El alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, habló con EL PILÓN sobre los recientes hechos de seguridad que tienen conmocionada a la comunidad y sobre la polémica medida de restringir la circulación de motocicletas los miércoles.
Redoblar las rondas policiales, aumentar el pie de fuerza, mayor inteligencia por parte de las autoridades, son las exigencias del alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, para tratar de frenar la ola delincuencial que azota a la capital del Cesar.
Ramírez Uhía también mostró su preocupación por el nuevo ‘modus operandi’ de los delincuentes al disparar primero y luego despojar al ciudadano de sus pertenencias, que, según él, “son acciones propias de la delincuencia venezolana”.
A raíz de los últimos hechos violentos en la ciudad, las autoridades civiles y militares realizaron un consejo de seguridad para tratar de encontrar herramientas y hacerle frente a la inseguridad que afecta a los vallenatos.
EL PILÓN entrevistó al mandatario municipal para conocer las estrategias que se implementarán para tratar de frenar los atracos.
Los hurtos y homicidios tienen intranquilos a los vallenatos. ¿Cómo analiza usted el momento que atraviesa la ciudad?
Hicimos un consejo de seguridad y tomamos unas decisiones contundentes como el aumento del pie de fuerza, que el personal administrativo de la Policía también salga a las calles, pedimos la ayuda del Batallón La Popa y el de Ingenieros para que haga presencia en la Margen Derecha y las diferentes invasiones. Aquí seguimos exigiéndoles resultados a nuestra fuerza pública.
Pero esa estrategia de sacar al Ejército a las calles no es nueva.
Fueron estrategias momentáneas y luego se retiraron. Eran unas Fuerzas de Control Urbano que dieron buenos resultados el año pasado, fueron 45 hombres que nos acompañaron. Aquí el tema es de pie de fuerza porque nos falta capacidad. Valledupar tiene 32 cuadrantes para 210 barrios, un cuadrante atiende ocho barrios y eso es insuficiente. Nuestra solución estructural es que por fin se cree la Policía Metropolitana, pero por ahora queremos mayor pie de fuerza. Tenemos 83 policías de la Unipol y he insistido en exigir contundencia en el tema de los atracos. Valledupar cerró el 2016 con 68 homicidios y en el 2015 fueron 109, estamos hablando de una disminución del 37 %, estamos trabajando en seguir bajando esos índices. Tenemos 11 homicidios por cada 100 mil habitantes en donde la media nacional está en 19 por cada 100 mil habitantes, somos la tercera ciudad con mayor disminución de homicidios.
¿Pero qué hay que hacer para ganarle la batalla a los bandidos?
He ido a la formación de los policías para animarlos y exigirles resultados, hay que iluminar los puntos de la ciudad, recuperar los parques. La dosis personal es lo que más le hace daño al país. No les importa matar a alguien para cambiar un celular por drogas. Aquí el problema no es el alcalde ni la Policía, el problema son algunos delincuentes que hay que atacar, los buenos somos más, pero aquí lo importante es aumentar el pie de fuerza.
Usted asegura que el modelo delincuencial registrado en los últimos días tiene procedencia venezolana. ¿Cómo explica usted esto?
Ese modus operandi es de Venezuela, en el que primero disparan y después atracan. Sin duda alguna el tema de la llegada de venezolanos es un tema que afecta a las regiones fronterizas, es cierto que llega mucha gente buena con el ánimo de trabajar, pero también desadaptados de ese país que algunos fueron capturados. Ningún coronel de la Policía quiere que le maten a una persona. No estamos en una ciudad perfecta, pero no podemos seguirle cediendo espacios a los delincuentes.
¿Cree usted que los delincuentes están irrespetando a las autoridades? En centros comerciales en donde se supone hay mayor seguridad, también se registran hurtos. ¿Qué lectura le da usted a esa situación?
Los vídeos nos muestran quienes participan en esos hechos. Lo de Falabella se está investigando. En algunos casos hay complicidad. Cómo se explica que una empresa mande a un mensajero a que saque 62 millones de pesos exponiendo su vida y no acceda al servicio de un vehículo transportador de valores. No se puede endilgar una debilidad institucional a un exceso de confianza, coparticipación o complicidad que pudo haberse presentado. Cómo hubiéramos querido estar en la casa del señor que le quitó la vida a su esposa y luego se suicidó para evitar esa tragedia. Los homicidios es un tema histórico en Valledupar, en 2004 hubo 400 muertos, hoy no hay uno diario. Lo que queremos es que haya más padres responsables, que miren con quien andan sus hijos. Hemos encontrado en varios casos que los mismos padres les alcahuetean a sus hijos los actos delictivos y eso daña a la sociedad. Esto hay que atacarlo con temas de prevención para cerrarle la puerta al delito a través de programas de educación, salud, juegos comunitarios, entre otros.
¿Se mantiene la propuesta de decretar un día sin moto a la semana?
Sí. Comenzaremos el 29 de noviembre próximo, la idea es desestimular el mototaxismo porque el 98 % de los delitos se realizan en motocicletas. Nosotros tenemos más de mil policías en tres turnos y 170 en el tema de vigilancia. Hay 27 policías de tránsito para 80 mil motocicletas, 2.600 de ellas dedicadas al mototaxismo, por eso es fácil el accionar de un delincuente. Pero aquí lo que necesitamos es que la Policía redoble las rondas de vigilancia, que el Ejército salga a la calle, que la gente informe dónde están los delincuentes, que haya un comportamiento de prevención por parte del ciudadano, identificar factores de riesgo, necesitamos mayor inteligencia para acabar con los focos de drogadicción”.
Desde el próximo 29 de noviembre comenzará a regir el decreto que prohibirá el día miércoles la circulación de motocicletas en Valledupar.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN
El alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, habló con EL PILÓN sobre los recientes hechos de seguridad que tienen conmocionada a la comunidad y sobre la polémica medida de restringir la circulación de motocicletas los miércoles.
Redoblar las rondas policiales, aumentar el pie de fuerza, mayor inteligencia por parte de las autoridades, son las exigencias del alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, para tratar de frenar la ola delincuencial que azota a la capital del Cesar.
Ramírez Uhía también mostró su preocupación por el nuevo ‘modus operandi’ de los delincuentes al disparar primero y luego despojar al ciudadano de sus pertenencias, que, según él, “son acciones propias de la delincuencia venezolana”.
A raíz de los últimos hechos violentos en la ciudad, las autoridades civiles y militares realizaron un consejo de seguridad para tratar de encontrar herramientas y hacerle frente a la inseguridad que afecta a los vallenatos.
EL PILÓN entrevistó al mandatario municipal para conocer las estrategias que se implementarán para tratar de frenar los atracos.
Los hurtos y homicidios tienen intranquilos a los vallenatos. ¿Cómo analiza usted el momento que atraviesa la ciudad?
Hicimos un consejo de seguridad y tomamos unas decisiones contundentes como el aumento del pie de fuerza, que el personal administrativo de la Policía también salga a las calles, pedimos la ayuda del Batallón La Popa y el de Ingenieros para que haga presencia en la Margen Derecha y las diferentes invasiones. Aquí seguimos exigiéndoles resultados a nuestra fuerza pública.
Pero esa estrategia de sacar al Ejército a las calles no es nueva.
Fueron estrategias momentáneas y luego se retiraron. Eran unas Fuerzas de Control Urbano que dieron buenos resultados el año pasado, fueron 45 hombres que nos acompañaron. Aquí el tema es de pie de fuerza porque nos falta capacidad. Valledupar tiene 32 cuadrantes para 210 barrios, un cuadrante atiende ocho barrios y eso es insuficiente. Nuestra solución estructural es que por fin se cree la Policía Metropolitana, pero por ahora queremos mayor pie de fuerza. Tenemos 83 policías de la Unipol y he insistido en exigir contundencia en el tema de los atracos. Valledupar cerró el 2016 con 68 homicidios y en el 2015 fueron 109, estamos hablando de una disminución del 37 %, estamos trabajando en seguir bajando esos índices. Tenemos 11 homicidios por cada 100 mil habitantes en donde la media nacional está en 19 por cada 100 mil habitantes, somos la tercera ciudad con mayor disminución de homicidios.
¿Pero qué hay que hacer para ganarle la batalla a los bandidos?
He ido a la formación de los policías para animarlos y exigirles resultados, hay que iluminar los puntos de la ciudad, recuperar los parques. La dosis personal es lo que más le hace daño al país. No les importa matar a alguien para cambiar un celular por drogas. Aquí el problema no es el alcalde ni la Policía, el problema son algunos delincuentes que hay que atacar, los buenos somos más, pero aquí lo importante es aumentar el pie de fuerza.
Usted asegura que el modelo delincuencial registrado en los últimos días tiene procedencia venezolana. ¿Cómo explica usted esto?
Ese modus operandi es de Venezuela, en el que primero disparan y después atracan. Sin duda alguna el tema de la llegada de venezolanos es un tema que afecta a las regiones fronterizas, es cierto que llega mucha gente buena con el ánimo de trabajar, pero también desadaptados de ese país que algunos fueron capturados. Ningún coronel de la Policía quiere que le maten a una persona. No estamos en una ciudad perfecta, pero no podemos seguirle cediendo espacios a los delincuentes.
¿Cree usted que los delincuentes están irrespetando a las autoridades? En centros comerciales en donde se supone hay mayor seguridad, también se registran hurtos. ¿Qué lectura le da usted a esa situación?
Los vídeos nos muestran quienes participan en esos hechos. Lo de Falabella se está investigando. En algunos casos hay complicidad. Cómo se explica que una empresa mande a un mensajero a que saque 62 millones de pesos exponiendo su vida y no acceda al servicio de un vehículo transportador de valores. No se puede endilgar una debilidad institucional a un exceso de confianza, coparticipación o complicidad que pudo haberse presentado. Cómo hubiéramos querido estar en la casa del señor que le quitó la vida a su esposa y luego se suicidó para evitar esa tragedia. Los homicidios es un tema histórico en Valledupar, en 2004 hubo 400 muertos, hoy no hay uno diario. Lo que queremos es que haya más padres responsables, que miren con quien andan sus hijos. Hemos encontrado en varios casos que los mismos padres les alcahuetean a sus hijos los actos delictivos y eso daña a la sociedad. Esto hay que atacarlo con temas de prevención para cerrarle la puerta al delito a través de programas de educación, salud, juegos comunitarios, entre otros.
¿Se mantiene la propuesta de decretar un día sin moto a la semana?
Sí. Comenzaremos el 29 de noviembre próximo, la idea es desestimular el mototaxismo porque el 98 % de los delitos se realizan en motocicletas. Nosotros tenemos más de mil policías en tres turnos y 170 en el tema de vigilancia. Hay 27 policías de tránsito para 80 mil motocicletas, 2.600 de ellas dedicadas al mototaxismo, por eso es fácil el accionar de un delincuente. Pero aquí lo que necesitamos es que la Policía redoble las rondas de vigilancia, que el Ejército salga a la calle, que la gente informe dónde están los delincuentes, que haya un comportamiento de prevención por parte del ciudadano, identificar factores de riesgo, necesitamos mayor inteligencia para acabar con los focos de drogadicción”.
Desde el próximo 29 de noviembre comenzará a regir el decreto que prohibirá el día miércoles la circulación de motocicletas en Valledupar.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN