Omisión, traslado de las EPS, corrupción, malas gerencias, son algunas de las causantes de la crisis en la cual se encuentra el Hospital Rosario Pumarejo de López, según la Junta Directiva del mismo.
Durante varias semanas el Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, ha sido foco de críticas e incertidumbre por su caótica crisis administrativa y financiera, la cual ha causado renuncias masivas y la baja en la demanda de pacientes en sus instalaciones.
Múltiples acciones ha llevado a cabo el personal médico del centro hospitalario, los cuales por medio de la recolección de 10 mil firmas enviaron un derecho de petición a la Superintendencia Nacional de Salud para solicitar la intervención de la ESE y evitar un mayor colapso, teniendo en cuenta que, en estos momentos, es inviable y parece no mejorar su crisis financiera.
Ante esta situación, la Junta Directiva de la ESE, en cabeza del gobernador Luis Alberto Monsalvo, explicó por qué la inyección del capital no es la solución, sino por el contrario, se debe encaminar al hospital hacia la facturación para que sea autosostenible.
Durante mucho meses el Rosario Pumarejo ha venido arrastrando deudas que lo han llevado al colapso; además, la falta de presencia y pronunciamiento de la gerente Jackeline Henríquez preocupa al cuerpo médico y a la ciudadanía en general, puesto que se rumora sobre favores políticos en medio de esta crisis.
El gobernador del Cesar indicó que la actual gerencia no ha sido la adecuada, sin embargo, como actualmente no tendría las competencias para reemplazarla, considera que es necesaria la intervención de la Superintendencia de Salud o la aplicación de la Ley 550 para sacar a la ESE del ‘hueco’ en el cual se encuentra.
En primer lugar, sobre la intervención, el gobernador Monsalvo señaló: “Si la intervención es la solución, súper, bienvenido, ¿dónde pongo la firma para que eso se dé?”.
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Por otro lado, según explicó el representante de la Asociación de Usuarios de la Junta Directiva del HRPL, Hugues Fonseca, la Ley 550 permite frenar los intereses de los procesos ejecutivos que cada día generan mayores pasivos, casi insostenibles. Además, permitirá que las deudas se controlen y esos embargos puedan ser diferidos en acuerdos de pagos y de esta manera los recursos que recibe el Rosario Pumarejo se puedan destinar al talento humano.
“Esa ley suena feo, pero ayuda, porque lo que hace es organizar el tema de embargos y permite manejar los recursos sin la preocupación de que los quiten o congelen”, acotó Monsalvo.
El cuerpo médico se encuentra a la espera de la respuesta por parte de la Superintendencia de Salud para realizar una intervención que permita continuar con la prestación de servicio que beneficia a la población del Cesar, La Guajira y parte del Magdalena.
Joaquín Maestre, integrante de la Junta, acotó: “Aquí la responsabilidad no la tiene un solo actor, al hospital lo tienen quebrado las EPS que les están debiendo 29 mil millones de pesos, además la atención a migrantes; por esos servicios el Gobierno nacional adeuda 35 mil millones de pesos”.
Agregó que otro de los motivos que ha acabado el hospital, y en la cual los médicos también tienen culpa, es la omisión al no denunciar los actos de corrupción que hay en el interior de la ESE.
Según la Junta, el traslado de pacientes de las EPS al sector privado ha sido clave en el colapso del hospital, los cuales se ‘excusan’ diciendo que el Rosario Pumarejo no presta un buen servicio y los privados ofrecen mejor calidad. Por tanto, la red hospitalaria pública más importante del departamento se ha quedado sin usuarios.
Por consiguiente, la intervención de Supersalud no solo debería ser financiera, sino también que deberá ejercer una presión hacia las EPS, para que estas le devuelvan al hospital los usuarios que perdió.
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“Cada quien debe hacer un aporte para encontrar una solución. De nada sirve que paguemos a los proveedores y a la nómina del hospital si no logramos que se facture, que se cobre, que se recaude, y que las EPS contraten el servicio que hoy ya no existen”, indicaron.
Dentro y fuera de las instalaciones del hospital se rumora sobre la posible privatización de esta ESE. Los médicos expresan no estar de acuerdo son esta solución, sin embargo, el gobernador del Cesar manifestó que la alianza entre la red pública y privada permitiría que el Rosario Pumarejo obtenga recursos considerables.
“La participación privada es positiva: si un hospital público no presta un servicio lo puede hacer el sector privado, si esas alianzas se dan son poderosas, porque el hospital empieza a recibir ingresos que esa empresa pueda generar. Si hay opción de hacer alianza con el sector privado, no estoy en contra”, expuso Monsalvo.
Casos se han visto del enriquecimiento de los gerentes que han pasado por el Rosario Pumarejo; según comentaron algunos miembros del hospital, es el ‘cáncer’ que lo ha llevado a esta crisis. Ante esto Monsalvo dijo: “El hospital siempre fue una finca de los gerentes. Lo primero que le dije a la gerente es que yo no estoy de acuerdo con eso, yo lo que necesito es un hospital que le preste un servicio de calidad a mi gente y es lo que lamentablemente no ha sucedido”.
“No queremos más gerentes que salgan de ahí con fincas y con plata porque convierten el hospital en una mina de oro”, concluyó.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
Omisión, traslado de las EPS, corrupción, malas gerencias, son algunas de las causantes de la crisis en la cual se encuentra el Hospital Rosario Pumarejo de López, según la Junta Directiva del mismo.
Durante varias semanas el Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, ha sido foco de críticas e incertidumbre por su caótica crisis administrativa y financiera, la cual ha causado renuncias masivas y la baja en la demanda de pacientes en sus instalaciones.
Múltiples acciones ha llevado a cabo el personal médico del centro hospitalario, los cuales por medio de la recolección de 10 mil firmas enviaron un derecho de petición a la Superintendencia Nacional de Salud para solicitar la intervención de la ESE y evitar un mayor colapso, teniendo en cuenta que, en estos momentos, es inviable y parece no mejorar su crisis financiera.
Ante esta situación, la Junta Directiva de la ESE, en cabeza del gobernador Luis Alberto Monsalvo, explicó por qué la inyección del capital no es la solución, sino por el contrario, se debe encaminar al hospital hacia la facturación para que sea autosostenible.
Durante mucho meses el Rosario Pumarejo ha venido arrastrando deudas que lo han llevado al colapso; además, la falta de presencia y pronunciamiento de la gerente Jackeline Henríquez preocupa al cuerpo médico y a la ciudadanía en general, puesto que se rumora sobre favores políticos en medio de esta crisis.
El gobernador del Cesar indicó que la actual gerencia no ha sido la adecuada, sin embargo, como actualmente no tendría las competencias para reemplazarla, considera que es necesaria la intervención de la Superintendencia de Salud o la aplicación de la Ley 550 para sacar a la ESE del ‘hueco’ en el cual se encuentra.
En primer lugar, sobre la intervención, el gobernador Monsalvo señaló: “Si la intervención es la solución, súper, bienvenido, ¿dónde pongo la firma para que eso se dé?”.
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Por otro lado, según explicó el representante de la Asociación de Usuarios de la Junta Directiva del HRPL, Hugues Fonseca, la Ley 550 permite frenar los intereses de los procesos ejecutivos que cada día generan mayores pasivos, casi insostenibles. Además, permitirá que las deudas se controlen y esos embargos puedan ser diferidos en acuerdos de pagos y de esta manera los recursos que recibe el Rosario Pumarejo se puedan destinar al talento humano.
“Esa ley suena feo, pero ayuda, porque lo que hace es organizar el tema de embargos y permite manejar los recursos sin la preocupación de que los quiten o congelen”, acotó Monsalvo.
El cuerpo médico se encuentra a la espera de la respuesta por parte de la Superintendencia de Salud para realizar una intervención que permita continuar con la prestación de servicio que beneficia a la población del Cesar, La Guajira y parte del Magdalena.
Joaquín Maestre, integrante de la Junta, acotó: “Aquí la responsabilidad no la tiene un solo actor, al hospital lo tienen quebrado las EPS que les están debiendo 29 mil millones de pesos, además la atención a migrantes; por esos servicios el Gobierno nacional adeuda 35 mil millones de pesos”.
Agregó que otro de los motivos que ha acabado el hospital, y en la cual los médicos también tienen culpa, es la omisión al no denunciar los actos de corrupción que hay en el interior de la ESE.
Según la Junta, el traslado de pacientes de las EPS al sector privado ha sido clave en el colapso del hospital, los cuales se ‘excusan’ diciendo que el Rosario Pumarejo no presta un buen servicio y los privados ofrecen mejor calidad. Por tanto, la red hospitalaria pública más importante del departamento se ha quedado sin usuarios.
Por consiguiente, la intervención de Supersalud no solo debería ser financiera, sino también que deberá ejercer una presión hacia las EPS, para que estas le devuelvan al hospital los usuarios que perdió.
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“Cada quien debe hacer un aporte para encontrar una solución. De nada sirve que paguemos a los proveedores y a la nómina del hospital si no logramos que se facture, que se cobre, que se recaude, y que las EPS contraten el servicio que hoy ya no existen”, indicaron.
Dentro y fuera de las instalaciones del hospital se rumora sobre la posible privatización de esta ESE. Los médicos expresan no estar de acuerdo son esta solución, sin embargo, el gobernador del Cesar manifestó que la alianza entre la red pública y privada permitiría que el Rosario Pumarejo obtenga recursos considerables.
“La participación privada es positiva: si un hospital público no presta un servicio lo puede hacer el sector privado, si esas alianzas se dan son poderosas, porque el hospital empieza a recibir ingresos que esa empresa pueda generar. Si hay opción de hacer alianza con el sector privado, no estoy en contra”, expuso Monsalvo.
Casos se han visto del enriquecimiento de los gerentes que han pasado por el Rosario Pumarejo; según comentaron algunos miembros del hospital, es el ‘cáncer’ que lo ha llevado a esta crisis. Ante esto Monsalvo dijo: “El hospital siempre fue una finca de los gerentes. Lo primero que le dije a la gerente es que yo no estoy de acuerdo con eso, yo lo que necesito es un hospital que le preste un servicio de calidad a mi gente y es lo que lamentablemente no ha sucedido”.
“No queremos más gerentes que salgan de ahí con fincas y con plata porque convierten el hospital en una mina de oro”, concluyó.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN