La aprobación, la noche de este lunes, por parte de la Cámara de Representantes, del proyecto que permitirá reformar el Sistema General de Participaciones, SGP, ha acaparado la atención de la mayoría de los medios de comunicación del país y, por supuesto, de líderes y analistas de las regiones.
La aprobación, la noche de este lunes, por parte de la Cámara de Representantes, del proyecto que permitirá reformar el Sistema General de Participaciones, SGP, ha acaparado la atención de la mayoría de los medios de comunicación del país y, por supuesto, de líderes y analistas de las regiones.
Y no faltaba más, se trata de un tema de gran trascendencia para las regiones toda vez que el SGP es el mecanismo por medio del cual el Gobierno nacional transfiere recursos a las administraciones locales, por ello, la aprobación de esta reforma se considera como un gran avance en el proceso de descentralización administrativa de los entes territoriales.
Estamos ante una reforma constitucional que dará mayor autonomía económica a los departamentos y municipios, algo que debió darse hace mucho rato, por ello se han generado grandes expectativas, aunque es preciso advertir que falta un considerable recorrido para el trámite final. Ahora, tanto Cámara como Senado deberán conciliar los textos aprobados en ambas corporaciones y luego el Congreso debe aprobar una ley de competencias, “que defina en detalle las nuevas responsabilidades que tendrán los municipios y departamentos a cambio de recibir más dinero. Para ello, la reforma prevé un plazo de 12 meses”, explica al respecto un informe del periódico El Colombiano.
Algo muy importante es que el Gobierno de Gustavo Petro apoya ese proyecto de reforma, lo que genera para las regiones la apertura de un abanico de esperanzas presupuestales, pero igual aumentará el grado de compromiso para los mandatarios locales y departamentales en cuanto a la ejecución de obras, programas y acciones que permitan resolver los principales problemas a la gente de las regiones.
En la actualidad la Nación les gira a las regiones el 25 % de los ingresos que percibe; con la reforma este porcentaje pasará a un 39,5 %, el cual tendrá incrementos graduales durante 12 años hasta llegar al 46,5 %.
El optimismo es total. Entre las voces optimistas que se han escuchado está la del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, quien considera que la reforma al SGP “marcará un antes y un después en nuestra Nación. Durante décadas, los municipios y los departamentos han sido relegados a un segundo plano porque no tienen los recursos”.
Entre tanto, algunos analistas económicos tienen dudas sobre la capacidad fiscal de la Nación para soportar esa nueva carga presupuestal, pero consideramos que vale la pena enfrentar ese reto de demostrar que una Colombia más descentralizada puede ser también una Colombia más equitativa, próspera y unida.
De todas maneras, a regiones como el Cesar y La Guajira, los recursos adicionales que les permitirá esta reforma le vendrán como anillo al dedo en razón a que estas sí han sentido las brechas e injusticias territoriales en materia presupuestal. El tema está en que estos nuevos dineros sean bien administrados, allí debe prevalecer la trasparencia y responsabilidad social.
La aprobación, la noche de este lunes, por parte de la Cámara de Representantes, del proyecto que permitirá reformar el Sistema General de Participaciones, SGP, ha acaparado la atención de la mayoría de los medios de comunicación del país y, por supuesto, de líderes y analistas de las regiones.
La aprobación, la noche de este lunes, por parte de la Cámara de Representantes, del proyecto que permitirá reformar el Sistema General de Participaciones, SGP, ha acaparado la atención de la mayoría de los medios de comunicación del país y, por supuesto, de líderes y analistas de las regiones.
Y no faltaba más, se trata de un tema de gran trascendencia para las regiones toda vez que el SGP es el mecanismo por medio del cual el Gobierno nacional transfiere recursos a las administraciones locales, por ello, la aprobación de esta reforma se considera como un gran avance en el proceso de descentralización administrativa de los entes territoriales.
Estamos ante una reforma constitucional que dará mayor autonomía económica a los departamentos y municipios, algo que debió darse hace mucho rato, por ello se han generado grandes expectativas, aunque es preciso advertir que falta un considerable recorrido para el trámite final. Ahora, tanto Cámara como Senado deberán conciliar los textos aprobados en ambas corporaciones y luego el Congreso debe aprobar una ley de competencias, “que defina en detalle las nuevas responsabilidades que tendrán los municipios y departamentos a cambio de recibir más dinero. Para ello, la reforma prevé un plazo de 12 meses”, explica al respecto un informe del periódico El Colombiano.
Algo muy importante es que el Gobierno de Gustavo Petro apoya ese proyecto de reforma, lo que genera para las regiones la apertura de un abanico de esperanzas presupuestales, pero igual aumentará el grado de compromiso para los mandatarios locales y departamentales en cuanto a la ejecución de obras, programas y acciones que permitan resolver los principales problemas a la gente de las regiones.
En la actualidad la Nación les gira a las regiones el 25 % de los ingresos que percibe; con la reforma este porcentaje pasará a un 39,5 %, el cual tendrá incrementos graduales durante 12 años hasta llegar al 46,5 %.
El optimismo es total. Entre las voces optimistas que se han escuchado está la del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, quien considera que la reforma al SGP “marcará un antes y un después en nuestra Nación. Durante décadas, los municipios y los departamentos han sido relegados a un segundo plano porque no tienen los recursos”.
Entre tanto, algunos analistas económicos tienen dudas sobre la capacidad fiscal de la Nación para soportar esa nueva carga presupuestal, pero consideramos que vale la pena enfrentar ese reto de demostrar que una Colombia más descentralizada puede ser también una Colombia más equitativa, próspera y unida.
De todas maneras, a regiones como el Cesar y La Guajira, los recursos adicionales que les permitirá esta reforma le vendrán como anillo al dedo en razón a que estas sí han sentido las brechas e injusticias territoriales en materia presupuestal. El tema está en que estos nuevos dineros sean bien administrados, allí debe prevalecer la trasparencia y responsabilidad social.