Los habitantes de este sector del suroccidente de Valledupar piden al alcalde que no se olvide de las promesas hechas en campaña
El mal estado de las calles del barrio San Jerónimo, ubicado al suroccidente de Valledupar, tiene desesperados a sus habitantes que reclaman inversiones de la administración municipal.
“Yo tengo ocho años de vivir en el barrio y a este barrio prácticamente nunca le han hecho nada, no hay mejorías, no le dan la importancia que amerita”, comentó Carolina Argote Yepes, habitante del sector.
Añadió que en temporada de lluvias toda el agua entra a su vivienda debido a que las deterioradas calles se convierten en riachuelos.
“Por lo que la calle es de tierra toda el agua se queda empozada y uno tiene que subir las cosas para que la corriente de agua que entra no las dañe”, contó Argote.
Cuando no llueve y el verano se intensifica, en San Jerónimo sufren por el polvo que se levanta con la brisa.
“Aquí la gente se vive enfermando con tanta tierra. Ahora que se acerca diciembre, el viento amanece horrible y la tierra se levanta para entrar a la casa, se debe mantener todo cerrado. Además los niños viven con constante gripa”, comentó Reinaldo Cervantes, morador.
Jennifer Polo / EL PILÓN
Los habitantes de este sector del suroccidente de Valledupar piden al alcalde que no se olvide de las promesas hechas en campaña
El mal estado de las calles del barrio San Jerónimo, ubicado al suroccidente de Valledupar, tiene desesperados a sus habitantes que reclaman inversiones de la administración municipal.
“Yo tengo ocho años de vivir en el barrio y a este barrio prácticamente nunca le han hecho nada, no hay mejorías, no le dan la importancia que amerita”, comentó Carolina Argote Yepes, habitante del sector.
Añadió que en temporada de lluvias toda el agua entra a su vivienda debido a que las deterioradas calles se convierten en riachuelos.
“Por lo que la calle es de tierra toda el agua se queda empozada y uno tiene que subir las cosas para que la corriente de agua que entra no las dañe”, contó Argote.
Cuando no llueve y el verano se intensifica, en San Jerónimo sufren por el polvo que se levanta con la brisa.
“Aquí la gente se vive enfermando con tanta tierra. Ahora que se acerca diciembre, el viento amanece horrible y la tierra se levanta para entrar a la casa, se debe mantener todo cerrado. Además los niños viven con constante gripa”, comentó Reinaldo Cervantes, morador.
Jennifer Polo / EL PILÓN