Los departamentos del Cesar  y La Guajira pertenecieron inicialmente a territorio del viejo departamento del Magdalena, el llamado Magdalena Grande.
Fue el senador José Ignacio “Nacho” Vives Echeverría, quien presidió la gestión para segregar, primero, al departamento de la Guajira; situación que  motivó a un grupo de inquietos vallenatos a  impulsar el proyecto que llevaría al Cesar a elevarse a la categoría de departamento.  Sin embargo, había sido el mismo senador Vives quien se había opuesto,  inicialmente, a que el departamento se creara por ley de la República.
Una de las personas que más apoyó el proyecto fue Clemente Quintero Araujo, quien convoco una reunión  del bloque parlamentario costeño para crear el departamento y volver a la ciudad de Valledupar su capital, además de cooperar financieramente para el proyecto. La reunión se tornó en una especie de Cabildo Abierto.
Entre otros personajes destacados que promovieron la creación del departamento se encontraban el parlamentario José Antonio Murgas, Pedro Rodríguez, Efraín Lacera, Delio Ospino, Fernando Botero, Armando Maestre Pavajeau, Aníbal Martínez Zuleta, Amador Ovalle, Jorge Morales, José Guillermo Castro y Alfredo Araujo, entre muchos otros.
El comité quedó integrado inicialmente por  Jaime Lubo como representante de la banca; Manuel Germán Cuello, entonces gerente de Fenalco; el agrónomo, Armando Maestre Pavajeau; Luis Alfonso Baquero como representante del gremio local de abogados; José Daza Diaz, representando al gremio de los médicos;  Julio Villazón Baquero, representando al gremio de los ingenieros;  José Eugenio Martínez, en representación del profesorado de la región;  Orlando Velásquez de los bacteriólogos; Jorge Morales en representación del gremio de la producción; Luis Martínez, en representación de los transportadores; Josefina de Castro del gremio industrial;  Monseñor Vicente Roig y Villalba  en representación de la Iglesia Católica y   Clemente Quintero, como representante de los ex parlamentarios.
El gremio de los ganaderos estuvo conformado por Alfonso Araujo Cotes, Aníbal Martínez Zuleta, Crispín Villazón de Armas, Amador Ovalle y José Guillermo Castro; mientras  Adalberto Márquez fue designado representante de los estudiantes.
Cuentan los artífices del departamento del Cesar, que en la gesta jugó un papel clave la música de acordeón, especialmente la interpretada por  Nicolás Elías “Colacho” Mendoza en compañía del maestro Rafael Escalona Martínez, que participaron en la “toma” a Bogotá que realizara el grupo de hombres y mujeres que  con arrojo y valentía estuvieron al frente de esta iniciativa.
El departamento del Cesar se creó por medio de la Ley 25 del 21 de junio de 1967, firmada por el presidente Carlos Lleras Restrepo. El 2 de julio de 1967, el notario Jaime Dangond Ovalle expidió el documento para publicación oficial. Alfonso López Michelsen,  se convirtió en el primer gobernador del departamento del Cesar, nombrado por el presidente Carlos Lleras Restrepo.
El departamento fue inaugurado seis meses después, el 21 de diciembre de 1967, con doce  municipios, entre ellos Valledupar, su cabecera. Actualmente, tiene veinticinco municipios, distribuidos en cuatro subregiones.
Fueron artífices en su creación los dirigentes Crispín Villazón, Aníbal Martínez, Luis Rodríguez Valera, Jorge Dangond Daza, Manuel Germán Cuello, Amador Ovalle, Josefina Castro, José Eugenio Martínez y el entonces Representante a la Cámara,  José Antonio Murgas Aponte.

El Cesar

El departamento del Cesar está situado al norte del país, en la llanura del Caribe y  cuenta con una superficie de 22 mil 925 kilómetros cuadrados.

Limita por el Norte con los departamentos de Magdalena y La Guajira, por el Este con la República de Venezuela y el departamento de Norte de Santander, por el Sur con los departamentos de Norte de Santander y Santander, y por el Oeste con los departamentos de Bolívar y Magdalena.

Cuarenta y tres años después de su creación,  el Cesar ha evolucionado vertiginosamente y hoy es una de las regiones más promisorias del país, teniendo en cuenta sus riquezas naturales, sus ricas tierras, el carbón, sus ríos, su flora, su fauna, su agricultura,  su ganadería,  su idiosincrasia, su cultura y su folclor que cada día atrae más visitantes.