDEN
La Casa Blanca
Washington, D.C.
Su Excelencia, Sr. Presidente:
Le escribo como expresidente de la República de Colombia, comprometido con la justicia y la democracia, para expresar respetuosamente mi preocupación con respecto a la solicitud del Gobierno colombiano de otorgar un indulto a Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, conocido como Simón Trinidad.
Simón Trinidad, un exlíder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue condenado por el sistema judicial de los EE. UU. por su participación en el secuestro de ciudadanos estadounidenses. Sus actividades incluyeron la financiación del terrorismo, la supervisión de ataques violentos y la comisión de graves violaciones a los derechos humanos, lo que resultó en el desplazamiento y el sufrimiento de innumerables civiles.
Otorgar un indulto a Simón Trinidad enviaría un mensaje preocupante a las víctimas de estas atrocidades y a la comunidad internacional, socavando décadas de esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y la criminalidad en Colombia.
Bajo el liderazgo de Trinidad, las FARC emplearon tácticas que devastaron comunidades y desestabilizaron regiones, violando directamente el derecho humanitario internacional. Sus acciones incluyeron estrategias de extorsión, tráfico de drogas y violencia sistemática, cuyos efectos aún persisten en la sociedad colombiana.
Para muchos colombianos, Simón Trinidad simboliza el inmenso sufrimiento infligido durante períodos difíciles de la historia de nuestra nación. Indultar a alguien que desempeñó un papel fundamental en la perpetuación de la violencia erosionaría la confianza de las víctimas y sus familias en el sistema de justicia, y legitimaría las acciones de quienes violan los derechos humanos.
Dado que usted ha sido un líder con un compromiso inquebrantable con la justicia, la paz y la dignidad humana, y como uno de los arquitectos del Plan Colombia, su liderazgo ha sido fundamental para fortalecer la capacidad de Colombia para combatir el terrorismo y el crimen.
El pueblo colombiano valora profundamente su dedicación a la rendición de cuentas y a preservar los avances logrados a través de estos esfuerzos conjuntos.
Usted ha apoyado constantemente a Colombia en la lucha contra el terrorismo, y apelo a su sentido de responsabilidad para asegurar que este importante asunto sea abordado con el mismo compromiso que ha definido su liderazgo.
Gracias por su atención a este tema crítico, y sepa que Colombia sigue profundamente agradecida por su apoyo constante y su liderazgo ejemplar.
Sinceramente,
Iván Duque Márquez
Expresidente de la República de Colombia
Por: Redacción EL PILÓN.
Cuando se abría la posibilidad para las víctimas y la JEP de tener a Trinidad en Colombia, al parecer, se ha evaporado.
El expresidente de la República, Iván Duque, publicó en su página web una carta, en idioma inglés, dirigida al presidente Joseph Biden, el pasado 27 de noviembre, manifestando reparos a la posibilidad de un indulto al exdirigente de las extintas Farc argumentando razones de democracia y justicia, petición que había venido últimamente apoyando el gobierno colombiano.
Simón Trinidad fue condenado por la justicia norteamericana, luego de su captura en Ecuador en el 2024, su regreso a Colombia y su extradición por parte del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Se le endilgó entonces responsabilidad en el secuestro de las FARC de varios ciudadanos, entre ellos tres norteamericanos, y tráfico de drogas; cargo este que justificó su remisión al país del norte y que fue desestimado por la justicia norteamericana. Sin embargo, fue condenado por el caso de sus ciudadanos a 60 años de prisión, con el argumento de que hizo parte del Secretariado y Estado Mayor de las FARC; señalamiento que negó la guerrilla que si recordó su papel negociador en las conversaciones que adelantó con el presidente Andrés Pastrana en la zona de distensión de El Caguán. Trinidad desde su captura completa más de 20 años en prisión.
Es de anotar que el presidente Uribe, según se conoció en los filtrados archivos, conocidos como los ‘wikileaks’, que revelaron secretos de las relaciones estadounidenses en el mundo, tuvo un papel determinante en ese traslado y lanzó un ultimátum, con plazo, a las FARC para que liberara a los secuestrados a cambio de la libertad de Trinidad, pero la guerrilla no aceptó la liberación de 63. Estaba urgido Uribe en su traslado dice, según ‘wikileaks”, y transcribe un reporte de la propia embajada en Colombia en que manifiesta “… que no tiene conocimiento de ninguna investigación pendiente contra este conocido narcoterrorista, por las agencias estadounidenses de aplicación de la ley WOOD”.
En el ámbito local, en la región natal de Trinidad, Valledupar, cuyo verdadero nombre es Ricardo Palmera Pineda, se le conoció como un economista, profesor universitario y funcionario de banco, que renunció a una cómoda vida burguesa por abrazar a las FARC, mientras sus compañeros visibles, afines políticamente, y profesionales universitarios principalmente, fueron asesinados o tomaron el camino del exilio, como fue la trayectoria en Suecia, de la hoy senadora Imelda Daza. En “esos grupos profesionales se acompañó a Luis Carlos Galán y al movimiento Firmes, del que simpatizó la Cacica Consuelo Araújo Noguera; después en un movimiento cívico denominado Causa Común y posteriormente se aliaron a la Unión Patriótica, un movimiento que surgió de los fallidos acuerdos de paz del gobierno del Conservador Belisario Betancur y la FARC, que también fue eliminada”, se le ha escuchado a la senadora. Consuelo Araújo fue asesinada por las FARC en un intento de rescate del Ejército colombiano en zona montañosa en el norte de Valledupar. Se ha vinculado a Trinidad en el proceso así como a algunas muertes y secuestros de ganaderos en la región de operación del frente 41 de las FARC, del que ejerció como comisario político.
Esos hechos y tiempos los describe, el escritor vallenato Alonso Sánchez Baute, en su libro ‘Líbranos del bien’, en que hace un paralelo de génesis y vida de los paisanos Ricardo Palmera y Rodrigo Tovar Pupo, antes de convertirse en Simón Trinidad y Jorge 40. Libro que solía recomendar la ex primera dama de Uribe Vélez, Lina Moreno. El hijo de Tovar Pupo, Jorge Rodrigo, hoy representante a la Cámara por la circunscripción de víctimas y que laboró en el gobierno de Duque, ha apoyado la petición para que sea liberado Trinidad, en aras de la reconciliación .
El expresidente Juan Manuel Santos, que sucedió a Uribe, firmó un acuerdo con las Farc, precedido de prolongados diálogos en los que la dirigencia se hacía acompañar de un dummy con la foto de Trinidad, insistiendo en su presencia en la mesa.
Iván Duque, que arribó al poder auspiciado por Uribe en una campaña contra las políticas y logros de Santos que gobernó entre 2010 y 2018, intentó restringir las facultades y operación de la JEP, no se reunió con la dirigencia guerrillera (solo lo hizo de forma institucional, a instancias de la ONU) y fue limitado en el Congreso y en la Cortes en sus propósitos de revisar los acuerdos de paz. También demoró el desarrollo de las reformas políticas de los acuerdos, aunque impulsó con vigor los proyectos sociales en los PDET, municipios afectados, identificados como prioritarios. Fue a las zonas de reincorporación en los departamentos y se reunía con los comandantes territoriales de las FARC pero no lo hacía con la dirigencia nacional, convertida en partido político, y representada en el Congreso Nacional.
Sostiene el expresidente Duque en su carta que “para muchos colombianos, Simón Trinidad simboliza el inmenso sufrimiento infligido durante periodos difíciles de la historia de nuestra nación. Indultar a alguien que desempeñó un papel fundamental en la perpetuación de la violencia erosionaría la confianza de las víctimas y sus familias en el sistema de justicia, y legitimaría las acciones de quienes violan los derechos humanos”.
Sin embargo, Simón Trinidad ha sido llamado por la JEP, como miembro de las FARC, atento, por petición también de sus víctimas, a que manifieste sus delitos, revele la verdad, participe reparando a la víctimas, asuma la sanción correspondiente, haga compromiso de no repetición y del proceso de reconciliación surgido de los Acuerdos de 2016 entre el Estado Colombiano y los rebeldes.
El diario EL PILÓN, el rotativo de Valledupar, en páginas editoriales ha reclamado la repatriación de Trinidad, su sometimiento a la JEP, así como de Jorge 40. El 22 de septiembre de 2022 el editorial ‘Dos vallenatos en el laberinto de La Paz total’ sostuvo que “si algún video pudiera registrar qué es para nosotros la paz total mostraría simbólicamente a los ciudadanos Ricardo Palmera y Rodrigo Tovar caminando tranquilamente por las calles del centro de su ciudad, Valledupar, sin escoltas, hablando espontáneamente con la gente, después de años en laberintos de hierros, paredes y privaciones, a causa de su desbordado protagonismo en el infierno de la violencia de Colombia”.
Iván Duque Márquez
27 de noviembre de 2024
Presidente de los Estados Unidos de América
HONORABLE JOSEPH BIDEN
La Casa Blanca
Washington, D.C.
Su Excelencia, Sr. Presidente:
Le escribo como expresidente de la República de Colombia, comprometido con la justicia y la democracia, para expresar respetuosamente mi preocupación con respecto a la solicitud del Gobierno colombiano de otorgar un indulto a Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, conocido como Simón Trinidad.
Simón Trinidad, un exlíder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue condenado por el sistema judicial de los EE. UU. por su participación en el secuestro de ciudadanos estadounidenses. Sus actividades incluyeron la financiación del terrorismo, la supervisión de ataques violentos y la comisión de graves violaciones a los derechos humanos, lo que resultó en el desplazamiento y el sufrimiento de innumerables civiles.
Otorgar un indulto a Simón Trinidad enviaría un mensaje preocupante a las víctimas de estas atrocidades y a la comunidad internacional, socavando décadas de esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y la criminalidad en Colombia.
Bajo el liderazgo de Trinidad, las FARC emplearon tácticas que devastaron comunidades y desestabilizaron regiones, violando directamente el derecho humanitario internacional. Sus acciones incluyeron estrategias de extorsión, tráfico de drogas y violencia sistemática, cuyos efectos aún persisten en la sociedad colombiana.
Para muchos colombianos, Simón Trinidad simboliza el inmenso sufrimiento infligido durante períodos difíciles de la historia de nuestra nación. Indultar a alguien que desempeñó un papel fundamental en la perpetuación de la violencia erosionaría la confianza de las víctimas y sus familias en el sistema de justicia, y legitimaría las acciones de quienes violan los derechos humanos.
Dado que usted ha sido un líder con un compromiso inquebrantable con la justicia, la paz y la dignidad humana, y como uno de los arquitectos del Plan Colombia, su liderazgo ha sido fundamental para fortalecer la capacidad de Colombia para combatir el terrorismo y el crimen.
El pueblo colombiano valora profundamente su dedicación a la rendición de cuentas y a preservar los avances logrados a través de estos esfuerzos conjuntos.
Usted ha apoyado constantemente a Colombia en la lucha contra el terrorismo, y apelo a su sentido de responsabilidad para asegurar que este importante asunto sea abordado con el mismo compromiso que ha definido su liderazgo.
Gracias por su atención a este tema crítico, y sepa que Colombia sigue profundamente agradecida por su apoyo constante y su liderazgo ejemplar.
Sinceramente,
Iván Duque Márquez
Expresidente de la República de Colombia
Por: Redacción EL PILÓN.