Esta Semana Mayor se convierte en la oportunidad de negociar con los dulces típicos de la región y las distintas imágenes religiosas de la iglesia católica.
La Semana Santa es una de las fechas más importantes para los creyentes católicos y durante estos días, dulceras de Valledupar y de los corregimientos que son de su jurisdicción, aprovechan para ofrecer a los visitantes que llegan a la Plaza Alfonso López de esta capital, una gran variedad de dulces que permiten cautivar el paladar.
Al momento de llegar, es imposible no dudar para escoger el sabor, así que pedir una recomendación a las mujeres que con sus manos convierten una fruta o un tubérculo en una de las cosas más ricas que hay, se convierte en una opción casi obligada, cuando no se sabe qué hacer.
Piña, maduro, coco, leche, brevas, auyama, kiwi, tamarindo, toronja, batata, son solo algunos de los sabores que hay en la Feria del Dulce, uno de los principales atractivos de la Semana Santa en Valledupar. Aquí se reúnen mujeres y hombres que han sido seleccionados previamente por la Alcaldía Municipal, no solo para venderlos, sino para mostrarlos y asegurar una clientela luego de que ésta los haya probado.
Ayer, mientras unos escuchaban atentamente la misa oficiada por el Obispo de la Diócesis de Valledupar, Monseñor Óscar Vélez Isaza, otros se acercaban a los stands a degustar las delicias de los dulces artesanales y darle placer al sentido del gusto.
Quienes están ofreciendo sus productos en este sector, aseveran que es una buena estrategia, tal como lo dio a conocer Rosa Martínez quien lleva ocho años participando de esta feria y quien asegura que las ganancias que obtiene de un día aquí puede llegar a triplicar lo que vende en una jornada en su local que está ubicado en la Galería Popular de Valledupar.
“Hay más ingreso aquí para nosotros y más para mi familia porque en mi casa somos ocho personas y mis papás ya no pueden trabajar y con este negocio y otras actividades que hacen dos familiares más, nos mantenemos. Aquí se vende bastante en un día, cuando a uno le va bien se puede hacer hasta 500 mil pesos mientras que uno el día que no es Semana Santa se hacen entre 150 y 200 mil pesos”, dijo Rosa. Asimismo, la vendedora aseveró que los dulces que más pregunta la gente son el de leche, coco, mango y kiwi.
Pero Rosa tiene que competir con otros locales que están en el mismo lugar y según ella la competencia es fuerte, porque además tienen que enfrentarse con las ofertas de otros vendedores que no están ubicados en la Feria del Dulce. “La competencia siempre es fuerte porque aquí hay muchas personas que viven de esto y ahora en esta fecha hay quienes salen a venderlos por las calles, pero uno siempre tiene una mayor oferta aquí y como a la Plaza llega tanta gente, entonces a uno le va bien”.
No obstante, los dulces no son los únicos productos que se ofertan en la renombrada Plaza Alfonso López, pues hay quienes ven en la venta de imágenes y artículos religiosos una oportunidad para adquirir un beneficio económico con el fin de mantener su hogar durante estos días de celebración católica.
Así lo expresó Rafael Zúñiga, vendedor de productos religiosos, “la Semana Santa es la fecha donde las personas empiezan a comprar que la imagen de un santo, el rosario, el escapulario, los cirios, las láminas con las oraciones de los santos, entonces uno tiene que darle a las personas lo que ellos quieren que en este caso son estos productos”.
Zúñiga dijo que aquí las ventas también suele ser mejores que en otros lugares por la concurrencia que tiene la Plaza tanto de vallenatos como de turistas, quienes se acercan buscando imágenes del patrono de esta tierra Santo Eccehomo, rosarios para que sean bendecidos por la autoridad católica de esta ciudad y hasta biblias.
De esta manera trascurre una mañana en la Plaza de Valledupar entre dulces e imágenes, que son adquiridos por las personas que se acercan al lugar, quienes podrán disfrutar de algo diferente durante los días Santos.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
Esta Semana Mayor se convierte en la oportunidad de negociar con los dulces típicos de la región y las distintas imágenes religiosas de la iglesia católica.
La Semana Santa es una de las fechas más importantes para los creyentes católicos y durante estos días, dulceras de Valledupar y de los corregimientos que son de su jurisdicción, aprovechan para ofrecer a los visitantes que llegan a la Plaza Alfonso López de esta capital, una gran variedad de dulces que permiten cautivar el paladar.
Al momento de llegar, es imposible no dudar para escoger el sabor, así que pedir una recomendación a las mujeres que con sus manos convierten una fruta o un tubérculo en una de las cosas más ricas que hay, se convierte en una opción casi obligada, cuando no se sabe qué hacer.
Piña, maduro, coco, leche, brevas, auyama, kiwi, tamarindo, toronja, batata, son solo algunos de los sabores que hay en la Feria del Dulce, uno de los principales atractivos de la Semana Santa en Valledupar. Aquí se reúnen mujeres y hombres que han sido seleccionados previamente por la Alcaldía Municipal, no solo para venderlos, sino para mostrarlos y asegurar una clientela luego de que ésta los haya probado.
Ayer, mientras unos escuchaban atentamente la misa oficiada por el Obispo de la Diócesis de Valledupar, Monseñor Óscar Vélez Isaza, otros se acercaban a los stands a degustar las delicias de los dulces artesanales y darle placer al sentido del gusto.
Quienes están ofreciendo sus productos en este sector, aseveran que es una buena estrategia, tal como lo dio a conocer Rosa Martínez quien lleva ocho años participando de esta feria y quien asegura que las ganancias que obtiene de un día aquí puede llegar a triplicar lo que vende en una jornada en su local que está ubicado en la Galería Popular de Valledupar.
“Hay más ingreso aquí para nosotros y más para mi familia porque en mi casa somos ocho personas y mis papás ya no pueden trabajar y con este negocio y otras actividades que hacen dos familiares más, nos mantenemos. Aquí se vende bastante en un día, cuando a uno le va bien se puede hacer hasta 500 mil pesos mientras que uno el día que no es Semana Santa se hacen entre 150 y 200 mil pesos”, dijo Rosa. Asimismo, la vendedora aseveró que los dulces que más pregunta la gente son el de leche, coco, mango y kiwi.
Pero Rosa tiene que competir con otros locales que están en el mismo lugar y según ella la competencia es fuerte, porque además tienen que enfrentarse con las ofertas de otros vendedores que no están ubicados en la Feria del Dulce. “La competencia siempre es fuerte porque aquí hay muchas personas que viven de esto y ahora en esta fecha hay quienes salen a venderlos por las calles, pero uno siempre tiene una mayor oferta aquí y como a la Plaza llega tanta gente, entonces a uno le va bien”.
No obstante, los dulces no son los únicos productos que se ofertan en la renombrada Plaza Alfonso López, pues hay quienes ven en la venta de imágenes y artículos religiosos una oportunidad para adquirir un beneficio económico con el fin de mantener su hogar durante estos días de celebración católica.
Así lo expresó Rafael Zúñiga, vendedor de productos religiosos, “la Semana Santa es la fecha donde las personas empiezan a comprar que la imagen de un santo, el rosario, el escapulario, los cirios, las láminas con las oraciones de los santos, entonces uno tiene que darle a las personas lo que ellos quieren que en este caso son estos productos”.
Zúñiga dijo que aquí las ventas también suele ser mejores que en otros lugares por la concurrencia que tiene la Plaza tanto de vallenatos como de turistas, quienes se acercan buscando imágenes del patrono de esta tierra Santo Eccehomo, rosarios para que sean bendecidos por la autoridad católica de esta ciudad y hasta biblias.
De esta manera trascurre una mañana en la Plaza de Valledupar entre dulces e imágenes, que son adquiridos por las personas que se acercan al lugar, quienes podrán disfrutar de algo diferente durante los días Santos.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN