Aunque la historia de Rubén parezca una más de las tantas que hay en Colombia y en el mundo, no lo es, pues el ser padre soltero se le suma que sus 2 hijos Samuel David y Rubén Darío tienen microcefalia y malformación capilar; una enfermedad huérfana de la que se estima solo 6 personas en el mundo están diagnosticadas.
Cada año en Colombia el tercer domingo del mes de junio es celebrado el Día del Padre, una fecha que, aunque para muchos pase desapercibida, para otros conmemora el amor, la dedicación y el compromiso que adquirieron cuando decidieron ser padres.
Aunque esta fecha fue aplazada por las pasadas elecciones presidenciales en el país cafetero, este domingo fue celebrado y recordado a lo largo y ancho del país, conmemorando aquellos papás que se sintieron y se sienten identificados con el rol.
Tal es el caso de Rubén Pérez, un vallenato, padre de familia, cabeza de hogar, que asumió el cuidado total de sus dos hijos tras separarse de la madre de estos.
Pero, aunque la historia de Rubén parezca una más de las tantas que hay en Colombia y en el mundo, no lo es, pues el ser padre soltero se le suma que sus 2 hijos Samuel David y Rubén Darío; el primero de 11 y el segundo de 14, tienen microcefalia y malformación capilar o enfermedad huérfana de la que se estima solo 6 personas en el mundo están diagnosticadas.
“Aunque no es fácil siempre tengo una sonrisa para todos y mucho amor para mis hijos, aunque cuando estoy solo no puedo negar que siento mucha tristeza y a veces lloro en silencio, pero Dios me da fuerza para levantarme y seguir adelante”, manifestó Rubén Pérez.
En medio de las tristezas y las dificultades, Rubén reconoce que la vida no ha sido fácil, pues diariamente mientras prepara todo lo que van a necesitar los niños, lucha incesantemente con un sistema de salud deficiente que agudiza la ‘dura prueba’ que le ha puesto la vida.
A pesar de las contrariedades, sus hijos para Rubén significan todo, pues manifiesta que son la fortaleza para continuar y no rendirse. “Mis hijos son el motor de mi vida: si ellos no existieran mi vida no tendría ningún sentido; si Dios me pone a escoger otros hijos los escojo a ellos, por ellos soy lo que soy. Hoy en día, todo me lo han dado ellos: la fortaleza y la enseñanza, aunque no tengo ninguna ayuda de nada, siempre Dios me da lo necesario para salir adelante”.
Con voz nostálgica pero esperanzadora, el papá de Samuel y Rubén reconoce que siempre ha contado con ‘ángeles’ alrededor que le han tendido la mano para sacar a sus hijos adelante.
“Le doy gracias a Dios y a la empresa donde laboro porque han tenido mucha paciencia y colaboración conmigo y mis hijos; me organizo para reclamar medicamentos y asistir a consultas, siempre le pido a Dios que no me ponga personas en mi camino sino ángeles y siempre me los encuentro para hacerme la vida más fácil”, aseguró Pérez.
Ser papá soltero para Rubén requiere de responsabilidad, compromiso, pero sobre todo de amor, pues ‘es la clave para seguir adelante’.
“Es una responsabilidad única, aunque a veces creo que no voy a poder. Dios me da fuerza para hacer todo lo posible para que mis hijos estén bien, solo es organizar las tareas diarias. La clave está en el amor”, agregó el padre de familia.
En plena celebración del Día del Padre, Rubén manifiesta que no entiende a los padres que se desentienden de sus hijos, pues el ejemplo que le brindaron a él en su casa, jamás le hubiera permitido dar un paso al costado en la crianza de quienes son el motor de su vida.
“Como dice la canción de Rubén Blades: ‘familia es familia’. En mi familia he tenido muchos ejemplos; mi abuelo era y siempre será mi ídolo y un ejemplo para seguir, no entiendo aquellos padres que se desentienden de sus responsabilidades porque es una tarea muy linda. Dios nos dio ese don de ser padres, guiarlos por el camino del bien. Yo amo a mis hijos y a todos mis sobrinos como si fueran míos”, expresó Pérez.
Por Melissa Valle
Aunque la historia de Rubén parezca una más de las tantas que hay en Colombia y en el mundo, no lo es, pues el ser padre soltero se le suma que sus 2 hijos Samuel David y Rubén Darío tienen microcefalia y malformación capilar; una enfermedad huérfana de la que se estima solo 6 personas en el mundo están diagnosticadas.
Cada año en Colombia el tercer domingo del mes de junio es celebrado el Día del Padre, una fecha que, aunque para muchos pase desapercibida, para otros conmemora el amor, la dedicación y el compromiso que adquirieron cuando decidieron ser padres.
Aunque esta fecha fue aplazada por las pasadas elecciones presidenciales en el país cafetero, este domingo fue celebrado y recordado a lo largo y ancho del país, conmemorando aquellos papás que se sintieron y se sienten identificados con el rol.
Tal es el caso de Rubén Pérez, un vallenato, padre de familia, cabeza de hogar, que asumió el cuidado total de sus dos hijos tras separarse de la madre de estos.
Pero, aunque la historia de Rubén parezca una más de las tantas que hay en Colombia y en el mundo, no lo es, pues el ser padre soltero se le suma que sus 2 hijos Samuel David y Rubén Darío; el primero de 11 y el segundo de 14, tienen microcefalia y malformación capilar o enfermedad huérfana de la que se estima solo 6 personas en el mundo están diagnosticadas.
“Aunque no es fácil siempre tengo una sonrisa para todos y mucho amor para mis hijos, aunque cuando estoy solo no puedo negar que siento mucha tristeza y a veces lloro en silencio, pero Dios me da fuerza para levantarme y seguir adelante”, manifestó Rubén Pérez.
En medio de las tristezas y las dificultades, Rubén reconoce que la vida no ha sido fácil, pues diariamente mientras prepara todo lo que van a necesitar los niños, lucha incesantemente con un sistema de salud deficiente que agudiza la ‘dura prueba’ que le ha puesto la vida.
A pesar de las contrariedades, sus hijos para Rubén significan todo, pues manifiesta que son la fortaleza para continuar y no rendirse. “Mis hijos son el motor de mi vida: si ellos no existieran mi vida no tendría ningún sentido; si Dios me pone a escoger otros hijos los escojo a ellos, por ellos soy lo que soy. Hoy en día, todo me lo han dado ellos: la fortaleza y la enseñanza, aunque no tengo ninguna ayuda de nada, siempre Dios me da lo necesario para salir adelante”.
Con voz nostálgica pero esperanzadora, el papá de Samuel y Rubén reconoce que siempre ha contado con ‘ángeles’ alrededor que le han tendido la mano para sacar a sus hijos adelante.
“Le doy gracias a Dios y a la empresa donde laboro porque han tenido mucha paciencia y colaboración conmigo y mis hijos; me organizo para reclamar medicamentos y asistir a consultas, siempre le pido a Dios que no me ponga personas en mi camino sino ángeles y siempre me los encuentro para hacerme la vida más fácil”, aseguró Pérez.
Ser papá soltero para Rubén requiere de responsabilidad, compromiso, pero sobre todo de amor, pues ‘es la clave para seguir adelante’.
“Es una responsabilidad única, aunque a veces creo que no voy a poder. Dios me da fuerza para hacer todo lo posible para que mis hijos estén bien, solo es organizar las tareas diarias. La clave está en el amor”, agregó el padre de familia.
En plena celebración del Día del Padre, Rubén manifiesta que no entiende a los padres que se desentienden de sus hijos, pues el ejemplo que le brindaron a él en su casa, jamás le hubiera permitido dar un paso al costado en la crianza de quienes son el motor de su vida.
“Como dice la canción de Rubén Blades: ‘familia es familia’. En mi familia he tenido muchos ejemplos; mi abuelo era y siempre será mi ídolo y un ejemplo para seguir, no entiendo aquellos padres que se desentienden de sus responsabilidades porque es una tarea muy linda. Dios nos dio ese don de ser padres, guiarlos por el camino del bien. Yo amo a mis hijos y a todos mis sobrinos como si fueran míos”, expresó Pérez.
Por Melissa Valle