La periodista y politóloga Natalia Springer en entrevista con EL PILÓN aclaró dudas respecto al contrato millonario para la Escuela de Paz que ella dirige y del que ha sido objetos de críticas e investigación.
Un contrato de 1.400 millones de pesos para crear una Escuela de Paz con aparente fin de formar gestores de convivencia en aras del postconflicto, convirtió a la periodista y politóloga Natalia Springer en tendencia nacional ante el supuesto excesivo recurso utilizado para dicho objetivo.
El millonario contrato firmado por dos meses, y por el cual la Procuraduría Regional del Cesar abrió indagación preliminar al alcalde Fredys Socarrás Reales, generó abundantes críticas, en su mayoría dirigidas a la politóloga.
Ante este panorama, Springer habló en exclusiva para EL PILÓN, donde se defendió, dio detalles sobre el contrato de la primera Escuela Vallenata de Paz, sus bondades, la inversión y lo que vendrá.
EL PILÓN: ¿Cuál es la estructura del proyecto de la Escuela de Paz en Valledupar?
Natalia Springer: Es esta: El 26 % es de impuestos, más el 6 % del Municipio, más el 1.5 % del Departamento, eso equivale a 450 y más millones. 400 que costó el alquiler y montaje sólo en el gimnasio de las 20 jornadas (sonidos, refrigerios, instalaciones, aire).
Luego están los tiquetes aéreos, nacionales, que a Valledupar son muy costosos y son 60 expertos nacionales, más equipos, viniendo varias veces. A eso se suman los tiquetes internacionales. Y algunos de los invitados internacionales cobraron un poquito. Cada uno cobró tres mil dólares, pero son expertos mundiales, que para movilizarse solamente cobran 20 mil dólares. Yo le dije al Alcalde, son mucho más de 1.400 millones y nosotros lo que ponemos es nuestro trabajo.
EP: Entonces ¿usted por qué cree que hay tanto ataque?
NE: Yo sí sé por qué. Creo que todos esos ataques justifican el proyecto. Los solos ataques muestran la importancia del proyecto. El odio está ahí a flor de piel. No fue sino hacer así (chasqueó los dedos) y saltó todo el mundo. Saltó en mil pedazos Valledupar. Lo que muestra que los odios están ahí.
A mí me da mucha tristeza saber que hay muchas heridas abiertas, porque detrás de la rabia hay sufrimiento, pero me da alegría saber que empezamos con esta iniciativa, una escuela para abordar esto y la acaban de justificar.
La verdad es que hemos descubierto algo que sabíamos, pero no en qué dimensión. También es cierto que no me importa ni cinco de lo que pase en La Habana y la escuela no es para eso. Aquí se han hecho 12 procesos de paz, en eso se le cumple más o menos a los combatientes, pero a los colombianos de bien jamás se les cumple. Nunca se les llenan las expectativas y promesas que se le hace a la gente.
Aquí nadie ha venido ni hablar, ni a defender el proceso de paz en La Habana. Hemos venido a abordar los problemas, porque aquí no hay una familia que no tenga una víctima.
EP: La coyuntura radica en la debilidad financiera del Municipio, en Ley 550, y 1.400 millones de pesos es mucho dinero, ¿por qué no se hizo la gestión con dineros del Estado?
NE: En primer lugar, la médula de todo este asunto es ese. Esto dura dos meses y montar todo esto es verdaderamente costoso. Yo creo que la cultura de paz es una cultura que está directamente atada al desarrollo y no hay desarrollo si no se vuelven a tejer esos lazos de solidaridad que se rompieron con el conflicto. En cuanto a los dineros nacionales, el riesgo de endorsárselo al presidente Santos era elevado y del que rechazo fuera total. Esta era una iniciativa de Valledupar y de los vallenatos para Valledupar.
EP: ¿Y el Gobernador?
NE: Yo hablé con él. Fue muy generoso en decir yo quiero contribuir pero hasta ahora eso no se ha materializado.
EP: ¿Cómo es la manera de financiación y cobro de este contrato?
NE: Aquí solo se desembolsó lo del tema del montaje, que son trescientos algo, pero no se ha pagado un centavo más y eso solamente se pagará con el cumplimiento de la Escuela. Ahí están las pruebas.
EP: ¿Hay amenazas a raíz de este contrato?
NE: Me han dicho que me van a hacer y que cuidado aterrizo en Valledupar porque si lo hago sabré lo que me va a pasar y pues hay cosas muy concretas. El sábado cuando terminamos se me acercó un desmovilizado e hizo unas denuncias muy delicadas, que me dejaron preocupada porque alega que se les pagó por romper muppis y por generar ruidos.
EP: ¿Cree usted que la cultura de paz también se puede lograr a través de la inversión social?
NE: Se ha hecho mucha inversión social en Valledupar en los últimos años. En víctimas, en pobreza: Ha sido una de las ciudades que más rápido ha superado los índices de pobreza por encima de la media nacional a lo lejos.
En efecto, en vías, carreteras, viviendas gratuitas, se ha progresado en montones, ha crecido mucho.
Pero crear cultura de paz en una región que ha sido tan victimizada es una tarea titánica.
Esos 20 ciclos de la Escuela es solo el inicio, el espacio para empezar a escuchar, tener perspectiva de lo que se ha hecho en otras partes del mundo.
EP: Usted le dijo a medios nacionales que su empresa está aportando 606 millones de pesos aproximadamente ¿En qué consiste esa ayuda?
NE: Nosotros vamos a producir toda la estructura de la escuela y toda la política que debe quedar en el Plan de Desarrollo, para lo que se necesita expertos, tiempo y eso tiene un valor, eso nosotros lo donamos.
El tiempo que nosotros pasamos aquí, las clases que dictamos, el espacio que le he hemos dedicado a contactar expertos internacionales, el precio que nos dan ellos a nosotros.
Mi trabajo también es un aporte a Valledupar. Además en el proyecto aparecen 15 nacionales y 10 internacionales, pero nosotros lo que le vamos a entregar son 60 nacionales y 20 internacionales, entonces faltó ajustes de tiquetes y nosotros vamos a poner eso.
EP: Cree usted que la Escuela de Paz surtiría efecto después que termine, ¿Qué viene luego?
NE: Mi experiencia me dice que todos esos inicios son muy dolorosos. Administrar este contrato fue algo que pensé porque tenía temor que se fuera a malentender pero me pareció importante porque administro con mucho juicio las cosas. Uno de los aportes que vamos a hacer es que vamos a dejar estructurado un plan para que se vincule al Plan de Desarrollo del próximo gobierno, con el ideal de que lo incorporen a su Plan de Gobierno y que de ahora en adelante, llegue quien llegue, pueda incorporarlo para ver cómo crear una inversión permanente en cultura de paz, para la Escuela de Paz.
EP: ¿En algún momento pensó en renunciar?
NE: No. En eso si soy vallenata. Recibí amenazas, evidentemente todo se ha puesto en conocimiento de las autoridades pero yo no voy a dejar de hacer lo que tengo que hacer. A mí me matan aquí y me muero feliz porque me muero en mi tierra. El único mensaje que tengo por darle a los que han mandado amenazas, “Para ustedes es la escuela, vengan, bienvenidos, la estamos esperando”.
“Creo que la Escuela de Paz va muy bien, va a decantarse, a estabilizarse. La idea es pasar esa tormenta. Yo sabía que esto se iba a agitar mucho, cuando vieran todas esas figuras políticas también iban a generar muchos debates alrededor de sus posiciones”.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
La periodista y politóloga Natalia Springer en entrevista con EL PILÓN aclaró dudas respecto al contrato millonario para la Escuela de Paz que ella dirige y del que ha sido objetos de críticas e investigación.
Un contrato de 1.400 millones de pesos para crear una Escuela de Paz con aparente fin de formar gestores de convivencia en aras del postconflicto, convirtió a la periodista y politóloga Natalia Springer en tendencia nacional ante el supuesto excesivo recurso utilizado para dicho objetivo.
El millonario contrato firmado por dos meses, y por el cual la Procuraduría Regional del Cesar abrió indagación preliminar al alcalde Fredys Socarrás Reales, generó abundantes críticas, en su mayoría dirigidas a la politóloga.
Ante este panorama, Springer habló en exclusiva para EL PILÓN, donde se defendió, dio detalles sobre el contrato de la primera Escuela Vallenata de Paz, sus bondades, la inversión y lo que vendrá.
EL PILÓN: ¿Cuál es la estructura del proyecto de la Escuela de Paz en Valledupar?
Natalia Springer: Es esta: El 26 % es de impuestos, más el 6 % del Municipio, más el 1.5 % del Departamento, eso equivale a 450 y más millones. 400 que costó el alquiler y montaje sólo en el gimnasio de las 20 jornadas (sonidos, refrigerios, instalaciones, aire).
Luego están los tiquetes aéreos, nacionales, que a Valledupar son muy costosos y son 60 expertos nacionales, más equipos, viniendo varias veces. A eso se suman los tiquetes internacionales. Y algunos de los invitados internacionales cobraron un poquito. Cada uno cobró tres mil dólares, pero son expertos mundiales, que para movilizarse solamente cobran 20 mil dólares. Yo le dije al Alcalde, son mucho más de 1.400 millones y nosotros lo que ponemos es nuestro trabajo.
EP: Entonces ¿usted por qué cree que hay tanto ataque?
NE: Yo sí sé por qué. Creo que todos esos ataques justifican el proyecto. Los solos ataques muestran la importancia del proyecto. El odio está ahí a flor de piel. No fue sino hacer así (chasqueó los dedos) y saltó todo el mundo. Saltó en mil pedazos Valledupar. Lo que muestra que los odios están ahí.
A mí me da mucha tristeza saber que hay muchas heridas abiertas, porque detrás de la rabia hay sufrimiento, pero me da alegría saber que empezamos con esta iniciativa, una escuela para abordar esto y la acaban de justificar.
La verdad es que hemos descubierto algo que sabíamos, pero no en qué dimensión. También es cierto que no me importa ni cinco de lo que pase en La Habana y la escuela no es para eso. Aquí se han hecho 12 procesos de paz, en eso se le cumple más o menos a los combatientes, pero a los colombianos de bien jamás se les cumple. Nunca se les llenan las expectativas y promesas que se le hace a la gente.
Aquí nadie ha venido ni hablar, ni a defender el proceso de paz en La Habana. Hemos venido a abordar los problemas, porque aquí no hay una familia que no tenga una víctima.
EP: La coyuntura radica en la debilidad financiera del Municipio, en Ley 550, y 1.400 millones de pesos es mucho dinero, ¿por qué no se hizo la gestión con dineros del Estado?
NE: En primer lugar, la médula de todo este asunto es ese. Esto dura dos meses y montar todo esto es verdaderamente costoso. Yo creo que la cultura de paz es una cultura que está directamente atada al desarrollo y no hay desarrollo si no se vuelven a tejer esos lazos de solidaridad que se rompieron con el conflicto. En cuanto a los dineros nacionales, el riesgo de endorsárselo al presidente Santos era elevado y del que rechazo fuera total. Esta era una iniciativa de Valledupar y de los vallenatos para Valledupar.
EP: ¿Y el Gobernador?
NE: Yo hablé con él. Fue muy generoso en decir yo quiero contribuir pero hasta ahora eso no se ha materializado.
EP: ¿Cómo es la manera de financiación y cobro de este contrato?
NE: Aquí solo se desembolsó lo del tema del montaje, que son trescientos algo, pero no se ha pagado un centavo más y eso solamente se pagará con el cumplimiento de la Escuela. Ahí están las pruebas.
EP: ¿Hay amenazas a raíz de este contrato?
NE: Me han dicho que me van a hacer y que cuidado aterrizo en Valledupar porque si lo hago sabré lo que me va a pasar y pues hay cosas muy concretas. El sábado cuando terminamos se me acercó un desmovilizado e hizo unas denuncias muy delicadas, que me dejaron preocupada porque alega que se les pagó por romper muppis y por generar ruidos.
EP: ¿Cree usted que la cultura de paz también se puede lograr a través de la inversión social?
NE: Se ha hecho mucha inversión social en Valledupar en los últimos años. En víctimas, en pobreza: Ha sido una de las ciudades que más rápido ha superado los índices de pobreza por encima de la media nacional a lo lejos.
En efecto, en vías, carreteras, viviendas gratuitas, se ha progresado en montones, ha crecido mucho.
Pero crear cultura de paz en una región que ha sido tan victimizada es una tarea titánica.
Esos 20 ciclos de la Escuela es solo el inicio, el espacio para empezar a escuchar, tener perspectiva de lo que se ha hecho en otras partes del mundo.
EP: Usted le dijo a medios nacionales que su empresa está aportando 606 millones de pesos aproximadamente ¿En qué consiste esa ayuda?
NE: Nosotros vamos a producir toda la estructura de la escuela y toda la política que debe quedar en el Plan de Desarrollo, para lo que se necesita expertos, tiempo y eso tiene un valor, eso nosotros lo donamos.
El tiempo que nosotros pasamos aquí, las clases que dictamos, el espacio que le he hemos dedicado a contactar expertos internacionales, el precio que nos dan ellos a nosotros.
Mi trabajo también es un aporte a Valledupar. Además en el proyecto aparecen 15 nacionales y 10 internacionales, pero nosotros lo que le vamos a entregar son 60 nacionales y 20 internacionales, entonces faltó ajustes de tiquetes y nosotros vamos a poner eso.
EP: Cree usted que la Escuela de Paz surtiría efecto después que termine, ¿Qué viene luego?
NE: Mi experiencia me dice que todos esos inicios son muy dolorosos. Administrar este contrato fue algo que pensé porque tenía temor que se fuera a malentender pero me pareció importante porque administro con mucho juicio las cosas. Uno de los aportes que vamos a hacer es que vamos a dejar estructurado un plan para que se vincule al Plan de Desarrollo del próximo gobierno, con el ideal de que lo incorporen a su Plan de Gobierno y que de ahora en adelante, llegue quien llegue, pueda incorporarlo para ver cómo crear una inversión permanente en cultura de paz, para la Escuela de Paz.
EP: ¿En algún momento pensó en renunciar?
NE: No. En eso si soy vallenata. Recibí amenazas, evidentemente todo se ha puesto en conocimiento de las autoridades pero yo no voy a dejar de hacer lo que tengo que hacer. A mí me matan aquí y me muero feliz porque me muero en mi tierra. El único mensaje que tengo por darle a los que han mandado amenazas, “Para ustedes es la escuela, vengan, bienvenidos, la estamos esperando”.
“Creo que la Escuela de Paz va muy bien, va a decantarse, a estabilizarse. La idea es pasar esa tormenta. Yo sabía que esto se iba a agitar mucho, cuando vieran todas esas figuras políticas también iban a generar muchos debates alrededor de sus posiciones”.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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