Fiel creyente de la economía naranja, el exalcalde de Valledupar, Augusto Ramírez, contrató la construcción de la Casa en el aire, un museo o atractivo turístico en homenaje a la obra del maestro Rafael Escalona, uno de los más grandes del folclor de la región Caribe.

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Cuestionada y defendida desde su proyección, la megaobra  se planificó para ser inaugurada en noviembre de 2019. Sin embargo, un año después de la fecha inicial, entre retrasos, imprevistos técnicos y la aparición de la pandemia, la obra no ha sido concluida. Según el último reporte de febrero, el avance de la etapa inicial era del 87 %.

La buena noticia es que el Comité de Construcción y el contratista, Consorcio Broers Constructores, presentaron los trámites requeridos para reiniciar los trabajos en la obra. “Se está tramitando el reinicio de la construcción y completando el protocolo. Posiblemente entraríamos a trabajar la semana que viene. Lo planeado es un tiempo de construcción final de dos o tres meses de trabajo para entregarla a la administración”, señaló el ingeniero Neuro Zabaleta, encargado de la obra. No obstante, el ingeniero reconoció que sobre el reinicio de la construcción aún hay dudas, principalmente relacionadas con el pico de la pandemia en Valledupar.

Desde el mes de febrero la obra está suspendida. Con la aparición intempestiva de la pandemia, muchos trabajos debieron suspenderse a mitad de camino,  por eso, según comentó el ingeniero, fue necesario que un grupo de trabajadores, previo al reinicio de la construcción, terminaran de soldar la obra porque movimientos naturales podrían afectar su estructura.

“Estamos en la etapa final de la construcción. El Comité de Obra con el Consorcio Broes Constructores decidieron entrar a las instalaciones a hacer trabajos de soldaduras  que debido a la pandemia no se pudieron culminar. Se han registrado varios movimientos telúricos que comprometen la estabilidad de la estructura, ya que no estaba soldada al 100 %”, sostuvo el ingeniero.

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¿Qué hace falta por construir? “Le hace falta la instalación del ascensor para incluir a las personas con alguna discapacidad, los baños, la parte eléctrica, la parte de emergencia y lo más complejo, la izada del gorro que se instalará en la parte superior”, explicó la secretaria de Obras de Valledupar, María Raiza Fuentes.

SEGUNDA ETAPA

Con una inversión de $9.295 millones, sumando la adición presupuestal, el objetivo es entregar la primera etapa y convertir la obra en un atractivo turístico y cultural en Valledupar. Más allá de la inauguración que podría darse en tres o cuatro meses (lo más probable a comienzos del 2021), la Alcaldía deberá invertir millonarios recursos para una segunda etapa, en la cual se contemplan los principales atractivos turísticos.

Esto significa que el día de la primera inauguración, pese a los $9.295 millones invertidos, no entrarían en funcionamiento los atractivos, como son locales comerciales, senderos, museos y puntos estratégicos como parques y parqueaderos. Para eso, la administración deberá contratar una segunda etapa que en los primeros diseños entregados por la Universidad Nacional, los cuales están bajo revisión y podrían modificarse, costaría alrededor de $12.000 millones de pesos, eso si no hay imprevisto o adiciones. Así, el valor total de la obra alcanzaría los $21.200 millones.

“Lo que queremos es algo funcional, sostenible y un atractivo para toda la comunidad, que sea un punto fijo de llegada. Luego de terminar esta primera etapa, debemos complementar la segunda etapa. Y para eso son claves los locales comerciales, donde las familias puedan comerse unos helados, unos juegos, senderos, lugares arborizados”, señaló la secretaria de Obras.

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Aunque durante la campaña electoral criticó la obra, el alcalde Mello Castro, en una visita con el gobernador (r) Luis Alberto Monsalvo, se comprometió a terminarla. “Lo que queremos es darle funcionalidad a la Casa en el aire, que no solamente sea un mirador hacia algunos techos, queremos dejarle algo al turista. Tienen el reto los ingenieros y arquitectos para que puedan vender el proyecto a nivel nacional. Es una inversión costosa que tenemos que sacarle el mayor provecho posible”, señaló Castro a principio de año.

Pero como la segunda etapa tomaría tiempo, por la construcción de los locales comerciales, senderos, la arborización, parques, parqueaderos, museos y otros atractivos, desde la Alcaldía anunciaron que se están realizando reuniones con la Secretaría de Cultura, artistas y la familia del homenajeado para hacer funcional y atractiva la primera parte, más allá de un “mirador hacia algunos techos”, como la definió el alcalde.

“La Universidad  Nacional entregó los diseños completos: primera y segunda etapa. La segunda etapa según lo establecido podría costar $12.000 millones… Es una etapa que debemos revisarla. Los diseños tuvieron bastantes modificaciones.   Hay que revisar cómo están contemplados esos diseños para ver qué tan funcional son”, relata María Raiza Fuentes. Y agrega: “Lo que es  claro es que no queremos dejar elefantes blancos, sino entregarle un atractivo a la ciudad”.  

ESTRUCTURA PROYECTADA

A comienzos de enero, Luis Alberto Monsalvo, fungiendo como gobernador, dio a entender en declaraciones a los medios de comunicación que aunque seguiría bajo su nombre de la Casa en el aire, la edificación no sería un homenaje solamente al maestro Rafael Escalona, como se planificó inicialmente.

La estrategia del entonces gobernador y que podría seguir el encargado, Wilson Solano, es que en la Casa en el aire se le dé prioridad a los acordeoneros con espacios artísticos para exponer y compartir los cuatros aires del acordeón.

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Así, según lo proyectado, el parque Casa en el aire será una edificación de cuatro niveles, con musicalización permanente y exhibición de objetos que fueron de propiedad del homenajeado Rafael Escalona Martínez como: cuadros, vestuario, letra de sus canciones y demás; contaría, terminada la segunda fase,  con mirador, terraza, patio verde, baños, taquilla, ascensores, espejo de agua, acceso a un túnel en el segundo nivel, tendrá cuarto de máquinas, eléctrico y tanque para el almacenamiento de agua potable, en los alrededores contará con zona de parqueo, cafeterías, locales comerciales y zonas verdes.

Por: Deivis Caro/EL PILÓN.