Publicidad
Categorías
Categorías
Informes Especiales - 12 diciembre, 2015

Se ‘derrumba’ la Academia de Historia del Cesar

Las edificación del lugar presentan problemas en su estructura física, los libros y documentos históricos están en peligro de extinción en caso de que las entidades públicas no ejecuten acciones para salvaguardarlos.

Ernesto Palencia Caratt, presidente de la Academia, tiene en su cabeza cada peso y centavo que les adeudan, aunque trabaja por amor al arte. Joaquín Ramírez / EL PILÓN.
Ernesto Palencia Caratt, presidente de la Academia, tiene en su cabeza cada peso y centavo que les adeudan, aunque trabaja por amor al arte. Joaquín Ramírez / EL PILÓN.
Boton Wpp

Lo que la memoria puede mantener vigente sobre la historia del Cesar está a punto de perderse, la desidia estatal concentra el inequitativo valor otorgado a la cultura del departamento.

La sede de la Academia de Historia del Cesar está en pésimas condiciones, la infraestructura física de la edificación que pertenece al Municipio de Valledupar tiene gran parte de las paredes en el suelo y el techo averiado, a eso se suma la falta de mantenimiento en pintura y restauración de los enseres; el abandono por parte de la Gobernación del Cesar, la Alcaldía de Valledupar y el Ministerio de Cultura durante los últimos años puede comprobarse con solo pasar por el sitio.

Es una casa de corte colonial con muros en adobe, techos de teja de barro y cana boba, pero la humedad, hongos, el comején y la falta de recursos, tiene en peligro la historia documental del Cesar.

Tomás Ortega, celador del sitio hace 13 años, recuerda que el 30 de agosto del año 2002 cayó un aguacero en Valledupar y el agua penetró el techo, mojando a quienes estaban en el lugar. Aunque fue el día de la inauguración de la Academia, a la fecha las autoridades no han solucionado este inconveniente.

Aunque en la edificación ubicada en la calle 15 No. 7-61, Centro Histórico de Valledupar, reposan los primeros tomos escritos en Valencia de Jesús por amanuenses de la corona, con tinta y pluma de ganso, la Alcaldía, Gobernación y Estado se olvidaron de girarle recursos para el sostenimiento y pago de quienes allí laboran.

Han entregado cierta cantidad de dinero, pero adeudan más de 50 millones de pesos por concepto de convenios interadministrativos pendientes.

“El techo se llueve y no la han arreglado, cuando llueve me toca buscar papel para tapar los libros, las vigas se están pudriendo, eso es por falta de mantenimiento y los hongos junto al comején están acabando con esto”, enfatizó Tomás Ortega.

Por fortuna, el estado del tiempo se ha comportado como lo pronostica el Ideam, cero lluvias en el último mes y quizás hasta el próximo año después de febrero. Eso causa risas para el personal que trabaja en la Academia de Historia porque la lluvia es el peor enemigo de este lugar que guarda detalles de la ‘Ciudad de los Santos Reyes’.
Así como la cubierta y las paredes, las ventanas que son hechas en madera no sirven, lo único que protege el lugar es la perseverancia de Tomás Ortega y unos protectores metálicos viejos que en ocasiones son violentados.

El 26 agosto de 2002, Tomás asumió el puesto de celador, pero el sueldo o pago por sus servicios son esporádicos, como son las visitas y peticiones que realizan estudiantes y ciudadanos a lo que es una oficina anexa a la Notaría Primera Municipal. “Vienen poco a buscar archivos, trabajamos por amor al arte”, declaró.

El Cesar está clasificado como el segundo departamento a nivel nacional en diversidad étnica y cultural, por sus costumbre, antología, riqueza material e inmaterial; una verdadera herencia de nuestros antepasados y así lo argumentan los libros que son guardados con mucho cuidado en la Academia de Historia del Cesar.

Ana Herrera, secretaria de este emblemático lugar desde hace 10 años, aseguró que no han hecho ninguna intervención, el aseo y compra de utensilios, “se hace con lo que se logra recolectar cuando prestamos los servicios de escrituras y uno que otro recurso que queda por algún trámite”.

Los archivos más viejos del sitio fueron enviados a Bogotá para restauración, pero las directivas temen que cuando regresen en mejores condiciones se dañen por el mal estado en que se encuentran los stands.

Herrera explicó que con la planta de trabajadores tienen una deuda de tres años, 37 meses que no les pagan. “Trabajamos con las uñas, este Gobernador no aportó aunque otros gobiernos sí lo hicieron”.

Y aunque el 28 de noviembre de 2014, la ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, firmó la resolución 795 del Plan Especial de Manejo y Protección de Valledupar (PEMP), convirtiéndola en Ley, es angustiosa la situación del Centro Histórico de Valledupar, es poco o nulo el patrimonio recuperado, por eso se considera que la memoria histórica de nuestro patrimonio quedará en leyenda.

En la Academia de Historia del Cesar hay 282 tomos del período comprendido entre 1727 a 1950 y no tienen la totalidad por el estado de deterioro del bien inmueble y porque requieren estanterías especiales para su organización.

Ni congresistas del departamento del Cesar, ni diputados y menos los concejales de Valledupar hicieron gestión ante las instancias correspondientes para que la Academia de Historia del Departamento lograra jalonar recursos para seguir conservando la memoria histórica de esta región.

Acciones lejanas
El Ministerio de Cultura firmó un convenio con la Academia de Historia para realizar una restauración, pero no existen recursos para el mantenimiento de la vieja casona, que también muestra el rastro de la presencia del comején, lo que acelera el deterioro de toda la estructura.

El director Municipal de Cultura, Alberto Muñoz Peñaloza, dijo que los recursos para el mantenimiento de la Academia de Historia del Cesar están asegurados, pero no se ejecutarán este año.

“El bien inmueble en el que opera la Academia de Historia es del Municipio de Valledupar, eso ha permitido que funcione, la Academia tiene unos problemas en su estructura aunque la Administración Municipal hizo una inversión de 40 millones de pesos recientemente, hay un proyecto aprobado por recursos IVA que ya tiene aprobado el Ministerio de Cultura y va a ser ejecutado el próximo año a partir del mes de febrero”, explicó Alberto Muñoz.

Dichos recursos a los que se refiere Muñoz Peñaloza son a los del Impuesto sobre el Valor Agregado, IVA, al consumo de la telefonía celular que por ley tienen derechos municipios del Cesar, La Guajira y Magdalena.

Los dineros servirían para solucionar las dificultades de orden técnico y estructural que presenta la edificación del lugar. “Nosotros en cultura hicimos un convenio con la Academia que está operando muy bien, no ha permitido realizar unas actividades culturales y a ellos obtener recursos”.

Sin embargo, este medio constató que los recursos del convenio no se han girado, en su totalidad a la Academia de Historia del Cesar. “El convenio va por buen camino y esperamos que con otras actividades antes de finalizar el año ellos puedan iniciar el próximo año bien”, declaró Alberto Muñoz.

Eminencia presidencial
Ernesto Palencia Caratt, presidente de la Academia, tiene todavía en su memoria el día en que fue encargado como Gobernador del Cesar, representante a la Cámara y cómo avanza la historia del Cesar en archivos.

Este es un hombre de 98 años, sus arrugas son la prueba de su arduo trabajo a lo largo de la vida, pero con orgullo sonríe al decir su edad.

“He luchado intensamente para sostener la Academia de Historia del Cesar, le he modificado los aspectos, pero no ha habido la plata para trabajar mejor”, declaró Palencia Caratt.

Buscó en sus documentos las pruebas para mostrar que la Alcaldía no ha pagado el convenio firmado en junio de este año. Tiene cada peso y centavo que les adeudan en su cabeza. Sabe que si las administraciones y autoridades no aportan para el sostenimiento de la entidad, la biblioteca y el archivo histórico del Cesar sobrevivirán con el amor de muchas personas como Tomás Ortega, celador; Ana Herrera, secretaria, y Miriam Cuello, servicios generales.

Al alcalde electo, Agusto Daniel Ramírez Uhía, no le exigirá dinero. “Pedirle a él sería pedirle un favor, porque no está en condiciones de estar pagando plata de gobiernos anteriores, si lo hace bienvenido para el aporte a nuestra cultura”, destacó el presidente de la Academia.

Archivos notariales, memorias de la historia de Valledupar, libros en los que se encuentran registradas compras y ventas de esclavos, escrituras de casas y todo tipo de negocios realizados entre los años 1727 hasta 1980, son los perjudicados ante el deterioro en que se encuentra la planta física de la Academia de Historia del Cesar, ubicada al lado de la Catedral Nuestra Señora del Rosario, pleno Centro Histórico de Valledupar, que por cierto para ser intervenida cualquier infraestructura debe tener el permiso del Ministerio de Cultura y se debe conservar la estructura colonial.

En la Academia de Historia también está la sala de Fototeca, allí se pueden apreciar fotografías de representantes de la región quienes hicieron labores destacadas, como lo fueron: Rafael Carrillo, Armando Maestre Pavajeau, el primer monseñor Vicente Roig Villalba y Alfonso López Michelsen, primer gobernador del Cesar, entre otros que dejaron huellas. Se observan diferentes retratos de personajes y las caricaturas hechas por el pintor Jaime Molina, en las que plasmó en imágenes, la política de la época.

Academia de Historia del Cesar
Es una persona jurídica sin ánimo de lucro, creada el 1 de octubre de 1988 y reconocida su personería jurídica, mediante Resolución No. 001681 de fecha 25 de mayo de 1989, emanada de la Gobernación del Departamento del Cesar, como máxima autoridad en la investigación, estudio y promoción de la historia en el departamento del Cesar, para salvaguardar el legado histórico nacional y cesarense.

La Academia de Historia del Cesar se constituye como un órgano consultivo del Gobierno Departamental del Cesar y de los gobiernos municipales. Tiene la responsabilidad de convocar, reunir, apoyar y, sobre todo, erigirse en instrumento para que la política cultural y educacional que tiene a la historia como motivación, sea realmente interpretación correcta y sabia, y que parta del ejercicio de saber buscar los orígenes y, a la vez, respetar la evolución del pensamiento en el tiempo.

La Academia de Historia del Cesar, para el cumplimiento de su misión, debe:

* Promover, cultivar y verificar el estudio de la historia nacional y universal en el departamento del Cesar.

* Contribuir a la elevación del papel de la historia cesarense en el desarrollo de la cultura nacional.

* Promover proyectos de investigación histórica, humanística y de ciencias sociales, así como diseñar líneas de investigación, y velar por su cumplimiento en los centros de investigación, educación, divulgación y promoción de la historia.

* Adquirir, clasificar, coleccionar, conservar y, en su caso, reeditar, o reconstruir, total o parcialmente, libros, folletos, periódicos, cartas geográficas, manuscritos, estampas, grabados y en general, documentos y objetos históricos, entre otros.

La Academia recibe documentos, memorias, objetos, datos y trabajos históricos que le sean enviados por sus miembros o por personas no pertenecientes al cuerpo académico.

Los recursos culturales importantes históricos están ubicados en el casco de Valledupar, Valencia de Jesús, Río de Oro y González, como también la zona de petroglifos de Manaure.

En Valledupar existen 304 piezas de colecciones arqueológicas: cerámica (217), lítico (56), metal (26), collares cuentas (5), en todo el Cesar 677 distribuidos en otros municipios como Gamarra, El Copey, Manaure, Curumaní y Tamalameque.

“He luchado intensamente para sostener la Academia de Historia del Cesar, le he modificado los aspectos, pero no ha habido la plata para trabajar mejor”: Ernesto Palencia Caratt.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

 

Informes Especiales
12 diciembre, 2015

Se ‘derrumba’ la Academia de Historia del Cesar

Las edificación del lugar presentan problemas en su estructura física, los libros y documentos históricos están en peligro de extinción en caso de que las entidades públicas no ejecuten acciones para salvaguardarlos.


Ernesto Palencia Caratt, presidente de la Academia, tiene en su cabeza cada peso y centavo que les adeudan, aunque trabaja por amor al arte. Joaquín Ramírez / EL PILÓN.
Ernesto Palencia Caratt, presidente de la Academia, tiene en su cabeza cada peso y centavo que les adeudan, aunque trabaja por amor al arte. Joaquín Ramírez / EL PILÓN.
Boton Wpp

Lo que la memoria puede mantener vigente sobre la historia del Cesar está a punto de perderse, la desidia estatal concentra el inequitativo valor otorgado a la cultura del departamento.

La sede de la Academia de Historia del Cesar está en pésimas condiciones, la infraestructura física de la edificación que pertenece al Municipio de Valledupar tiene gran parte de las paredes en el suelo y el techo averiado, a eso se suma la falta de mantenimiento en pintura y restauración de los enseres; el abandono por parte de la Gobernación del Cesar, la Alcaldía de Valledupar y el Ministerio de Cultura durante los últimos años puede comprobarse con solo pasar por el sitio.

Es una casa de corte colonial con muros en adobe, techos de teja de barro y cana boba, pero la humedad, hongos, el comején y la falta de recursos, tiene en peligro la historia documental del Cesar.

Tomás Ortega, celador del sitio hace 13 años, recuerda que el 30 de agosto del año 2002 cayó un aguacero en Valledupar y el agua penetró el techo, mojando a quienes estaban en el lugar. Aunque fue el día de la inauguración de la Academia, a la fecha las autoridades no han solucionado este inconveniente.

Aunque en la edificación ubicada en la calle 15 No. 7-61, Centro Histórico de Valledupar, reposan los primeros tomos escritos en Valencia de Jesús por amanuenses de la corona, con tinta y pluma de ganso, la Alcaldía, Gobernación y Estado se olvidaron de girarle recursos para el sostenimiento y pago de quienes allí laboran.

Han entregado cierta cantidad de dinero, pero adeudan más de 50 millones de pesos por concepto de convenios interadministrativos pendientes.

“El techo se llueve y no la han arreglado, cuando llueve me toca buscar papel para tapar los libros, las vigas se están pudriendo, eso es por falta de mantenimiento y los hongos junto al comején están acabando con esto”, enfatizó Tomás Ortega.

Por fortuna, el estado del tiempo se ha comportado como lo pronostica el Ideam, cero lluvias en el último mes y quizás hasta el próximo año después de febrero. Eso causa risas para el personal que trabaja en la Academia de Historia porque la lluvia es el peor enemigo de este lugar que guarda detalles de la ‘Ciudad de los Santos Reyes’.
Así como la cubierta y las paredes, las ventanas que son hechas en madera no sirven, lo único que protege el lugar es la perseverancia de Tomás Ortega y unos protectores metálicos viejos que en ocasiones son violentados.

El 26 agosto de 2002, Tomás asumió el puesto de celador, pero el sueldo o pago por sus servicios son esporádicos, como son las visitas y peticiones que realizan estudiantes y ciudadanos a lo que es una oficina anexa a la Notaría Primera Municipal. “Vienen poco a buscar archivos, trabajamos por amor al arte”, declaró.

El Cesar está clasificado como el segundo departamento a nivel nacional en diversidad étnica y cultural, por sus costumbre, antología, riqueza material e inmaterial; una verdadera herencia de nuestros antepasados y así lo argumentan los libros que son guardados con mucho cuidado en la Academia de Historia del Cesar.

Ana Herrera, secretaria de este emblemático lugar desde hace 10 años, aseguró que no han hecho ninguna intervención, el aseo y compra de utensilios, “se hace con lo que se logra recolectar cuando prestamos los servicios de escrituras y uno que otro recurso que queda por algún trámite”.

Los archivos más viejos del sitio fueron enviados a Bogotá para restauración, pero las directivas temen que cuando regresen en mejores condiciones se dañen por el mal estado en que se encuentran los stands.

Herrera explicó que con la planta de trabajadores tienen una deuda de tres años, 37 meses que no les pagan. “Trabajamos con las uñas, este Gobernador no aportó aunque otros gobiernos sí lo hicieron”.

Y aunque el 28 de noviembre de 2014, la ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, firmó la resolución 795 del Plan Especial de Manejo y Protección de Valledupar (PEMP), convirtiéndola en Ley, es angustiosa la situación del Centro Histórico de Valledupar, es poco o nulo el patrimonio recuperado, por eso se considera que la memoria histórica de nuestro patrimonio quedará en leyenda.

En la Academia de Historia del Cesar hay 282 tomos del período comprendido entre 1727 a 1950 y no tienen la totalidad por el estado de deterioro del bien inmueble y porque requieren estanterías especiales para su organización.

Ni congresistas del departamento del Cesar, ni diputados y menos los concejales de Valledupar hicieron gestión ante las instancias correspondientes para que la Academia de Historia del Departamento lograra jalonar recursos para seguir conservando la memoria histórica de esta región.

Acciones lejanas
El Ministerio de Cultura firmó un convenio con la Academia de Historia para realizar una restauración, pero no existen recursos para el mantenimiento de la vieja casona, que también muestra el rastro de la presencia del comején, lo que acelera el deterioro de toda la estructura.

El director Municipal de Cultura, Alberto Muñoz Peñaloza, dijo que los recursos para el mantenimiento de la Academia de Historia del Cesar están asegurados, pero no se ejecutarán este año.

“El bien inmueble en el que opera la Academia de Historia es del Municipio de Valledupar, eso ha permitido que funcione, la Academia tiene unos problemas en su estructura aunque la Administración Municipal hizo una inversión de 40 millones de pesos recientemente, hay un proyecto aprobado por recursos IVA que ya tiene aprobado el Ministerio de Cultura y va a ser ejecutado el próximo año a partir del mes de febrero”, explicó Alberto Muñoz.

Dichos recursos a los que se refiere Muñoz Peñaloza son a los del Impuesto sobre el Valor Agregado, IVA, al consumo de la telefonía celular que por ley tienen derechos municipios del Cesar, La Guajira y Magdalena.

Los dineros servirían para solucionar las dificultades de orden técnico y estructural que presenta la edificación del lugar. “Nosotros en cultura hicimos un convenio con la Academia que está operando muy bien, no ha permitido realizar unas actividades culturales y a ellos obtener recursos”.

Sin embargo, este medio constató que los recursos del convenio no se han girado, en su totalidad a la Academia de Historia del Cesar. “El convenio va por buen camino y esperamos que con otras actividades antes de finalizar el año ellos puedan iniciar el próximo año bien”, declaró Alberto Muñoz.

Eminencia presidencial
Ernesto Palencia Caratt, presidente de la Academia, tiene todavía en su memoria el día en que fue encargado como Gobernador del Cesar, representante a la Cámara y cómo avanza la historia del Cesar en archivos.

Este es un hombre de 98 años, sus arrugas son la prueba de su arduo trabajo a lo largo de la vida, pero con orgullo sonríe al decir su edad.

“He luchado intensamente para sostener la Academia de Historia del Cesar, le he modificado los aspectos, pero no ha habido la plata para trabajar mejor”, declaró Palencia Caratt.

Buscó en sus documentos las pruebas para mostrar que la Alcaldía no ha pagado el convenio firmado en junio de este año. Tiene cada peso y centavo que les adeudan en su cabeza. Sabe que si las administraciones y autoridades no aportan para el sostenimiento de la entidad, la biblioteca y el archivo histórico del Cesar sobrevivirán con el amor de muchas personas como Tomás Ortega, celador; Ana Herrera, secretaria, y Miriam Cuello, servicios generales.

Al alcalde electo, Agusto Daniel Ramírez Uhía, no le exigirá dinero. “Pedirle a él sería pedirle un favor, porque no está en condiciones de estar pagando plata de gobiernos anteriores, si lo hace bienvenido para el aporte a nuestra cultura”, destacó el presidente de la Academia.

Archivos notariales, memorias de la historia de Valledupar, libros en los que se encuentran registradas compras y ventas de esclavos, escrituras de casas y todo tipo de negocios realizados entre los años 1727 hasta 1980, son los perjudicados ante el deterioro en que se encuentra la planta física de la Academia de Historia del Cesar, ubicada al lado de la Catedral Nuestra Señora del Rosario, pleno Centro Histórico de Valledupar, que por cierto para ser intervenida cualquier infraestructura debe tener el permiso del Ministerio de Cultura y se debe conservar la estructura colonial.

En la Academia de Historia también está la sala de Fototeca, allí se pueden apreciar fotografías de representantes de la región quienes hicieron labores destacadas, como lo fueron: Rafael Carrillo, Armando Maestre Pavajeau, el primer monseñor Vicente Roig Villalba y Alfonso López Michelsen, primer gobernador del Cesar, entre otros que dejaron huellas. Se observan diferentes retratos de personajes y las caricaturas hechas por el pintor Jaime Molina, en las que plasmó en imágenes, la política de la época.

Academia de Historia del Cesar
Es una persona jurídica sin ánimo de lucro, creada el 1 de octubre de 1988 y reconocida su personería jurídica, mediante Resolución No. 001681 de fecha 25 de mayo de 1989, emanada de la Gobernación del Departamento del Cesar, como máxima autoridad en la investigación, estudio y promoción de la historia en el departamento del Cesar, para salvaguardar el legado histórico nacional y cesarense.

La Academia de Historia del Cesar se constituye como un órgano consultivo del Gobierno Departamental del Cesar y de los gobiernos municipales. Tiene la responsabilidad de convocar, reunir, apoyar y, sobre todo, erigirse en instrumento para que la política cultural y educacional que tiene a la historia como motivación, sea realmente interpretación correcta y sabia, y que parta del ejercicio de saber buscar los orígenes y, a la vez, respetar la evolución del pensamiento en el tiempo.

La Academia de Historia del Cesar, para el cumplimiento de su misión, debe:

* Promover, cultivar y verificar el estudio de la historia nacional y universal en el departamento del Cesar.

* Contribuir a la elevación del papel de la historia cesarense en el desarrollo de la cultura nacional.

* Promover proyectos de investigación histórica, humanística y de ciencias sociales, así como diseñar líneas de investigación, y velar por su cumplimiento en los centros de investigación, educación, divulgación y promoción de la historia.

* Adquirir, clasificar, coleccionar, conservar y, en su caso, reeditar, o reconstruir, total o parcialmente, libros, folletos, periódicos, cartas geográficas, manuscritos, estampas, grabados y en general, documentos y objetos históricos, entre otros.

La Academia recibe documentos, memorias, objetos, datos y trabajos históricos que le sean enviados por sus miembros o por personas no pertenecientes al cuerpo académico.

Los recursos culturales importantes históricos están ubicados en el casco de Valledupar, Valencia de Jesús, Río de Oro y González, como también la zona de petroglifos de Manaure.

En Valledupar existen 304 piezas de colecciones arqueológicas: cerámica (217), lítico (56), metal (26), collares cuentas (5), en todo el Cesar 677 distribuidos en otros municipios como Gamarra, El Copey, Manaure, Curumaní y Tamalameque.

“He luchado intensamente para sostener la Academia de Historia del Cesar, le he modificado los aspectos, pero no ha habido la plata para trabajar mejor”: Ernesto Palencia Caratt.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]