El caso se presentó en la institución educativa Jesús Sierra Uribe ubicada en el barrio La Victoria.
Un padre de familia de la institución educativa José Sierra Uribe, de Valledupar, realizó la denuncia pública, a través de medios de comunicación locales, que los estudiantes del plantel estarían recibiendo meriendas en estado de descomposición.
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La queja fue conocida a través de la emisora Cacica Stereo, donde este aseguró que su hijo, quien estudia en dicha institución, ha llegado en varias oportunidades a casa con frutas y alimentos en condiciones no aptas para el consumo humano.
“Soy padre de familia de un niño de cinco años de este colegio y en varias oportunidades he evidenciado (irregularidades) en los alimentos que les entregan bajo el Programa de Alimentación Escolar, por ejemplo, ayer llegó mi hijo con una manzana podrida, galletas duras y una leche a dos días de vencerse”, expresó Leonardo Zambrano, padre del menor afectado.
De acuerdo con el padre de familia, este plantel solo dicta clases en nivel escolar primaria y cuenta con aproximadamente 300 estudiantes, quienes, según el demandante, deberían recibir una atención de calidad por parte del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Por lo anterior, EL PILÓN se comunicó con el secretario municipal de Educación, Iván Bolaños, quien aclaró la situación presentada con el estudiante en el plantel educativo.
“La Secretaría de Educación llegó hasta las instalaciones del colegio y en validación con el rector, el coordinador, manipuladores del comedor y equipo PAE, se identificó que era un error de percepción por parte del padre de familia. Pues lo que realmente pasó, fue que el niño había mordido la pera en el salón de clases y la llevó a su casa, por lo cual esta tuvo un efecto de oxidación, que al mostrárselo al papá este determinó lo que ha expuesto en la denuncia. Las galletas se verificaron y no se encontró ninguna irregularidad en la fecha en el tiempo para su consumo”, explicó el funcionario.
Bolaños, también entregó información sobre cómo va el adelantamiento y desarrollo del Plan de Alimentación Escolar en los colegios de la ciudad. “Hay cinco contratos, uno mayoritario en Valledupar, zona rural y otro con las comunidades indígenas, los cuales están funcionando de acuerdo a los lineamientos establecidos por resolución 0335, sin ningún inconveniente hasta la fecha”, manifestó.
Asimismo, dejó claro que en el tratamiento de los alimentos hay total transparencia, lo cual está vigilado por la misma comunidad, veedurías ciudadanas, Contraloría y miembros del equipo PAE, encargados de velar por la entrega de los alimentos al personal que cumple con la función de hacer entrega a los estudiantes las porciones alimenticias en los planteles educativos.
El funcionario dio un parte de tranquilidad manifestando que el Plan de Alimentación Escolar se encuentra cubriendo en su totalidad las diferentes instituciones ubicadas en Valledupar, bajo los mecanismos actuales, hasta llegar al cumplimento de las 42.083 raciones contratadas a nivel municipal.
REDACCIÓN/EL PILÓN.
El caso se presentó en la institución educativa Jesús Sierra Uribe ubicada en el barrio La Victoria.
Un padre de familia de la institución educativa José Sierra Uribe, de Valledupar, realizó la denuncia pública, a través de medios de comunicación locales, que los estudiantes del plantel estarían recibiendo meriendas en estado de descomposición.
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La queja fue conocida a través de la emisora Cacica Stereo, donde este aseguró que su hijo, quien estudia en dicha institución, ha llegado en varias oportunidades a casa con frutas y alimentos en condiciones no aptas para el consumo humano.
“Soy padre de familia de un niño de cinco años de este colegio y en varias oportunidades he evidenciado (irregularidades) en los alimentos que les entregan bajo el Programa de Alimentación Escolar, por ejemplo, ayer llegó mi hijo con una manzana podrida, galletas duras y una leche a dos días de vencerse”, expresó Leonardo Zambrano, padre del menor afectado.
De acuerdo con el padre de familia, este plantel solo dicta clases en nivel escolar primaria y cuenta con aproximadamente 300 estudiantes, quienes, según el demandante, deberían recibir una atención de calidad por parte del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Por lo anterior, EL PILÓN se comunicó con el secretario municipal de Educación, Iván Bolaños, quien aclaró la situación presentada con el estudiante en el plantel educativo.
“La Secretaría de Educación llegó hasta las instalaciones del colegio y en validación con el rector, el coordinador, manipuladores del comedor y equipo PAE, se identificó que era un error de percepción por parte del padre de familia. Pues lo que realmente pasó, fue que el niño había mordido la pera en el salón de clases y la llevó a su casa, por lo cual esta tuvo un efecto de oxidación, que al mostrárselo al papá este determinó lo que ha expuesto en la denuncia. Las galletas se verificaron y no se encontró ninguna irregularidad en la fecha en el tiempo para su consumo”, explicó el funcionario.
Bolaños, también entregó información sobre cómo va el adelantamiento y desarrollo del Plan de Alimentación Escolar en los colegios de la ciudad. “Hay cinco contratos, uno mayoritario en Valledupar, zona rural y otro con las comunidades indígenas, los cuales están funcionando de acuerdo a los lineamientos establecidos por resolución 0335, sin ningún inconveniente hasta la fecha”, manifestó.
Asimismo, dejó claro que en el tratamiento de los alimentos hay total transparencia, lo cual está vigilado por la misma comunidad, veedurías ciudadanas, Contraloría y miembros del equipo PAE, encargados de velar por la entrega de los alimentos al personal que cumple con la función de hacer entrega a los estudiantes las porciones alimenticias en los planteles educativos.
El funcionario dio un parte de tranquilidad manifestando que el Plan de Alimentación Escolar se encuentra cubriendo en su totalidad las diferentes instituciones ubicadas en Valledupar, bajo los mecanismos actuales, hasta llegar al cumplimento de las 42.083 raciones contratadas a nivel municipal.
REDACCIÓN/EL PILÓN.