las enfermedades que hoy afectan a los trabajadores es que tienen presencia de plomo en la sangre, lo que atribuyen a la limpieza y mantenimiento de maquinaria en los talleres.
Desde hace 23 años, no se presentaba un cese como este, que según los trabajadores más que pelear por el aumento del salario, lo que pretenden es que la empresa reconozca que las enfermedades que presentan son laborales.
Son muchos los que hoy se encuentran enfermos producto de la explotación de carbón, actividad que no solo es rentable para la empresa, sino también para el país, al que le deja millonarios recursos en regalías e inversiones.
Según los sindicalistas, por cuenta de la minería hoy sufren entre otras enfermedades la del maguito rotador, deformaciones óseo-muscular debido a la vibración constante de la maquinaría que conducen; estrés laboral, presión alta y otras más complicadas como la silicoantracosis y la neumoconiosis, ambas que atacan a los bronquios y pulmones.
“El tema salarial pasó a un segundo plano, para nosotros es muy importante el tema laboral, porque trabajadores con 28 años de servicio están sufriendo de neumoconiosis y silicoantracosis que son patologías por las cuales se han muerto compañeros, las cuales son producidas por el polvillo del carbón y es lo que queremos que nos reconozcan las Administradoras de Riesgo Laborales (ARL)”, dijo Roger Alfonso Marenco Yepes, quien maneja el tema de salud en el sindicato del carbón, Sintracarbón.
Otras de las enfermedades que hoy afectan a los trabajadores es que tienen presencia de plomo en la sangre, lo que atribuyen a la limpieza y mantenimiento de maquinaria en los talleres.
“Los trabajadores de Cerrejón están expuestos a una cantidad de partículas, a la vibración de las máquinas que producen enfermedades óseo-musculares, pero esto no es reconocido por las ARL, y tiene una relación entre las ARL-EPS y empresa que no permite que se haga justicia con respecto a la salud”, aseguró el fiscal de Sintracarbón, Orlando Cuello.
Se quejan también que mientras la empresa tuvo el año pasado ganancias millonarias al haber crecido su producción en cuatro por ciento, superior a la meta establecida, ellos deben pagar copagos costosos por citas médicas.
La salud en La Guajira es un tema demasiado precario, porque no hay infraestructura, no hay profesionales, entonces cuando un trabajador se enferma debe irse a buscar atención en Valledupar, Barranquilla, Magdalena y el interior del país, agregó Marenco Yepes.
Lo peor de todo a voz de los sindicalistas, es que no se vislumbra salida, debido a que la empresa no se ha vuelto a sentar con ellos.
Otras pretensiones
Además del tema de salud, los sindicalistas reclaman por la contaminación que afecta a las comunidades aledañas al complejo carbonífero, debido a que las explosiones en la mina han ocasionado grietas a muchas viviendas en el municipio de Hatonuevo, pero además los habitantes sufren por el polvillo generado del carbón.
La tercerización de alrededor de seis mil 300 trabajadores es otro de los temas por los que reclaman.
Roger Alfonso Marenco Yepes explicó que hay trabajadores tercerizados que se ganan un salario mínimo y deben hacer la misma labor que el que lleva muchos años en la mina.
De ese salario mínimo deben pagar alimentación, hospedaje, entre otros, por lo que es justo que la empresa los contrate de manera directa.
“En la escala salarial el presidente Santos dijo mentiras, porque afirmó que nosotros nos ganábamos en promedio sueldos de cinco millones 500 mil pesos y eso es mentira, aquí hay aprendices ganándose 800 mil pesos y ni siquiera los que llevamos 30 años en la mina nos ganamos esos cinco millones de los que habla el Presidente”, agregó Marenco Yepes.
Lo salarial
Aunque en los últimos días le han dado mayor importancia al tema de salud, el salarial siempre les inquieta.
Según los sindicalistas, ellos esperan que el aumento sea del siete por ciento, pero la empresa propuso primero cinco por ciento y ahora 5,1 por ciento, “esta última cifra es una burla para nosotros, porque la empresa tuvo ganancias de 1,5 billones de pesos, un aumento de esos es inaceptable”, agregó Marenco Yepes.
Fácil reconocer
Para los sindicalistas es fácil que la empresa acepte que las enfermedades que padecen los trabajadores son laborales, “lo que sucede es que si acepta, estaría reconociendo que la minería es de alto riesgo y eso tendría implicaciones en las cotizaciones a la ARL, porque pasaría a asumir un porcentaje mayor, es decir un 10 por ciento equivalente a lo que no han querido cotizar”, precisó Marenco Yepes.
Afectados
El paro en Cerrejón afecta no solo a los trabajadores directos de la minera, sino también a las empresas contratistas.
Alrededor de 300 empresas que prestan servicios generales, de mantenimiento, alimentación, entre otros, se ven afectadas hoy con esta parálisis que se inició el pasado siete de febrero.
Aramark, que presta el servicio de alimentación les suspendió el contrato de trabajo a cerca de 650 empleados.
Keyler Ustaque Sepúlveda, líder sindical de Aramark explicó que apoyan a los trabajadores de Cerrejón y aunque están sin contratos laborales, siguen en pie de lucha con sus compañeros.
El trabajador afirmó que esta huelga no los tomó por sorpresa, debido a que se prepararon para enfrentar esta situación.
Deivis Vanegas, también líder sindical de Aramark, manifestó que no es justo que Cerrejón tenga trabajadores ganándose el salario mínimo, por lo que siguen en pie de lucha.
LÍNEA DE TIEMPO
las enfermedades que hoy afectan a los trabajadores es que tienen presencia de plomo en la sangre, lo que atribuyen a la limpieza y mantenimiento de maquinaria en los talleres.
Desde hace 23 años, no se presentaba un cese como este, que según los trabajadores más que pelear por el aumento del salario, lo que pretenden es que la empresa reconozca que las enfermedades que presentan son laborales.
Son muchos los que hoy se encuentran enfermos producto de la explotación de carbón, actividad que no solo es rentable para la empresa, sino también para el país, al que le deja millonarios recursos en regalías e inversiones.
Según los sindicalistas, por cuenta de la minería hoy sufren entre otras enfermedades la del maguito rotador, deformaciones óseo-muscular debido a la vibración constante de la maquinaría que conducen; estrés laboral, presión alta y otras más complicadas como la silicoantracosis y la neumoconiosis, ambas que atacan a los bronquios y pulmones.
“El tema salarial pasó a un segundo plano, para nosotros es muy importante el tema laboral, porque trabajadores con 28 años de servicio están sufriendo de neumoconiosis y silicoantracosis que son patologías por las cuales se han muerto compañeros, las cuales son producidas por el polvillo del carbón y es lo que queremos que nos reconozcan las Administradoras de Riesgo Laborales (ARL)”, dijo Roger Alfonso Marenco Yepes, quien maneja el tema de salud en el sindicato del carbón, Sintracarbón.
Otras de las enfermedades que hoy afectan a los trabajadores es que tienen presencia de plomo en la sangre, lo que atribuyen a la limpieza y mantenimiento de maquinaria en los talleres.
“Los trabajadores de Cerrejón están expuestos a una cantidad de partículas, a la vibración de las máquinas que producen enfermedades óseo-musculares, pero esto no es reconocido por las ARL, y tiene una relación entre las ARL-EPS y empresa que no permite que se haga justicia con respecto a la salud”, aseguró el fiscal de Sintracarbón, Orlando Cuello.
Se quejan también que mientras la empresa tuvo el año pasado ganancias millonarias al haber crecido su producción en cuatro por ciento, superior a la meta establecida, ellos deben pagar copagos costosos por citas médicas.
La salud en La Guajira es un tema demasiado precario, porque no hay infraestructura, no hay profesionales, entonces cuando un trabajador se enferma debe irse a buscar atención en Valledupar, Barranquilla, Magdalena y el interior del país, agregó Marenco Yepes.
Lo peor de todo a voz de los sindicalistas, es que no se vislumbra salida, debido a que la empresa no se ha vuelto a sentar con ellos.
Otras pretensiones
Además del tema de salud, los sindicalistas reclaman por la contaminación que afecta a las comunidades aledañas al complejo carbonífero, debido a que las explosiones en la mina han ocasionado grietas a muchas viviendas en el municipio de Hatonuevo, pero además los habitantes sufren por el polvillo generado del carbón.
La tercerización de alrededor de seis mil 300 trabajadores es otro de los temas por los que reclaman.
Roger Alfonso Marenco Yepes explicó que hay trabajadores tercerizados que se ganan un salario mínimo y deben hacer la misma labor que el que lleva muchos años en la mina.
De ese salario mínimo deben pagar alimentación, hospedaje, entre otros, por lo que es justo que la empresa los contrate de manera directa.
“En la escala salarial el presidente Santos dijo mentiras, porque afirmó que nosotros nos ganábamos en promedio sueldos de cinco millones 500 mil pesos y eso es mentira, aquí hay aprendices ganándose 800 mil pesos y ni siquiera los que llevamos 30 años en la mina nos ganamos esos cinco millones de los que habla el Presidente”, agregó Marenco Yepes.
Lo salarial
Aunque en los últimos días le han dado mayor importancia al tema de salud, el salarial siempre les inquieta.
Según los sindicalistas, ellos esperan que el aumento sea del siete por ciento, pero la empresa propuso primero cinco por ciento y ahora 5,1 por ciento, “esta última cifra es una burla para nosotros, porque la empresa tuvo ganancias de 1,5 billones de pesos, un aumento de esos es inaceptable”, agregó Marenco Yepes.
Fácil reconocer
Para los sindicalistas es fácil que la empresa acepte que las enfermedades que padecen los trabajadores son laborales, “lo que sucede es que si acepta, estaría reconociendo que la minería es de alto riesgo y eso tendría implicaciones en las cotizaciones a la ARL, porque pasaría a asumir un porcentaje mayor, es decir un 10 por ciento equivalente a lo que no han querido cotizar”, precisó Marenco Yepes.
Afectados
El paro en Cerrejón afecta no solo a los trabajadores directos de la minera, sino también a las empresas contratistas.
Alrededor de 300 empresas que prestan servicios generales, de mantenimiento, alimentación, entre otros, se ven afectadas hoy con esta parálisis que se inició el pasado siete de febrero.
Aramark, que presta el servicio de alimentación les suspendió el contrato de trabajo a cerca de 650 empleados.
Keyler Ustaque Sepúlveda, líder sindical de Aramark explicó que apoyan a los trabajadores de Cerrejón y aunque están sin contratos laborales, siguen en pie de lucha con sus compañeros.
El trabajador afirmó que esta huelga no los tomó por sorpresa, debido a que se prepararon para enfrentar esta situación.
Deivis Vanegas, también líder sindical de Aramark, manifestó que no es justo que Cerrejón tenga trabajadores ganándose el salario mínimo, por lo que siguen en pie de lucha.
LÍNEA DE TIEMPO