“La cadena láctea es compleja”, dijo ayer Luis Humberto Guzmán, representante  del Ministerio  de Agricultura.  “Aporta más del 24 % del PIB  agropecuario, genera más de 700 mil empleos directos,  son 400 mil ganaderos que producen 7.200 millones de litros al año”.  El Cesar es un departamento líder en la costa Atlántica y la principal cuenca en Colombia de producción en el bajo trópico.   

El Ministerio, según manifestó Guzmán,  está desarrollando el Pacto con el Crecimiento, propósito del gobierno, con acciones puntuales;  en el plan se atiende la cadena para que se logre una prospectiva 2040, dadas las entradas definitivas de los acuerdos con la Unión Europea y EEUU en 2026 y 2028. Y se desarrolla un Pacto por la Sostenibilidad del sector,  con el concurso de todos los actores, empezando por la Asociación Nacional de productores, Analac. 

Se lanzó ayer la ‘Alianza por un desarrollo sostenible del sector lechero en el  Cesar’, dentro de la iniciativa ‘AgroColombia productiva y  sostenible’, por parte de las empresas procesadoras lácteas Alquería, en cabeza de Carlos Enrique Cavelier;  Nestlé (DPA) con su presidente, Antonio Núñez, y Yara Colombia y la presencia del Ministerio.

Se requieren adecuaciones para mejorar praderas, la genética del ganado y las instalaciones de los predios.  La Alianza Iniciará con 100 pequeños ganaderos en su primera fase promoviendo buenas prácticas de pastoreo y dándoles herramientas y asistencia técnica para desarrollar una economía sostenible y amigable con la naturaleza.

Manifestamos algunos comentarios sobre el evento de ayer: el alcance de la Alianza se limita a 100 productores y lo hace poco ambicioso.

Se propuso que se reactive el  comité regional lácteo, para que lleve la vocería de nuestra área lechera, y de las compañías industriales  asentadas en la región, que participe en el Consejo Nacional Lácteo, en el cual se tratan todas las dificultades, problemas  y oportunidades de la cadena.

El desafío de la entrada en vigencia plena de los acuerdos de libre comercio, que ya está empezando a mostrar efectos dramáticos, se profundizará en la presente década, y si no estamos preparados como productor ganadero y agroindustria de forma competitiva peligrará la continuidad del negocio lechero en el Cesar, Magdalena y sur de La Guajira.

El tema de la leche para el productor es que los precios en las últimas décadas,  en términos reales,  no han subido sino que han venido bajando, y si no hay un cambio en la productividad, lo que sin duda requerirá capital, tecnología y capacitación técnica, elementos cada vez más esquivos,  no se podrá afectar una ecuación desigual para el ganadero.

No se podrá desarrollar la actividad sin tener en cuenta no solo la tradicional variable climática, entendida como  humedad,  régimen pluvial o de riego, sino con la relación integral con el medio ambiente.

Queremos ver una participación  activa de los productores lecheros y un liderazgo más visible de la agroindustria local, como Klarens y Coolesar Colanta. Y la articulación de las secretarías agropecuarias en el departamento y en los municipios, justo cuando  la minería tiembla.