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Cesar y La Guajira - 11 diciembre, 2020

Se cumplen 21 años de la primera masacre en La Mesa

Habitantes del caserío de La Mesa, perteneciente al corregimiento de Azúcar Buena, Valledupar, no olvidan los estragos del conflicto armado, sin embargo, aseguran que eso hace parte del pasado y que hoy han avanzado en el objetivo de la paz.

El 11 de diciembre de 1999 fueron asesinadas seis personas en La Mesa. 

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
El 11 de diciembre de 1999 fueron asesinadas seis personas en La Mesa. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
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Actualmente el caserío de La Mesa, perteneciente al corregimiento de Azúcar Buena, ubicado a 2.5 kilómetros de Valledupar, es una localidad tranquila donde sus habitantes, en la mayoría campesinos, buscan olvidar los estragos que les dejó el conflicto armado colombiano.

Lee también: El regreso de ‘Jorge 40’: ¿la puerta a la ‘verdad’ sobre el paramilitarismo en el Cesar?

Precisamente, hoy cuando se cumplen 21 años de la primera masacre, aquel trágico 11 de diciembre de 1999, cuando fueron asesinadas 6 personas, los habitantes trabajan para que la violencia sea solamente parte de su pasado.

Iván Hinojoza, presidente de la Junta de Acción Comunal de Azúcar Buena, contó que las cosas han cambiado y el ambiente es contrario a todo lo negativo que dejaron esos momentos de terror infundados por hombres pertenecientes a las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, o de las extintas Farc. 

Los habitantes de este pueblo quieren dejar de ser estigmatizados.  FOTO/ARCHIVO.

Este hombre de 69 años relató que ese 11 de diciembre de 1999 se vivieron horas de terror, dolor y desconsuelo que dejaron marcados a todos los lugareños, pero con el pasar de los años han luchado por olvidar y no seguir siendo estigmatizados.

Hoy en un 95 % las cosas que aquí están pasando son positivas, ya no tenemos grupos armados de ninguna índole, ni bandas criminales. Sí reconocemos que hay delincuencia común, como en cualquier parte del país, pero estamos gozando de progreso, como lo son inversiones, proyectos para mejoramiento de vías, empresarios que han invertido en el campo y eso ha mejorado la calidad de vida de todos” acotó Hinojoza.

Y agregó: “No vamos a decir que lo que pasó no nos ha dejado huellas porque sería falso y eso nunca se borra, pero estamos progresando. El nivel de vida en el corregimiento ha crecido tanto en el caserío de La Mesa como en la parte alta de Azúcar Buena, donde hay innumerables parcelas”. 

No dejes de leer: ‘El Tigre’ condenado a 25 años de cárcel por masacre en La Mesa

Pese a su optimismo relató que aún no han recibido el resarcimiento necesario para mitigar las consecuencias del conflicto armado. “Perdimos muchas vidas de personas que amábamos, buenas, valiosas y eso no tiene precio”, puntualizó el líder. 

LA MADRUGADA TRÁGICA

El día de la masacre, ocho hombres pertenecientes al Bloque Norte de las AUC, al mando de Jhon Jairo Esquivel, alias ‘El Tigre’, dijeron que iban a realizar una limpieza en el pueblo en contra de colaboradores de la guerrilla de las Farc, dejando miedo e incertidumbre.

La primera vez que llegaron fue en septiembre de 1999, nos mandaron a limpiar el pueblo,  y todo quedó impecable”, recordó un lugareño.

Ese 11 de diciembre era de madrugada cuando los ocho paramilitares llegaron a varias viviendas y sacaron a seis personas que fueron amarradas y acribilladas en la vía principal. Las víctimas fueron identificadas como Nelson Rafael Acosta, César Elías Ropaín Jiménez, Nelson Rafael Acosta Carval, Alexander Mora Quesada, Roque Manuel Rubio y José María Arias Martínez.

Chema era un ‘santo’, lo mataron por tener el apellido Arias. Era un hombre evangélico que tenía una tienda en el barrio Garupal y uno de sus hermanos había comprado una parcela y él se estaba haciendo cargo de ella. Esa noche se fue a dormir en La Mesa y cuando le piden la cédula y ven que es Arias lo mataron”, dijo Iván Hinojoza, quien era primo de José María Arias Martínez.

Por esta masacre fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Valledupar, alias ‘El Tigre’, quien durante su paso por las AUC comandó el frente ‘Juan Andrés Álvarez’, que operó en la zona minera del departamento del Cesar y responsable también de la masacre de Santa Cecilia en Astrea.

Los habitantes de este pueblo quieren dejar de ser estigmatizados.  FOTO/ARCHIVO.

En el fallo de sentencia se relata que ese 11 de diciembre un grupo de hombres, guiado por María Flórez Castrillón, alias ‘La Mona’, y bajo órdenes de ‘El Tigre’, cometieron la masacre.

Te puede interesar: Papá de Silvestre Dangond habría protagonizado accidente en Valledupar

‘El Tigre’ en su versión ante Justicia y Paz explicó que esa masacre hizo parte de una incursión que fueron a hacer al municipio de Pueblo Bello, a donde llegaron por la vía La Mesa. “Era un guía que había mandado el señor Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’. No conocía la zona, porque esa zona no me pertenecía a mí, sino que me dijeron que mi grupo apoyara a ‘El Guajiro’ que es el comandante ‘K-9’, que es el mismo alias ‘Codazzi’. No maté a las víctimas directamente, pero sí di la orden a mis hombres para que dispararan a quien el guía señalaba de ser colaborador de la guerrilla”.

LA MESA: CONTROL DE LA REGIÓN

En esa época cuando las Autodefensas Unidas de Colombia empezaron a operar en esta zona del departamento del Cesar, La Mesa fue el punto de partida del control de la región, desde allí comenzaron a pedirle dinero a los dueños de finca, campesinos, comerciantes y todo aquel que pudiera aportar a lo que llamaban ‘la causa’, según relató en un informe Verdad Abierta.

El poder de David Hernández Rojas, alias ’39’, un exmilitar que se convirtió en el terror de los habitantes de Valledupar y sus corregimientos, llegó a ser tan grande que por este pueblo pasaban a diario más de 150 vehículos con ganaderos, agricultores, comerciantes y tenderos, quienes llegaban hasta la finca conocida como El Mamón, a 25 minutos del caserío, a rendirle cuentas a este paramilitar, a pagar las cuotas, a arreglar problemas y a interceder por la vida de amigos y familiares”, dice el informe.  Murió en octubre 2004 en combates con el Ejército en la vía Valledupar-La Mesa.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.

Cesar y La Guajira
11 diciembre, 2020

Se cumplen 21 años de la primera masacre en La Mesa

Habitantes del caserío de La Mesa, perteneciente al corregimiento de Azúcar Buena, Valledupar, no olvidan los estragos del conflicto armado, sin embargo, aseguran que eso hace parte del pasado y que hoy han avanzado en el objetivo de la paz.


El 11 de diciembre de 1999 fueron asesinadas seis personas en La Mesa. 

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
El 11 de diciembre de 1999 fueron asesinadas seis personas en La Mesa. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
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Actualmente el caserío de La Mesa, perteneciente al corregimiento de Azúcar Buena, ubicado a 2.5 kilómetros de Valledupar, es una localidad tranquila donde sus habitantes, en la mayoría campesinos, buscan olvidar los estragos que les dejó el conflicto armado colombiano.

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Precisamente, hoy cuando se cumplen 21 años de la primera masacre, aquel trágico 11 de diciembre de 1999, cuando fueron asesinadas 6 personas, los habitantes trabajan para que la violencia sea solamente parte de su pasado.

Iván Hinojoza, presidente de la Junta de Acción Comunal de Azúcar Buena, contó que las cosas han cambiado y el ambiente es contrario a todo lo negativo que dejaron esos momentos de terror infundados por hombres pertenecientes a las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, o de las extintas Farc. 

Los habitantes de este pueblo quieren dejar de ser estigmatizados.  FOTO/ARCHIVO.

Este hombre de 69 años relató que ese 11 de diciembre de 1999 se vivieron horas de terror, dolor y desconsuelo que dejaron marcados a todos los lugareños, pero con el pasar de los años han luchado por olvidar y no seguir siendo estigmatizados.

Hoy en un 95 % las cosas que aquí están pasando son positivas, ya no tenemos grupos armados de ninguna índole, ni bandas criminales. Sí reconocemos que hay delincuencia común, como en cualquier parte del país, pero estamos gozando de progreso, como lo son inversiones, proyectos para mejoramiento de vías, empresarios que han invertido en el campo y eso ha mejorado la calidad de vida de todos” acotó Hinojoza.

Y agregó: “No vamos a decir que lo que pasó no nos ha dejado huellas porque sería falso y eso nunca se borra, pero estamos progresando. El nivel de vida en el corregimiento ha crecido tanto en el caserío de La Mesa como en la parte alta de Azúcar Buena, donde hay innumerables parcelas”. 

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Pese a su optimismo relató que aún no han recibido el resarcimiento necesario para mitigar las consecuencias del conflicto armado. “Perdimos muchas vidas de personas que amábamos, buenas, valiosas y eso no tiene precio”, puntualizó el líder. 

LA MADRUGADA TRÁGICA

El día de la masacre, ocho hombres pertenecientes al Bloque Norte de las AUC, al mando de Jhon Jairo Esquivel, alias ‘El Tigre’, dijeron que iban a realizar una limpieza en el pueblo en contra de colaboradores de la guerrilla de las Farc, dejando miedo e incertidumbre.

La primera vez que llegaron fue en septiembre de 1999, nos mandaron a limpiar el pueblo,  y todo quedó impecable”, recordó un lugareño.

Ese 11 de diciembre era de madrugada cuando los ocho paramilitares llegaron a varias viviendas y sacaron a seis personas que fueron amarradas y acribilladas en la vía principal. Las víctimas fueron identificadas como Nelson Rafael Acosta, César Elías Ropaín Jiménez, Nelson Rafael Acosta Carval, Alexander Mora Quesada, Roque Manuel Rubio y José María Arias Martínez.

Chema era un ‘santo’, lo mataron por tener el apellido Arias. Era un hombre evangélico que tenía una tienda en el barrio Garupal y uno de sus hermanos había comprado una parcela y él se estaba haciendo cargo de ella. Esa noche se fue a dormir en La Mesa y cuando le piden la cédula y ven que es Arias lo mataron”, dijo Iván Hinojoza, quien era primo de José María Arias Martínez.

Por esta masacre fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Valledupar, alias ‘El Tigre’, quien durante su paso por las AUC comandó el frente ‘Juan Andrés Álvarez’, que operó en la zona minera del departamento del Cesar y responsable también de la masacre de Santa Cecilia en Astrea.

Los habitantes de este pueblo quieren dejar de ser estigmatizados.  FOTO/ARCHIVO.

En el fallo de sentencia se relata que ese 11 de diciembre un grupo de hombres, guiado por María Flórez Castrillón, alias ‘La Mona’, y bajo órdenes de ‘El Tigre’, cometieron la masacre.

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‘El Tigre’ en su versión ante Justicia y Paz explicó que esa masacre hizo parte de una incursión que fueron a hacer al municipio de Pueblo Bello, a donde llegaron por la vía La Mesa. “Era un guía que había mandado el señor Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’. No conocía la zona, porque esa zona no me pertenecía a mí, sino que me dijeron que mi grupo apoyara a ‘El Guajiro’ que es el comandante ‘K-9’, que es el mismo alias ‘Codazzi’. No maté a las víctimas directamente, pero sí di la orden a mis hombres para que dispararan a quien el guía señalaba de ser colaborador de la guerrilla”.

LA MESA: CONTROL DE LA REGIÓN

En esa época cuando las Autodefensas Unidas de Colombia empezaron a operar en esta zona del departamento del Cesar, La Mesa fue el punto de partida del control de la región, desde allí comenzaron a pedirle dinero a los dueños de finca, campesinos, comerciantes y todo aquel que pudiera aportar a lo que llamaban ‘la causa’, según relató en un informe Verdad Abierta.

El poder de David Hernández Rojas, alias ’39’, un exmilitar que se convirtió en el terror de los habitantes de Valledupar y sus corregimientos, llegó a ser tan grande que por este pueblo pasaban a diario más de 150 vehículos con ganaderos, agricultores, comerciantes y tenderos, quienes llegaban hasta la finca conocida como El Mamón, a 25 minutos del caserío, a rendirle cuentas a este paramilitar, a pagar las cuotas, a arreglar problemas y a interceder por la vida de amigos y familiares”, dice el informe.  Murió en octubre 2004 en combates con el Ejército en la vía Valledupar-La Mesa.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.