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Crónica - 21 junio, 2010

‘Quiero saber de ti’ los unió por siempre

Por Juan Rincón Vanegas [email protected] Cuando el grito de libertad, libertad, libertad se volvió a escuchar en Colombia, una pareja a pesar de la forzosa separación por casi 12 años, vivió unida por el amor y por un canto vallenato. Un canto que permitía saber a la distancia los horarios del corazón y el palpitar […]


Por Juan Rincón Vanegas
[email protected]

Cuando el grito de libertad, libertad, libertad se volvió a escuchar en Colombia, una pareja a pesar de la forzosa separación por casi 12 años, vivió unida por el amor y por un canto vallenato. Un canto que permitía saber a la distancia los horarios del corazón y el palpitar del alma del coronel Luis Herlindo Mendieta Ovalle y su esposa María Teresa Paredes.

Te contaré de mí
de todas las noches que me la solía pasar
mirando tu fotografía y mi soledad.
Ahora nuevamente sonrío porque estas aquí
mira, no siento miedo, quiero tu cuerpo, no tengo nada.
Mira, quiero tus besos y tus miradas
eres lo más bonito que hay en mi vida,
que hay en mi alma, tú eres lo que mi vida siempre esperaba.

Cuando el compositor Wilfran Castillo se inspiró en Valledupar para componer la canción ‘Quiero saber de ti’, no pensó que ella iba a ser el mejor alimento para dos personas que vivieron separadas por espacio de 11 años, 7 meses y 13 días. “Fue emocionante ver por televisión cuando en las primeras horas de libertad, después de vivir años secuestrado, el coronel Mendieta, dijo que mi canción ‘Quiero saber de ti’, había sido uno de los alicientes para tener de cerca estando lejos a su ser amado”.
Ante la solicitud de contar la historia de su canción dijo: “primera vez que me lo preguntan. Esa fue la tercera canción que compuse en 1995. Tiempo después me la grabó el cantante Nelson Velásquez. La historia le sucedió a un amigo que me contó el viacrucis de amor que le tocó vivir con su novia hasta que ella apareció y la felicidad los arropó de inmediato. Lo mismo, pero con personas mayores, sucedió con el coronel Mendieta y su esposa María Teresa”.
Un acordeón y un canto sentido hicieron posible que el coronel Mendieta, en medio de las vicisitudes del secuestro, pintara en su memoria los recuerdos vividos y que varios compañeros de cautiverio fueran testigos de su canto lleno de la más grande esperanza. Ese canto que hizo suyo, para poder darle fortaleza a su corazón enamorado.

Quiero saber de ti
quiero saber que sientes ganas de continuar
quiero saber que estando lejos pensaste en mí
nada me importa porque quiero volverte a amar.
No me importa morir
porque sé que de tanto amor resucitaré,
no sientas miedo porque siempre te adoraré
y sabes que mi corazón vivirá por ti.

El compositor Wilfran Castillo hizo un repaso por la letra de la canción y pudo sentir que su inspiración tallaba de cuerpo entero a esta pareja y a sus hijos José Luis y Yenny.
“Uno compone una canción, pero después muchas personas son depositarias de ese mensaje. En esa canción le canté a la ausencia y al feliz regreso y hoy vuelve a repetirse la historia para alegría de los colombianos y especialmente de la música vallenata, cuyas canciones expresan un puñado de sentimientos”.

Dios escuchó nuestras oraciones

Doña María Teresa Paredes, siempre fue optimista y a pesar de los días que se iban sumando de ausencia, se encomendaba a Dios. “Cada día le pedía por la liberación. Nunca me desanimé, sino que sabía que eso se tenía que dar y así fue. Ha sido una alegría inmensa a la que me han acompañado muchas personas y a todos les doy las gracias. Dios escucho nuestras oraciones”.
Entonces recordó aquel primero de noviembre de 1998 cuando se presentó la toma a Mitú y el la llamó para solamente decir: “Los amo, los amo y oren por mí y mis muchachos”.
Esa fue la despedida y esas palabras la marcaron y le daban las fuerzas necesarias a pesar de las pruebas de supervivencia, donde él le contaba algunos detalles, entre ellos su precario estado de salud que en algunas ocasiones no le permitían caminar. “Me tocaba arrastrarme por el barro para mis necesidades, únicamente con la ayuda de mis brazos, porque no podía levantarme”, le escribió.
También cuando mandaba las notas hacía énfasis en las oraciones que sabía causaban el impacto necesario para que Dios fuera haciendo el milagro de la vida y la esperanza del retorno a su hogar.
“En las cartas nos pedía paciencia y decía que sería uno de los últimos en salir porque él era el de más alto rango y que prendiéramos una vela blanca. Todo lo hacíamos al pie de la letra y Dios escuchó nuestra oraciones. También la canción ‘Quiero saber de ti’ jugó un papel importante y sirvió para fortalecer nuestro amor y el de nuestra familia”, dijo doña María Teresa.
Todo aquello quedó atrás y ahora la felicidad es la reina del hogar y las palabras “Te extraño y te espero” no están incluidas en los diccionarios de sus memorias.

Ahora que te vuelvo a encontrar sonrío de nuevo
la luz de la bella ciudad nos unió.
Nunca me olvidé de tu amor tan puro y tan tierno
es como el instinto que Dios nos envió
para hacer Él un mundo más bello.
Yo juré quererte ante Dios, jamás me arrepiento
mientras haya luz en el sol, te amaré
este amor que siento es eterno.

Se la quiero cantar

En medio de la entrevista con el compositor Wilfran Castillo, tomó su guitarra y cantó su bella canción. Era como vivir la sensación de un amor que no murió porque tuvo la potestad de estar libre en dos corazones que nadie podía ponerle cadenas, ni retenerlos. Ese amor se fortaleció con las dificultades y con la comprensión de dos hijos que supieron montarse en el tren que los llevara a puerto seguro.
Después de cantar sorprendió con la propuesta: “Juan, yo quiero ir a interpretarles la canción a la familia Mendieta, para que el coronel, su señora y sus hijos, sientan el cariño y la alegría de la persona que hizo posible que se sintieran unidos en medio de la distancia”.
Una propuesta del corazón que hace posible que el amor continúe brillando con luz propia, que las lagrimas de tristeza tengan color de felicidad, que todos los sentimientos adquieran agradable sabor a cielo y que la música vallenata continúe dando pasos llenos de poesía con mensajes auténticos  y más dulce y bella que la unión del coronel Luis Herlindo Mendieta Ovalle y su esposa María Teresa Paredes.

Crónica
21 junio, 2010

‘Quiero saber de ti’ los unió por siempre

Por Juan Rincón Vanegas [email protected] Cuando el grito de libertad, libertad, libertad se volvió a escuchar en Colombia, una pareja a pesar de la forzosa separación por casi 12 años, vivió unida por el amor y por un canto vallenato. Un canto que permitía saber a la distancia los horarios del corazón y el palpitar […]



Por Juan Rincón Vanegas
[email protected]

Cuando el grito de libertad, libertad, libertad se volvió a escuchar en Colombia, una pareja a pesar de la forzosa separación por casi 12 años, vivió unida por el amor y por un canto vallenato. Un canto que permitía saber a la distancia los horarios del corazón y el palpitar del alma del coronel Luis Herlindo Mendieta Ovalle y su esposa María Teresa Paredes.

Te contaré de mí
de todas las noches que me la solía pasar
mirando tu fotografía y mi soledad.
Ahora nuevamente sonrío porque estas aquí
mira, no siento miedo, quiero tu cuerpo, no tengo nada.
Mira, quiero tus besos y tus miradas
eres lo más bonito que hay en mi vida,
que hay en mi alma, tú eres lo que mi vida siempre esperaba.

Cuando el compositor Wilfran Castillo se inspiró en Valledupar para componer la canción ‘Quiero saber de ti’, no pensó que ella iba a ser el mejor alimento para dos personas que vivieron separadas por espacio de 11 años, 7 meses y 13 días. “Fue emocionante ver por televisión cuando en las primeras horas de libertad, después de vivir años secuestrado, el coronel Mendieta, dijo que mi canción ‘Quiero saber de ti’, había sido uno de los alicientes para tener de cerca estando lejos a su ser amado”.
Ante la solicitud de contar la historia de su canción dijo: “primera vez que me lo preguntan. Esa fue la tercera canción que compuse en 1995. Tiempo después me la grabó el cantante Nelson Velásquez. La historia le sucedió a un amigo que me contó el viacrucis de amor que le tocó vivir con su novia hasta que ella apareció y la felicidad los arropó de inmediato. Lo mismo, pero con personas mayores, sucedió con el coronel Mendieta y su esposa María Teresa”.
Un acordeón y un canto sentido hicieron posible que el coronel Mendieta, en medio de las vicisitudes del secuestro, pintara en su memoria los recuerdos vividos y que varios compañeros de cautiverio fueran testigos de su canto lleno de la más grande esperanza. Ese canto que hizo suyo, para poder darle fortaleza a su corazón enamorado.

Quiero saber de ti
quiero saber que sientes ganas de continuar
quiero saber que estando lejos pensaste en mí
nada me importa porque quiero volverte a amar.
No me importa morir
porque sé que de tanto amor resucitaré,
no sientas miedo porque siempre te adoraré
y sabes que mi corazón vivirá por ti.

El compositor Wilfran Castillo hizo un repaso por la letra de la canción y pudo sentir que su inspiración tallaba de cuerpo entero a esta pareja y a sus hijos José Luis y Yenny.
“Uno compone una canción, pero después muchas personas son depositarias de ese mensaje. En esa canción le canté a la ausencia y al feliz regreso y hoy vuelve a repetirse la historia para alegría de los colombianos y especialmente de la música vallenata, cuyas canciones expresan un puñado de sentimientos”.

Dios escuchó nuestras oraciones

Doña María Teresa Paredes, siempre fue optimista y a pesar de los días que se iban sumando de ausencia, se encomendaba a Dios. “Cada día le pedía por la liberación. Nunca me desanimé, sino que sabía que eso se tenía que dar y así fue. Ha sido una alegría inmensa a la que me han acompañado muchas personas y a todos les doy las gracias. Dios escucho nuestras oraciones”.
Entonces recordó aquel primero de noviembre de 1998 cuando se presentó la toma a Mitú y el la llamó para solamente decir: “Los amo, los amo y oren por mí y mis muchachos”.
Esa fue la despedida y esas palabras la marcaron y le daban las fuerzas necesarias a pesar de las pruebas de supervivencia, donde él le contaba algunos detalles, entre ellos su precario estado de salud que en algunas ocasiones no le permitían caminar. “Me tocaba arrastrarme por el barro para mis necesidades, únicamente con la ayuda de mis brazos, porque no podía levantarme”, le escribió.
También cuando mandaba las notas hacía énfasis en las oraciones que sabía causaban el impacto necesario para que Dios fuera haciendo el milagro de la vida y la esperanza del retorno a su hogar.
“En las cartas nos pedía paciencia y decía que sería uno de los últimos en salir porque él era el de más alto rango y que prendiéramos una vela blanca. Todo lo hacíamos al pie de la letra y Dios escuchó nuestra oraciones. También la canción ‘Quiero saber de ti’ jugó un papel importante y sirvió para fortalecer nuestro amor y el de nuestra familia”, dijo doña María Teresa.
Todo aquello quedó atrás y ahora la felicidad es la reina del hogar y las palabras “Te extraño y te espero” no están incluidas en los diccionarios de sus memorias.

Ahora que te vuelvo a encontrar sonrío de nuevo
la luz de la bella ciudad nos unió.
Nunca me olvidé de tu amor tan puro y tan tierno
es como el instinto que Dios nos envió
para hacer Él un mundo más bello.
Yo juré quererte ante Dios, jamás me arrepiento
mientras haya luz en el sol, te amaré
este amor que siento es eterno.

Se la quiero cantar

En medio de la entrevista con el compositor Wilfran Castillo, tomó su guitarra y cantó su bella canción. Era como vivir la sensación de un amor que no murió porque tuvo la potestad de estar libre en dos corazones que nadie podía ponerle cadenas, ni retenerlos. Ese amor se fortaleció con las dificultades y con la comprensión de dos hijos que supieron montarse en el tren que los llevara a puerto seguro.
Después de cantar sorprendió con la propuesta: “Juan, yo quiero ir a interpretarles la canción a la familia Mendieta, para que el coronel, su señora y sus hijos, sientan el cariño y la alegría de la persona que hizo posible que se sintieran unidos en medio de la distancia”.
Una propuesta del corazón que hace posible que el amor continúe brillando con luz propia, que las lagrimas de tristeza tengan color de felicidad, que todos los sentimientos adquieran agradable sabor a cielo y que la música vallenata continúe dando pasos llenos de poesía con mensajes auténticos  y más dulce y bella que la unión del coronel Luis Herlindo Mendieta Ovalle y su esposa María Teresa Paredes.