Estudiantes del corregimiento Nuevas Flores, jurisdicción de San Diego, acuden a la institución a pesar de que hay un problema en las redes de energía
En el colegio del corregimiento de Nuevas Flores se deben desarrollar las jornadas de clases en aulas que, aparte de ser extremamente estrechas para el número de asistentes, se encuentran rodeadas por líneas de alta tensión y torres de energía que ponen en riesgo a estudiantes y educadores.
Esta población carece de terrenos para la construcción de una buena sede escolar, se construyó hace cinco años un local, quizá con la intención de remplazar la escuelita donde los niños disfrutan educándose para un mejor futuro, pero ante la necesidad de ampliar la cobertura y los servicios educativos se abrió en esa construcción, la sede de bachillerato de donde han salido tres promociones.
“Era una escuelita acorde para los pocos niños que había en el caserío en esos tiempos pero debido al aumento de la población del corregimiento se quedó obsoleta, además, debido a que la empresa ISA extendió sus redes de conducción eléctricas sobre las casas y sobre la escuela sin acoger los requerimientos legales que indican que al lado y lado desde donde se extienden las líneas de transmisión de energía no puede estar ubicada ninguna vivienda”, dijo Alberto Rincón López, rector de la Institución Educativa Nuevas Flores.
Asimismo Marco Tulio Sierra Daza, coordinador de la institución educativa, solicitó ayuda a la administración municipal y Secretaría de Salud Departamental del Cesar, para dotar a la escuela de una buena sede con terrenos para la práctica agrícola y de implementos educativos que permitan mejorar la calidad de la educación en el corregimiento.
Es por la necesidad de educación que niños vulnerables de la comunidad de Nuevas Flores utilizan el espacio acondicionado como escuela, teniendo de testigos las redes que van por encima y que traen la energía desde Valledupar hacia el municipio de Agustín Codazzi.
Esta sede escolar hace parte de las 11 correspondientes a la Institución Educativa, dispersas en los corregimientos de Nuevas Flores, Los Brasiles, Los Tupes y Las Pitillas. Para cumplir con la prestación del servicio educativo a los miembros de la comunidad buscan el apoyo institucional, de quienes esperan les compren terrenos y les legalicen las sedes existentes para poder hacer las inversiones que se requieren en infraestructura educativa.
“A nosotros lo que nos importa es que los niños se eduquen, tenemos unas sedes que funcionan en terrenos comunales y otras en terrenos de propiedad de particulares que nos prestan los dueños de fincas caritativos en un acto altruista que beneficia a los hijos de los trabajadores jornaleros y ordeñadores de esta región”, dijo el coordinador Sierra Daza.
Igualmente, el Rector de la institución Rincón López, manifestó que: “hacemos todo esto para que la juventud del corregimiento se eduque, no tenemos una construcción apta para la población estudiantil que atendemos, pero aquí podemos educarlos para un mejor futuro”.
Nuevas Flores fue noticia durante mucho tiempo como ‘El Desastre’ ante la cantidad de hechos violentos que han ocurrido por allí en tiempos pasados y hasta había quedado sola por razones de desplazamiento forzado.
El problema de la violencia no se ha solucionado y persiste la amenaza de reclutamiento forzado, además muy cerca de dos de las sedes han ocurrido recientemente actos de terrorismo contra la población civil, tal vez por ello y en medio del miedo, los niños empezarán a aferrarse a la escuela, lo que les permitirá en un futuro, salir de la pobreza y de la violencia aunque les toque sentarse a recibir clases debajo de las redes eléctricas.
Estudiantes del corregimiento Nuevas Flores, jurisdicción de San Diego, acuden a la institución a pesar de que hay un problema en las redes de energía
En el colegio del corregimiento de Nuevas Flores se deben desarrollar las jornadas de clases en aulas que, aparte de ser extremamente estrechas para el número de asistentes, se encuentran rodeadas por líneas de alta tensión y torres de energía que ponen en riesgo a estudiantes y educadores.
Esta población carece de terrenos para la construcción de una buena sede escolar, se construyó hace cinco años un local, quizá con la intención de remplazar la escuelita donde los niños disfrutan educándose para un mejor futuro, pero ante la necesidad de ampliar la cobertura y los servicios educativos se abrió en esa construcción, la sede de bachillerato de donde han salido tres promociones.
“Era una escuelita acorde para los pocos niños que había en el caserío en esos tiempos pero debido al aumento de la población del corregimiento se quedó obsoleta, además, debido a que la empresa ISA extendió sus redes de conducción eléctricas sobre las casas y sobre la escuela sin acoger los requerimientos legales que indican que al lado y lado desde donde se extienden las líneas de transmisión de energía no puede estar ubicada ninguna vivienda”, dijo Alberto Rincón López, rector de la Institución Educativa Nuevas Flores.
Asimismo Marco Tulio Sierra Daza, coordinador de la institución educativa, solicitó ayuda a la administración municipal y Secretaría de Salud Departamental del Cesar, para dotar a la escuela de una buena sede con terrenos para la práctica agrícola y de implementos educativos que permitan mejorar la calidad de la educación en el corregimiento.
Es por la necesidad de educación que niños vulnerables de la comunidad de Nuevas Flores utilizan el espacio acondicionado como escuela, teniendo de testigos las redes que van por encima y que traen la energía desde Valledupar hacia el municipio de Agustín Codazzi.
Esta sede escolar hace parte de las 11 correspondientes a la Institución Educativa, dispersas en los corregimientos de Nuevas Flores, Los Brasiles, Los Tupes y Las Pitillas. Para cumplir con la prestación del servicio educativo a los miembros de la comunidad buscan el apoyo institucional, de quienes esperan les compren terrenos y les legalicen las sedes existentes para poder hacer las inversiones que se requieren en infraestructura educativa.
“A nosotros lo que nos importa es que los niños se eduquen, tenemos unas sedes que funcionan en terrenos comunales y otras en terrenos de propiedad de particulares que nos prestan los dueños de fincas caritativos en un acto altruista que beneficia a los hijos de los trabajadores jornaleros y ordeñadores de esta región”, dijo el coordinador Sierra Daza.
Igualmente, el Rector de la institución Rincón López, manifestó que: “hacemos todo esto para que la juventud del corregimiento se eduque, no tenemos una construcción apta para la población estudiantil que atendemos, pero aquí podemos educarlos para un mejor futuro”.
Nuevas Flores fue noticia durante mucho tiempo como ‘El Desastre’ ante la cantidad de hechos violentos que han ocurrido por allí en tiempos pasados y hasta había quedado sola por razones de desplazamiento forzado.
El problema de la violencia no se ha solucionado y persiste la amenaza de reclutamiento forzado, además muy cerca de dos de las sedes han ocurrido recientemente actos de terrorismo contra la población civil, tal vez por ello y en medio del miedo, los niños empezarán a aferrarse a la escuela, lo que les permitirá en un futuro, salir de la pobreza y de la violencia aunque les toque sentarse a recibir clases debajo de las redes eléctricas.