A diario se registran decenas de accidentes en las calles de la ciudad de Valledupar y en las vías de los municipios del departamento, las imprudencias y la falta de cultura vial son algunos de los principales motivos por los que se generan muchos de estos siniestros que en el peor de los casos alimentan la cifras de fallecidos en las carreteras.

La exdirectora de tránsito de Valledupar, Graciela Hernández, propone un proyecto de carácter educativo que pretende impulsar la inteligencia vial en las nuevas generaciones.

Lee también: La propuesta de Carlos Arce para pagarles a sus empleados

El proyecto denominado ‘Creciendo seguro, tránsito seguro’ se enfoca en los niños de tres a cinco años; y lo que la exdirectora plantea es que sea implementado en las diferentes instituciones educativas de la ciudad. Mediante una pedagogía acorde y utilizando el juego como una estrategia, se busca que los infantes empiecen a adquirir respeto por las normas de tránsito y conductas de responsabilidad vial.

Graciela apoya su metodología en estudios realizados por expertos en psicología infantil, los cuales exponen que los niños que se encuentran en este rango de edad tienen la facilidad de aprender conductas que ven reflejadas en los comportamientos de los adultos. Además, los niños de la primera infancia adquieren conocimientos de por vida mediante el juego y actividades lúdicas.

Hernández inició este proyecto piloto en el año 2014 en tres distintos centros de desarrollo infantil o CDI. Desarrolló diferentes actividades del proyecto en los CDI Paisaje de Sol en el barrio la Nevada, Mariposas del río Badillo en el barrio Francisco de Paula y Valle del amor del barrio Chiriquí con el apoyo de Comfacesar. Siendo un programa con mucha acogida por parte de la comunidad y de la administración municipal en ese momento por el gran trabajo realizado y el cumplimiento de la normatividad.

Lee también: Recomendaciones de seguridad para fin de año

La Ley 1503 en su artículo 16 señala los objetivos específicos de la educación preescolar en conductas seguras de tránsito, es decir, reglamenta la educación vial de los niños de esta edad por parte de las instituciones educativas del país.

El inciso ‘K’ del artículo antes mencionado señala que uno de los objetivos principales de esta ley es promover “la adquisición de hábitos de observación visual, auditiva y psicomotriz para la creación de actitudes y comportamientos de prevención frente al tránsito, respeto a las normas y autoridades, y actitudes de conciencia ciudadana en materia de uso de la vía”.

Asimismo, Graciela menciona que programas como estos no deberían ser politizados, y que las administraciones deben adueñarse de estas propuestas legalmente establecidas para mejorar las cifras de accidentalidad en la región.