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Leer es nuestro cuento - 13 agosto, 2019

Que me observa

En la noche, aproximadamente a las 12 y 42 siento un par de ojos que me observan. No sé si son amigable o no, solo que me miran donde quiera que voy, a esa hora empiezo a percibir esa horrible sensación.

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Dariens Alexander Giraldo

En la noche, aproximadamente a las 12 y 42 siento un par de ojos que me observan. No sé si son amigable o no, solo  que me miran donde quiera que voy, a esa hora empiezo a percibir esa horrible sensación.

Fue en la casa de mi mejor amigo. El 8 de octubre de 2018, después de jugar por un buen rato en la Play 4, le dije que me esperara, que quería ir al baño, ya en él, me estaba lavando las manos dispuesto a salir; cierro la llave del agua, giro y le doy la espada para abrir la puerta.

Advierto el ruido del grifo que se abre. Extrañado me doy la vuelta. Abrí los ojos…era una pesadilla horrorosa la que estaba viviendo, miré a la ventana, ¡ráfagas de viento entraron por ella, nada se veía, solo tenía la luz de la luna, opaca por la lluvia que copiosamente empezó a caer, oí que el baño rechinaba y tambaleaba como barca naufragando. El silencio era desesperante, solo se sentía el palpitar de mi corazón y dos ojos se plasmaros en la ventana, perversos, esos que me hacian vivir el mismo infierno.

No quería voltear a mirar la llave, tenía miedo de lo que vería, ¿estaba cerrada o abierta?. Venciendo el terror giré lentamente… mi respiración se agitaba, la llave está cerrada, miré al espejo y allí estaban, como un rayo se clavaron en mi rostro estático aterrorizado y en un instante esos alucinantes ojos mal dibujados en el vidrio se desvanecieron como el pestañear de los míos. Por un momento me llegó el sociego, pero sudaba tanto y el pánico volvió. ¡ Me miran otra vez!  la puerta se a brió estrepitosamente, por  ella entró ese viento fuerte que arrastraba todo, no podía abrir los ojos, mi cuerpo paralizado y estupefacto, mis manos frías y mi olfato solo olía ese olor a miedo, solo olía ese olor a muerte.

Vi cómo esos ojos escudriñaban mi vida, sus pupilas desgarraban mi rostro, solo la noche  escuchaba mis gemidos de dolor…caigo sentado de espalda, el  reflejo sonríe, macabramente e intento pararme y me sientan. Mi corazón no daba más. Salí del lugar como pude; desde ese día, cada vez que veo mi reflejo a las 12 y 42 aproximadamente, me siento observado, pero sé que no soy yo, en la oscuridad de mi cuarto, todo lo que pueda generar mi reflejo, sé qué en esos objetos esta…

Autor: Dariens Alexander Giraldo Toscano. – I. E. Alfonso López Pumarejo

Leer es nuestro cuento
13 agosto, 2019

Que me observa

En la noche, aproximadamente a las 12 y 42 siento un par de ojos que me observan. No sé si son amigable o no, solo que me miran donde quiera que voy, a esa hora empiezo a percibir esa horrible sensación.


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Dariens Alexander Giraldo

En la noche, aproximadamente a las 12 y 42 siento un par de ojos que me observan. No sé si son amigable o no, solo  que me miran donde quiera que voy, a esa hora empiezo a percibir esa horrible sensación.

Fue en la casa de mi mejor amigo. El 8 de octubre de 2018, después de jugar por un buen rato en la Play 4, le dije que me esperara, que quería ir al baño, ya en él, me estaba lavando las manos dispuesto a salir; cierro la llave del agua, giro y le doy la espada para abrir la puerta.

Advierto el ruido del grifo que se abre. Extrañado me doy la vuelta. Abrí los ojos…era una pesadilla horrorosa la que estaba viviendo, miré a la ventana, ¡ráfagas de viento entraron por ella, nada se veía, solo tenía la luz de la luna, opaca por la lluvia que copiosamente empezó a caer, oí que el baño rechinaba y tambaleaba como barca naufragando. El silencio era desesperante, solo se sentía el palpitar de mi corazón y dos ojos se plasmaros en la ventana, perversos, esos que me hacian vivir el mismo infierno.

No quería voltear a mirar la llave, tenía miedo de lo que vería, ¿estaba cerrada o abierta?. Venciendo el terror giré lentamente… mi respiración se agitaba, la llave está cerrada, miré al espejo y allí estaban, como un rayo se clavaron en mi rostro estático aterrorizado y en un instante esos alucinantes ojos mal dibujados en el vidrio se desvanecieron como el pestañear de los míos. Por un momento me llegó el sociego, pero sudaba tanto y el pánico volvió. ¡ Me miran otra vez!  la puerta se a brió estrepitosamente, por  ella entró ese viento fuerte que arrastraba todo, no podía abrir los ojos, mi cuerpo paralizado y estupefacto, mis manos frías y mi olfato solo olía ese olor a miedo, solo olía ese olor a muerte.

Vi cómo esos ojos escudriñaban mi vida, sus pupilas desgarraban mi rostro, solo la noche  escuchaba mis gemidos de dolor…caigo sentado de espalda, el  reflejo sonríe, macabramente e intento pararme y me sientan. Mi corazón no daba más. Salí del lugar como pude; desde ese día, cada vez que veo mi reflejo a las 12 y 42 aproximadamente, me siento observado, pero sé que no soy yo, en la oscuridad de mi cuarto, todo lo que pueda generar mi reflejo, sé qué en esos objetos esta…

Autor: Dariens Alexander Giraldo Toscano. – I. E. Alfonso López Pumarejo