El porro con el nombre de ‘Playa blanca’ fue irrigado en toda la comarca por la banda San Jerónimo y en adelante quienes lo interpretaban le improvisaban versos galantes para los hermanos Coronado.
A propósito de la interesante crónica hecha por el señor Alfonso Osorio sobre el porro ‘Playa Blanca’ me permito hacer las siguientes precisiones: se trata de un porro cuya letra fue reelaborada por diversos intérpretes y en diferentes épocas, y cabalga sobre la melodía del paseo ‘Muchachitas cacereñas en la Playa’, cuyo real autor es Germán Serna Daza, nacido en El Paso, Cesar, en el año 1914.
Serna, reconocido juglar del acordeón en todas las épocas, salió de su pueblo natal en el año 1947, según consta en el libro ‘Cultura Vallenata, Origen, Teoría y pruebas’, publicado en el año 1992 por el historiador Gutiérrez Hinojosa. Después de recorrer los pueblos ribereños de Bolívar y Córdoba llegó finalmente a la población de Cáceres, en el piedemonte antioqueño; allí permaneció durante doce años, merodeando por toda la región, según consta en el paseo ‘La Recorrida’ que Alejandro Durán grabó en 1957 en la disquera Curro de Cartagena con el nombre de ‘Sielva María’, cuya letra original dice:
De Puerto Antioquia pa’ arriba hasta Yarumal
Cuando andaba German Serna en correduría
Apenas que recordaba a Sielva María
Me daban aquellas ganas de regresar
En Cáceres encontró cariño, admiración y trabajo ya que el acordeón era algo novedoso y festivo en ese lugar donde aún no hacían presencia los aventureros del acordeón. Animador constante de cumpleaños, bautizos y otros festejos en pueblos y fincas de la comarca, tuvo una afectuosa amistad con Florida y Leonor, dos agraciadas jovencitas de este lugar a quienes dedicó el paseo ‘Muchachitas cacereñas en la playa’, que con su acordeón popularizó a través de bailes familiares, parrandas y otros festejos en todos los pueblos del entorno.
Lea también: ‘Pacho’ Ortiz, el monteriano que sigue los pasos de Alejandro Durán
Respecto al título de esta obra, el municipio de Cáceres a orillas del río Cauca no tiene playas por ningún lado, pero Serna me explicaba en su entrevista lograda en el año 1996 que fueron muchas las parrandas que realizó con Rafael Coronado en su finca Playa Blanca, en cercanías de | y esta fue una forma de congraciarse con el personaje. Además, me comentó que a finales del año 1949 viajó de Cáceres para Barranquilla prometiéndoles a sus amigas que volvería el año siguiente como consta en una estrofa que no fue incluida por el ‘Negro Alejo’ en la grabación:
Yo les doy mi despedida, yo les doy mi despedida
Yo les doy mi despedida, muy lleno de desconsuelo
El año que viene vuelvo, el año que viene vuelvo
El año que viene vuelvo si Dios me tiene con vida
Serna y Alejo se encontraron en el año 1956 en las fiestas de Montelibano y después de varios días de parranda, Durán se aprendió varios cantos de Serna que serían grabados más adelante, sin embargo, de forma inexplicable y egoísta en la grabación del ‘Negro Durán’ no se le reconoció la paternidad de esta obra a Germán Serna cuando en su letra encontramos evidencias de eso:
Muchachitas cacereñas, muchachitas cacereñas
Muchachitas cacereñas yo les doy mi despedida
Se despide German Serna, se despide German Serna
Se despide German Serna, se va para Barranquilla.
En el año 1957 este canto ya era popular en toda la costa, grabado inicialmente en pasta de 78 R.P.M del sello Curro, y años más adelante, cerca de 1967, fue incluido en el L.P. ‘Mano a mano vallenato entre Nafer y Alejo Durán, currambazos N° 2’, que el mismo Curro Fuentes publicó en el sello Philips, L.P. N° 6377028.
Según el relato del señor Osorio, en el año 1954, para el cumpleaños de Gregorio Coronado, Lucho Rivera, uno de los músicos de la banda San Jerónimo de Ayapel, le llevó de regalo un porro, que anteriormente era un paseo como una forma de homenajear al cumplimentado. La melodía del referido paseo no era otra que la de ‘Muchachitas cacereñas en la playa’ de German Serna, que ya se conocía en la comarca desde varios años atrás interpretándose sencillamente como un caso de préstamo de melodía, muy común en el campo de la música popular.
El paseo vallenato es un ritmo que empezó a conocerse a finales de los años 40, principalmente en la región central del Valle de Upar, que va desde Fonseca, hoy La Guajira, hasta Rincón Hondo, hoy Cesar, en lo que fue la gran Provincia de Padilla, ritmo que para la época era desconocido por los músicos cordobeses, donde imperaba el sonido de las bandas interpretando la música regional, de allí que al respetado Lucho Rivera le fuera más fácil cuadrar sus versos en un porro y no en un paseo.
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El porro con el nombre de ‘Playa blanca’ fue irrigado en toda la comarca por la banda San Jerónimo y en adelante quienes lo interpretaban le improvisaban versos galantes para los hermanos Coronado, como encontramos en la versión que de este canto hizo la cantante colombiana Gladys Julio con la sonora Matancera en 1966 y que en su letra nos dice:
Yo me voy para Ayapel, la tierra de los Coronado
Me le dices a Rafael que yo nunca lo he olvidado
El año que viene vuelvo, el año que viene vuelvo
En esta grabación sin ningún fundamento figura como autor de Playa Blanca el maestro Rafael Escalona, quizás por desconocimiento de la empresa disquera.
En este punto del camino me surgen las siguientes inquietudes: no encuentro grabación formal del porro ‘Playa Blanca’ por parte de la banda San Jerónimo de Ayapel, salvo una presentación en vivo que está en el canal de YouTube. ¿Por qué en su momento Lucho Rivera no reclamó la paternidad de ‘Playa Blanca’, que ni siquiera está registrado en SAYCO, y 68 años después el señor Alfonso Osorio afirma que Rivera es el autor? ¿Tiene este señor la partitura original escrita por Rivera o el arreglista de la banda fechada y registrada en una notaría?
Yo tengo el disco de Alejandro Durán con la evidencia que German Serna es el autor del paseo ‘Muchachitas cacereñas en la Playa’, en cuya melodía se montó el porro Playa Blanca. Según la Dirección Nacional de Derechos de Autor, en un caso como este, Rivera y los muchos intérpretes de Playa Blanca que le improvisaron estrofas se convierten en autores derivados de esta melodía de German Serna con iguales créditos para todos.
La historia de Playa Blanca está condensada en el libro de mi autoría ‘Cuando Matilde camina’, publicado en el año 2006. Además de mi entrevista grabada con Serna, tienen suficiente información de videos y audios de este Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, director del grupo Música Sin Fronteras, y Tomas Darío Gutiérrez Hinojosa, ambos reconocidos investigadores del vallenato.
Dejo la ventana abierta para que en el momento que aparezca un documento veraz y creíble sobre el particular se pueda replantear lo aquí expuesto.
Por: Julio Cesar Oñate Martínez
El porro con el nombre de ‘Playa blanca’ fue irrigado en toda la comarca por la banda San Jerónimo y en adelante quienes lo interpretaban le improvisaban versos galantes para los hermanos Coronado.
A propósito de la interesante crónica hecha por el señor Alfonso Osorio sobre el porro ‘Playa Blanca’ me permito hacer las siguientes precisiones: se trata de un porro cuya letra fue reelaborada por diversos intérpretes y en diferentes épocas, y cabalga sobre la melodía del paseo ‘Muchachitas cacereñas en la Playa’, cuyo real autor es Germán Serna Daza, nacido en El Paso, Cesar, en el año 1914.
Serna, reconocido juglar del acordeón en todas las épocas, salió de su pueblo natal en el año 1947, según consta en el libro ‘Cultura Vallenata, Origen, Teoría y pruebas’, publicado en el año 1992 por el historiador Gutiérrez Hinojosa. Después de recorrer los pueblos ribereños de Bolívar y Córdoba llegó finalmente a la población de Cáceres, en el piedemonte antioqueño; allí permaneció durante doce años, merodeando por toda la región, según consta en el paseo ‘La Recorrida’ que Alejandro Durán grabó en 1957 en la disquera Curro de Cartagena con el nombre de ‘Sielva María’, cuya letra original dice:
De Puerto Antioquia pa’ arriba hasta Yarumal
Cuando andaba German Serna en correduría
Apenas que recordaba a Sielva María
Me daban aquellas ganas de regresar
En Cáceres encontró cariño, admiración y trabajo ya que el acordeón era algo novedoso y festivo en ese lugar donde aún no hacían presencia los aventureros del acordeón. Animador constante de cumpleaños, bautizos y otros festejos en pueblos y fincas de la comarca, tuvo una afectuosa amistad con Florida y Leonor, dos agraciadas jovencitas de este lugar a quienes dedicó el paseo ‘Muchachitas cacereñas en la playa’, que con su acordeón popularizó a través de bailes familiares, parrandas y otros festejos en todos los pueblos del entorno.
Lea también: ‘Pacho’ Ortiz, el monteriano que sigue los pasos de Alejandro Durán
Respecto al título de esta obra, el municipio de Cáceres a orillas del río Cauca no tiene playas por ningún lado, pero Serna me explicaba en su entrevista lograda en el año 1996 que fueron muchas las parrandas que realizó con Rafael Coronado en su finca Playa Blanca, en cercanías de | y esta fue una forma de congraciarse con el personaje. Además, me comentó que a finales del año 1949 viajó de Cáceres para Barranquilla prometiéndoles a sus amigas que volvería el año siguiente como consta en una estrofa que no fue incluida por el ‘Negro Alejo’ en la grabación:
Yo les doy mi despedida, yo les doy mi despedida
Yo les doy mi despedida, muy lleno de desconsuelo
El año que viene vuelvo, el año que viene vuelvo
El año que viene vuelvo si Dios me tiene con vida
Serna y Alejo se encontraron en el año 1956 en las fiestas de Montelibano y después de varios días de parranda, Durán se aprendió varios cantos de Serna que serían grabados más adelante, sin embargo, de forma inexplicable y egoísta en la grabación del ‘Negro Durán’ no se le reconoció la paternidad de esta obra a Germán Serna cuando en su letra encontramos evidencias de eso:
Muchachitas cacereñas, muchachitas cacereñas
Muchachitas cacereñas yo les doy mi despedida
Se despide German Serna, se despide German Serna
Se despide German Serna, se va para Barranquilla.
En el año 1957 este canto ya era popular en toda la costa, grabado inicialmente en pasta de 78 R.P.M del sello Curro, y años más adelante, cerca de 1967, fue incluido en el L.P. ‘Mano a mano vallenato entre Nafer y Alejo Durán, currambazos N° 2’, que el mismo Curro Fuentes publicó en el sello Philips, L.P. N° 6377028.
Según el relato del señor Osorio, en el año 1954, para el cumpleaños de Gregorio Coronado, Lucho Rivera, uno de los músicos de la banda San Jerónimo de Ayapel, le llevó de regalo un porro, que anteriormente era un paseo como una forma de homenajear al cumplimentado. La melodía del referido paseo no era otra que la de ‘Muchachitas cacereñas en la playa’ de German Serna, que ya se conocía en la comarca desde varios años atrás interpretándose sencillamente como un caso de préstamo de melodía, muy común en el campo de la música popular.
El paseo vallenato es un ritmo que empezó a conocerse a finales de los años 40, principalmente en la región central del Valle de Upar, que va desde Fonseca, hoy La Guajira, hasta Rincón Hondo, hoy Cesar, en lo que fue la gran Provincia de Padilla, ritmo que para la época era desconocido por los músicos cordobeses, donde imperaba el sonido de las bandas interpretando la música regional, de allí que al respetado Lucho Rivera le fuera más fácil cuadrar sus versos en un porro y no en un paseo.
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El porro con el nombre de ‘Playa blanca’ fue irrigado en toda la comarca por la banda San Jerónimo y en adelante quienes lo interpretaban le improvisaban versos galantes para los hermanos Coronado, como encontramos en la versión que de este canto hizo la cantante colombiana Gladys Julio con la sonora Matancera en 1966 y que en su letra nos dice:
Yo me voy para Ayapel, la tierra de los Coronado
Me le dices a Rafael que yo nunca lo he olvidado
El año que viene vuelvo, el año que viene vuelvo
En esta grabación sin ningún fundamento figura como autor de Playa Blanca el maestro Rafael Escalona, quizás por desconocimiento de la empresa disquera.
En este punto del camino me surgen las siguientes inquietudes: no encuentro grabación formal del porro ‘Playa Blanca’ por parte de la banda San Jerónimo de Ayapel, salvo una presentación en vivo que está en el canal de YouTube. ¿Por qué en su momento Lucho Rivera no reclamó la paternidad de ‘Playa Blanca’, que ni siquiera está registrado en SAYCO, y 68 años después el señor Alfonso Osorio afirma que Rivera es el autor? ¿Tiene este señor la partitura original escrita por Rivera o el arreglista de la banda fechada y registrada en una notaría?
Yo tengo el disco de Alejandro Durán con la evidencia que German Serna es el autor del paseo ‘Muchachitas cacereñas en la Playa’, en cuya melodía se montó el porro Playa Blanca. Según la Dirección Nacional de Derechos de Autor, en un caso como este, Rivera y los muchos intérpretes de Playa Blanca que le improvisaron estrofas se convierten en autores derivados de esta melodía de German Serna con iguales créditos para todos.
La historia de Playa Blanca está condensada en el libro de mi autoría ‘Cuando Matilde camina’, publicado en el año 2006. Además de mi entrevista grabada con Serna, tienen suficiente información de videos y audios de este Ricardo Gutiérrez Gutiérrez, director del grupo Música Sin Fronteras, y Tomas Darío Gutiérrez Hinojosa, ambos reconocidos investigadores del vallenato.
Dejo la ventana abierta para que en el momento que aparezca un documento veraz y creíble sobre el particular se pueda replantear lo aquí expuesto.
Por: Julio Cesar Oñate Martínez