Sebastián Vargas Avendaño es un acordeonero bogotano de 13 años, y está participando por segunda vez en el concurso de Acordeonero Infantil del Festival de la Leyenda Vallenata que este año llega a su versión 58, siendo el certamen más importante de este folclor. Su historia es la de unos padres que decidieron cambiar de ciudad, de clima y de estilo de vida, para apoyar el sueño musical de su hijo único.
El gusto de Sebastián por el acordeón nació en Bogotá, casi por casualidad, durante los días de encierro de la pandemia. “Estaba aburrido y me puse a mirar sobre nuestras raíces colombianas. Recuerdo que vi una presentación del Rey Vallenato Harold Rivera y desde ese momento me enamoré del vallenato”, cuenta Sebastián, quien desde entonces comenzó a explorar los aires de este género, especialmente el merengue, su favorito, y le manifestó a sus padres que quería aprender a tocar el instrumento.
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Lo apoyaron con la suerte de que su madre pudo cumplir sus compromisos laborales desde la capital del Atlántico, donde Sebastián ingresó a una escuela de música, pero le aconsejaron acudir a la Capital Mundial del Vallenato.
Nueva mudanza a Valledupar
“Me recomendaron venir a Valledupar, la cuna del acordeón, donde están los mejores maestros”, relata. Así, tras un año en Barranquilla, la familia Vargas Avendaño se trasladó a Valledupar, donde Sebastián ingresó a la escuela de El Turco Gil y empezó a prepararse, también con instructores como el joven acordeonero Michael Peñaranda y el Rey Vallenato Navin López.
El cambio no fue menor: nuevo colegio, nuevos amigos y un clima radicalmente distinto al de Bogotá. “Mi mamá es nefróloga, tuvo que cambiar de puesto, y mi papá, militar retirado, también se adaptó. Todo por apoyarme en mi sueño”, dice. Fabián Vargas, padre de Sebastián, confiesa que fue una transición que no esperaba: “Yo le soy sincero, inicialmente no creía”. Pero la dedicación de su hijo lo convenció, “ama el acordeón, ama el vallenato, ama los 4 aires, se siente ya vallenato”, o más bien, “un cachaco con alma de vallenato”, como precisa el niño.
La primera ronda de la competencia de Acordeonero Infantil finalizó este martes en La Pedregosa con 38 concursantes, pero para la segunda ronda que inicia este miércoles habrá un recorte de acuerdo con las calificaciones reportadas por el jurado tras escuchar, durante 2 días, las presentaciones de niños entre los 7 y 14 años, con los ritmos de paseo, merengue, son y puya.










