Profesores de la Institución Educativa Alfonso López, en el barrio La Esperanza, solicitaron no acabar con esta jornada en la que, si bien hay pocos alumnos, se está desarrollando un buen proceso pedagógico.
En carta remitida al secretario de Educación de Valledupar, Luis Carlos Matute, profesores de la jornada de la tarde de la sede primaria anexa de la Institución Educativa Alfonso López, en el barrio La Esperanza, solicitaron no acabar con esta jornada en la que, si bien hay pocos alumnos, se está desarrollando un buen proceso pedagógico.
Rosa Castro, profesora de esta institución, contó que en las pasadas pruebas Supérate se obtuvieron excelentes resultados con los alumnos, que actualmente no son más de 70 en la tarde.
“No hay una buena distribución del alumnado para que en ambas jornadas se pueda trabajar bien. Lo que han ido es cerrando un grado cada año y se animan a cerrar una jornada completa. En la mañana los 16 salones están copados, hay entre 35 y 40 alumnos por salón; en la tarde la que más alumnos tiene soy yo, que tengo 29 en cuarto”, explicó la educadora.
Según la maestra, no se ha oficializado que se vaya a cerrar la jornada vespertina, pero todo apunta a que la institución implemente la jornada única.
“Nosotros el año pasado teníamos más alumnos en la tarde, pero antes de terminar el año lectivo de 2015 el rector socializó el tema de la jornada única, que se definió sin ninguna programación. Se fueron quedando en la mañana con los alumnos de la tarde, pero luego el rector dijo que la jornada de la tarde sí iba y me puse en la tarea de llamar a los alumnos, pero la coordinadora dijo que no, que ya los niños estaban en la mañana y se iban a quedar ahí, entonces con el cuento de la jornada única nos quitaron nuestros alumnos y ahora que no va, no los dejan volver a la tarde”, manifestó.
Sobre el tema, el secretario de Educación Municipal, señaló que “se están fusionando cursos de 20 o 22 alumnos, esa fusión está obligando a dejar maestros por fuera. Esto teniendo en cuenta una plataforma empezó a ajustarlo. Un colegio que tenía dos cursos de 20 alumnos cada uno, uno en la mañana y otro en la tarde, tiene que hacer un solo curso y usualmente busca la mañana”.
Advirtió Matute que esta es una medida que viene del Ministerio de Educación Nacional, teniendo en cuenta los resultados académicos de los colegios privados frente a los públicos; los primeros obtienen mayores logros puesto que estudian regularmente entre las 6 de la mañana y las 3 de la tarde, es decir, ocho horas diarias de estudio, mientras que los segundos sólo dedican seis horas.
Aunque haya oposición de algunos sectores frente a la desaparición de la jornada de la tarde en los colegios públicos, de acuerdo con la estrategia del Ministerio de Educación Nacional, en el año 2030 el 100% de los establecimientos educativos públicos del país deben funcionar en jornada única.
Para los profesores de la sede primaria anexa del colegio Alfonso López en el barrio La Esperanza, no es lógico que se pretenda acabar con la jornada vespertina, si en la matutina existe hacinamiento.
Por Jennifer Del Río Coronell
[email protected]
Profesores de la Institución Educativa Alfonso López, en el barrio La Esperanza, solicitaron no acabar con esta jornada en la que, si bien hay pocos alumnos, se está desarrollando un buen proceso pedagógico.
En carta remitida al secretario de Educación de Valledupar, Luis Carlos Matute, profesores de la jornada de la tarde de la sede primaria anexa de la Institución Educativa Alfonso López, en el barrio La Esperanza, solicitaron no acabar con esta jornada en la que, si bien hay pocos alumnos, se está desarrollando un buen proceso pedagógico.
Rosa Castro, profesora de esta institución, contó que en las pasadas pruebas Supérate se obtuvieron excelentes resultados con los alumnos, que actualmente no son más de 70 en la tarde.
“No hay una buena distribución del alumnado para que en ambas jornadas se pueda trabajar bien. Lo que han ido es cerrando un grado cada año y se animan a cerrar una jornada completa. En la mañana los 16 salones están copados, hay entre 35 y 40 alumnos por salón; en la tarde la que más alumnos tiene soy yo, que tengo 29 en cuarto”, explicó la educadora.
Según la maestra, no se ha oficializado que se vaya a cerrar la jornada vespertina, pero todo apunta a que la institución implemente la jornada única.
“Nosotros el año pasado teníamos más alumnos en la tarde, pero antes de terminar el año lectivo de 2015 el rector socializó el tema de la jornada única, que se definió sin ninguna programación. Se fueron quedando en la mañana con los alumnos de la tarde, pero luego el rector dijo que la jornada de la tarde sí iba y me puse en la tarea de llamar a los alumnos, pero la coordinadora dijo que no, que ya los niños estaban en la mañana y se iban a quedar ahí, entonces con el cuento de la jornada única nos quitaron nuestros alumnos y ahora que no va, no los dejan volver a la tarde”, manifestó.
Sobre el tema, el secretario de Educación Municipal, señaló que “se están fusionando cursos de 20 o 22 alumnos, esa fusión está obligando a dejar maestros por fuera. Esto teniendo en cuenta una plataforma empezó a ajustarlo. Un colegio que tenía dos cursos de 20 alumnos cada uno, uno en la mañana y otro en la tarde, tiene que hacer un solo curso y usualmente busca la mañana”.
Advirtió Matute que esta es una medida que viene del Ministerio de Educación Nacional, teniendo en cuenta los resultados académicos de los colegios privados frente a los públicos; los primeros obtienen mayores logros puesto que estudian regularmente entre las 6 de la mañana y las 3 de la tarde, es decir, ocho horas diarias de estudio, mientras que los segundos sólo dedican seis horas.
Aunque haya oposición de algunos sectores frente a la desaparición de la jornada de la tarde en los colegios públicos, de acuerdo con la estrategia del Ministerio de Educación Nacional, en el año 2030 el 100% de los establecimientos educativos públicos del país deben funcionar en jornada única.
Para los profesores de la sede primaria anexa del colegio Alfonso López en el barrio La Esperanza, no es lógico que se pretenda acabar con la jornada vespertina, si en la matutina existe hacinamiento.
Por Jennifer Del Río Coronell
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