Con el objetivo de evaluar los compromisos adquiridos ante el Ministerio del Medio Ambiente, el gobernador de La Guajira, José María Ballesteros Valdivieso, instaló en la sala de crisis del Departamento, unas mesas de trabajo a la que asistieron: la viceministra de Agua, María Carolina Castillo Aguilar y el Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira.

En la reunión que se desarrolla de manera periódica desde el mes de agosto del pasado, se presentó un balance detallado del estado actual de las obras que tienen que ver con el Plan Departamental de Agua (PDA), donde miembros del Comité Paro Cívico por la Dignidad de La Guajira expusieron sus quejas con la empresa prestadora del servicio para que la Viceministra tuviera conocimiento de la situación que se vive en este departamento.
Los responsables de las obras y la viceministra, aseguraron que para el año 2018 el 60 % de la zona urbana de Riohacha contará con servicio de agua potable las 24 horas, pero que la estrategia a largo plazo es seguir trabajando para alcanzar la gran meta que es el 100 %.

En la mesa de trabajo, líderes del Comité Paro Cívico por la Dignidad de La Guajira se quejaban por el servicio de acueducto, indicando que no es constante y en algunas ocasiones no suministra agua de la mejor calidad. Sobre esto, la Viceministra aseguró: “el contrato con el cual se adelantan estas obras ha tenido algunos atrasos pero se viene ejecutando”: Mientras que la empresa explicó que las falencias corresponden a los trabajos que viene realizando. 
A través de sus voceros, la empresa responsable de las obras adelantadas en el municipio de Riohacha, afirmó que la próxima semana terminan las obras en el sector 1, que ya podrá gozar con el servicio de agua durante las 24 horas del día en condiciones óptimas.

La viceministra de Agua, María Carolina Castillo, indicó además, que dentro de una semana regresará al departamento con el fin de hacerle seguimiento a estos y otros temas, y se comprometió a solicitar acompañamiento del Superintendente de Servicios Públicos.

Por: Jesús Eduardo Ariño Fragozo
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