Antes de empezar con el negocio de la barbería, el barranquillero José Ardila solicitó a la Junta de Acción Comunal un permiso para instalarlo en el parque de Villa Luz.
Antes de empezar con el negocio de la barbería, el barranquillero José Ardila solicitó a la Junta de Acción Comunal un permiso para instalarlo en el parque de Villa Luz.
‘El Quilla’ como lo conocen, contó que desde los 12 años sabe hacer cortes de cabello, oficio que aprendió de su madre en su tierra natal, donde se dio cuenta que el buen trato que se les debe dar a los clientes es fundamental, por lo que mantiene su negocio limpio, con sillas y una carpa, para comodidad de sus clientes.
Ardila estudió carreras técnicas, como mecánica, electricista y servicio al cliente, profesión que desempeñaba en una empresa privada en la capital del Atlántico, pero ante las ganas de estar con sus hijos decidió emprender el viaje que hoy lo tiene feliz. “Busqué trabajo en todo Valledupar, pero no conseguí, aunque no lo crean la plaza está pesada”, confesó.
“Normalmente a todos les cobro 6.000 pesos, pero a veces los niños me dicen que tienen 3.000 o 4.000 pesos y les colaboro porque de todas formas uno no puede ser tan egoísta”, indicó este hincha del Junior de Barranquilla, que a diario atiende un promedio de 20 personas.
Los cortes masculinos que más le piden a Ardila son los degradados, las rayas y figuras que suelen hacerse en el cabello los futbolistas como Cristiano Ronaldo, James Rodríguez y Di María.
Antes de empezar con el negocio de la barbería, el barranquillero José Ardila solicitó a la Junta de Acción Comunal un permiso para instalarlo en el parque de Villa Luz.
Antes de empezar con el negocio de la barbería, el barranquillero José Ardila solicitó a la Junta de Acción Comunal un permiso para instalarlo en el parque de Villa Luz.
‘El Quilla’ como lo conocen, contó que desde los 12 años sabe hacer cortes de cabello, oficio que aprendió de su madre en su tierra natal, donde se dio cuenta que el buen trato que se les debe dar a los clientes es fundamental, por lo que mantiene su negocio limpio, con sillas y una carpa, para comodidad de sus clientes.
Ardila estudió carreras técnicas, como mecánica, electricista y servicio al cliente, profesión que desempeñaba en una empresa privada en la capital del Atlántico, pero ante las ganas de estar con sus hijos decidió emprender el viaje que hoy lo tiene feliz. “Busqué trabajo en todo Valledupar, pero no conseguí, aunque no lo crean la plaza está pesada”, confesó.
“Normalmente a todos les cobro 6.000 pesos, pero a veces los niños me dicen que tienen 3.000 o 4.000 pesos y les colaboro porque de todas formas uno no puede ser tan egoísta”, indicó este hincha del Junior de Barranquilla, que a diario atiende un promedio de 20 personas.
Los cortes masculinos que más le piden a Ardila son los degradados, las rayas y figuras que suelen hacerse en el cabello los futbolistas como Cristiano Ronaldo, James Rodríguez y Di María.