La crisis nacional por la expedición de pasaportes en Colombia ha alcanzado un punto crítico, generando pánico e incertidumbre entre millones de ciudadanos. La raíz del problema está en la falta de un contrato vigente para la producción de pasaportes, tras la decisión del Gobierno de no renovar el acuerdo con la empresa Thomas Greg & Sons, que desde 2007 ha sido la encargada de este servicio.
Leer: El Cesar moderniza el trámite de pasaportes con QR, ¿cómo funciona?
La transición hacia un nuevo modelo, que involucra a la Imprenta Nacional y la Casa de la Moneda de Portugal, carece aún de un contrato firmado y de capacidad operativa comprobada, lo que pone en riesgo la continuidad del trámite a partir de septiembre de 2025.
Esta situación ha provocado largas filas virtuales y la imposibilidad de agendar citas en las principales ciudades del país, mientras que en departamentos como el Cesar la dinámica es diferente. En la Gobernación del Cesar, el proceso de expedición de pasaportes sigue siendo presencial y, hasta el momento, no hay una suspensión oficial del servicio. Sin embargo, la incertidumbre nacional genera un aumento en la demanda y preocupación entre los ciudadanos, que temen quedarse sin su documento de viaje en medio de la crisis institucional que afecta al país.
“No tenemos comunicación oficial de Cancillería”
Yolima Carrillo, jefa de Pasaportes de la Gobernación del Cesar, aclara que la entidad no ha recibido ninguna notificación formal por parte de la Cancillería sobre una eventual suspensión del servicio. “De parte de Cancillería, en este gobierno no nos han dicho nada. Solamente lo que se informa en las redes. Cancillería no se nos ha pronunciado en ningún momento que va a haber la suspensión. De hecho, porque lo pregunté. No me han dicho nada”, asegura Carrillo.
La funcionaria enfatiza que la información que circula, especialmente en redes sociales y medios nacionales, ha generado un ambiente de zozobra entre los ciudadanos. “Toda esa información trae consigo pánico, incertidumbre, desespero y la gente se viene. Porque sabe cómo está nuestro país y que se puede cambiar en cualquier momento. Ya cambió”, señala.
Sistema presencial y aumento de la demanda
A diferencia de otras regiones donde el agendamiento es virtual y las citas se han agotado, en el Cesar el trámite sigue siendo por orden de llegada. “Nosotros no tenemos agendamiento, es presencial. Siguen siendo las 100 personas diarias, incluso hay días con más”, explica Carrillo. El viernes pasado, con el aumento de rumores sobre la crisis, la afluencia se duplicó: “Hoy tuvimos un cupo de 135, pero llegaron como 300 personas. No había capacidad de sillas”.
La funcionaria atribuye este incremento a la incertidumbre y al temor de que el servicio pueda suspenderse en cualquier momento. “La gente lo que expresa es eso, que tiene miedo de que no se pueda. Hay incertidumbre. No hay comunicación por parte de Cancillería, pero la gente prefiere adelantarse a ver qué va a suceder”, comenta.
Entregas normales, pero sistemas intermitentes
Pese a la alta demanda, Carrillo afirma que los pasaportes solicitados siguen llegando y se entregan con normalidad. “Me llegaron los pasaportes que se construyeron el viernes. No ha habido ningún inconveniente”, asegura. Sin embargo, reconoce que el sistema ha presentado intermitencias y lentitud, lo que ha complicado la atención al público: “El sistema está intermitente, lento”.
¿Qué pasará en agosto y septiembre?
La mayor preocupación en la Gobernación del Cesar es la falta de información sobre lo que sucederá en los próximos meses, cuando el contrato nacional con el proveedor actual expire y aún no haya claridad sobre la transición. “No sabemos qué va a suceder en agosto, no sabemos qué va a suceder en septiembre, pero estamos en julio y vamos trabajando”, afirma Carrillo.
La incertidumbre ha llevado a que muchas personas adelanten el trámite de renovación, incluso con seis meses o más de anticipación. “Lo prudente es cambiar el pasaporte seis meses antes de que se venza. No hay que esperar que se venza, porque para abordar un aeropuerto o comprar tiquetes, seis meses antes es lo ideal”, recomienda la funcionaria.
Un derecho constitucional en riesgo
Carrillo advierte que suspender la expedición de pasaportes sería una irresponsabilidad estatal. “Eso es un derecho constitucional. No se puede dejar un país sin documento de identidad o un documento que te permita salir del país. El país se tiene que preparar y Cancillería no nos ha dado ninguna información diferente de lo que estamos haciendo”, concluye.
Mientras tanto, la sede de pasaportes de la Gobernación del Cesar sigue atendiendo a cientos de ciudadanos cada día, en medio de la incertidumbre y la expectativa por una solución nacional a la crisis que afecta a miles de colombianos.
Por: Redacción EL PILÓN
